El líder norcoreano pronuncia su primer discurso televisado
Un masivo desfile militar conmemora el centenario del nacimiento del fundador del país
El fallo del cohete lanzado el viernes pasado por Corea del Norte no ha frenado los actos de celebración del 100 aniversario del nacimiento de Kim Il-sung, fundador de Corea del Norte, a pesar del bochorno que ha supuesto para su nieto y actual líder, Kim Jong-un. Miles de soldados han desfilado hoy en la plaza central de Pyongyang para conmemorar la efeméride y el ascenso al poder del joven Kim tras la muerte de su padre, Kim Jong-il, en diciembre pasado.
Ha sido la ocasión para el régimen de mostrar su poderío militar y lo que los expertos creen que es un nuevo misil, que viene a sumarse al arsenal que desde hace tiempo provoca la inquietud internacional. Para Kim Jong-un ha sido también el momento de realizar su primer discurso público desde que heredó el trono de la única dinastía comunista del mundo. En él, ha rendido respeto a su abuelo y a su padre y ha dejado bien claro que el Norte mantendrá su tradicional política de “los militares primero”. “Avancemos hacia la victoria final”, ha señalado entre los aplausos de los asistentes, en un discurso leído de 20 minutos de duración. Kim Jong-il solo se dirigió en público a su pueblo una vez en toda su vida.
Analistas militares de Corea del Sur y Japón creen que el nuevo proyectil es más reciente y mayor que los conocidos hasta ahora y el Uhna-3 que estalló en el aire y cayó al mar el viernes a los pocos minutos del despegue. Sin embargo, aseguran que haría falta poder observarlo con más detenimiento para poder decir si se trata del nuevo misil balístico intercontinental (ICBM, en sus siglas en inglés) que se cree que Corea del Norte está desarrollando. Algunos expertos consideran que podría tratarse de un proyectil balístico de medio alcance, no de un ICBM, aunque los investigadores están convencidos de que Pyongyang está diseñando un cohete mayor que el Uhna-3, cuyo pasado lanzamiento estaba destinado, según Corea del Norte, a colocar un satélite de investigación en órbita, y, según Estados Unidos y otros países, fue una prueba –al final, fallida- de un misil de largo alcance.
Las imágenes de la base espacial desde la que fue disparado el Uhna-3 indican que el Norte tiene en mente un cohete más grande, ya que la torre de lanzamiento es mucho mayor de lo que era necesario para esta ocasión, según el Centro para Seguridad Internacional de la Universidad de Stanford.
Se estima que el nuevo misil intercontinental tiene un alcance de más de 10.000 kilómetros, lo que le permitiría, en teoría, llegar a la costa oeste de Estados Unidos. Sin embargo, el reciente fracaso prueba que Pyongyang está aún lejos de poder lanzar un ataque efectivo con misiles intercontinentales. Corea del Norte ha utilizado en otras ocasiones grandes desfiles militares para desvelar sus misiles. La cadena de televisión surcoreana YTN aseguró el sábado que el Norte está desarrollando un misil de largo alcance, bajo el nombre KN-08, en un programa distinto al del Uhna-3, y que ha llevado a cabo cuatro ensayos a lo largo de 16 semanas, hasta principios de este año, para mejorar los motores y el sistema de combustible.
La parada militar, en la que han participado decenas de miles de personas, ha sido el momento elegido para consolidar definitivamente a Kim Jong-un como máximo líder de Corea del Norte. El miércoles pasado fue nombrado presidente de la Comisión Militar Central del Partido de los Trabajadores y miembro permanente del Politburó, y el viernes, presidente de la todopoderosa Comisión Nacional de Defensa.
“Ofrezco mis más puros respetos y mis mayores honores a los grandes camaradas Kim Il-sung y Kim Jong-il (…) Envío mis saludos a nuestros compatriotas en Corea del Sur y en todo el mundo que se dedican a la reunificación y la prosperidad de las naciones. Avancemos hacia la victoria final”, ha dicho el joven dirigente. “La superioridad en tecnología militar ha dejado de ser un monopolio de los imperialistas. Los tiempos en que los enemigos utilizaban la bomba atómica para amenazarnos y chantajearnos se han ido para siempre”. En la plaza, las tropas gritaban “¡Mansei (larga vida)!”, informa France Presse.
“Acabamos de oír por primera vez su voz amiga y benevolente en este, su primer discurso histórico ante el pueblo”, ha afirmado un presentador en la televisión norcoreana. “Envídianos, mundo, porque tenemos la excepcional bendición concedida a nuestro pueblo y nuestro ejército”.
Corea del Sur y Japón han advertido que, tras el fracaso del lanzamiento del supuesto satélite, Pyongyang podría realizar un ensayo nuclear. “La posibilidad de una prueba adicional de un cohete de largo alcance y de un ensayo atómico, así como de una provocación militar para reforzar las solidaridad interna (en el Norte), es muy alta”, ha señalado un alto funcionario del Ministerio de Defensa surcoreano en el Parlamento. “Más vale que mantengamos presente que podrían llevar a cabo una prueba nuclear. Debemos preparar medidas de gestión de crisis porque seguramente harán algo para restablecer la dignidad dañada”, dijo el sábado el viceministro de Defensa japonés Shu Watanabe en la televisión.
La agencia surcoreana Yonhap aseguró el lunes pasado que Corea del Norte se dispone a efectuar el tercer ensayo atómico de su historia. Citó fuentes de los servicios de inteligencia del Sur sin identificar. Según estos, el Norte está realizando los preparativos “de forma clandestina” en el mismo lugar en que llevó a cabo los dos anteriores. Aseguran que imágenes de satélite han permitido ver a trabajadores perforando un túnel en la ciudad nororiental de Punggye-ri, junto a las galerías de minas que se creen que fueron utilizadas para las pruebas de 2006 y 2009.
A pesar de las protestas internacionales provocadas por el disparo del cohete, Pyongyang ha conseguido evitar nuevas sanciones por parte de la ONU, después de que Rusia acordara con China e India que no servirían para resolver la situación.
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