La violencia estalla entre palestinos e israelíes en el Día de la Tierra
Un joven muere por los disparos del Ejército en la franja de Gaza Cisjordania ha quedado cerrada a cal y canto
Poco después del rezo del mediodía, cerca de un millar de jóvenes marcharon hasta el checkpoint de Kalandia, a las afueras de la ciudad palestina de Ramala. Con su protesta, secundaron lo que los activistas propalestinos han llamado la Marcha global hacia Jerusalén, que anualmente celebra el Día de la Tierra palestino. La marcha de Kalandia, que en seguida se tornó violenta se repitió simultáneamente en otros puntos de acceso a Jerusalén y de Gaza, Cisjordania y en los vecinos Líbano y Jordania. La idea era dotar de mayor visibilidad a la alicaída causa palestina, semiolvidada por los grandes actores internacionales, ocupados con las revoluciones democráticas que florecen en la región.
El Ejército israelí se empleó a fondo para dispersar las protestas, que dejaron un palestino muerto en Gaza y más de un centenar de palestinos heridos en el resto de los territorios palestinos, según fuentes médicas y de los organizadores. Desde el inicio de la protesta, el paso de Kalandia se convirtió en una lluvia de pelotas de goma, gases lacrimógenos y skunk, el líquido fétido y pegajoso que los cañones militares israelíes escupen en este tipo de manifestaciones. Un pitido ensordecedor, que emanaba de una máquina que emite ondas sonoras de alta frecuencia completó el elenco de métodos a los que recurrió el Ejército.
Los manifestantes tiraron piedras a los soldados y quemaron neumáticos y basura. Los jóvenes más osados trataron de alcanzar el muro de hormigón israelí que rodea Ramala,- ciudad sede del Gobierno palestino- enarbolando banderas palestinas. Un reguero de ambulancias palestinas fue evacuando a los heridos a medida que la violencia se recrudecía en torno al paso fronterizo. Mustafa Barguti, el líder de la plataforma política Iniciativa fue uno de los manifestantes que resultó herido en Kalandia. Desde la cama del hospital en el que fue ingresado, Barguti explicó a los organizadores de la marcha que tiene heridas en la cabeza causadas por el impacto de un bote de humo del Ejército, mientras que portavoces militares aseguraron que el político fue herido por los propios palestinos.
“Estamos satisfechos con lo que ha sucedido hoy. Hemos conseguido hacer llegar el mensaje en contra de la ocupación y dejado de manifiesto la violencia por parte de los soldados israelíes”, consideró Saeed Yaquin, uno de los organizadores. “[Los israelíes] Han llenado nuestras ciudades de checkpoints desde primera hora de la mañana y aún así, la gente no se ha quedado en casa; han salido a protestar”, añadió. Pese a la visibilidad que logró la protesta, los números fueron mucho menores de los esperados por los organizadores.
Cisjordania quedó ayer cerrada a cal y canto. Los soldados habían recibido órdenes de no permitir a ningún manifestante acercarse a los muros y vallas que separan a Israel de sus vecinos. En Gaza se mantuvo el habitual cierre de fronteras. Un palestino de 20 años murió por los disparos del Ejército cuando se acercó junto a otros manifestantes al extremo norte de la franja, según los servicios médicos de Gaza.
En Jerusalén, los choques entre fuerzas de seguridad y manifestantes estallaron en torno a la ciudad Vieja y en las inmediaciones de la mezquita de Al Aqsa. El rezo en la Explanada de las mezquitas quedó prohibido para los hombres menores de 40 años a los que no se les permitió acudir a la oración. Policías montados a caballo dispersaron a la fuerza a la multitud concentrada frente a la puerta de Damasco, en la parte palestina de la ciudad, mientras los helicópteros sobrevolaban la ciudad durante buena parte del día.
Palestinos e israelíes se disputan Jerusalén, cuya parte oriental fue anexionada por Israel en 1967. Los palestinos aspiran a que convertir Jerusalén Este en la capital de su futuro Estado, mientras que los Israelíes desean conservar ambas partes de la ciudad que consideran indivisible.
Hubo también marchas en Jordania y en Líbano y según recogió la agencia France Presse, más de 10.000 manifestantes acudieron a la cita con el Día de la Tierra en las zonas fronterizas con Israel.
Con las marchas de los palestinos conmemoraron las protestas de marzo de 1976, cuando miles salieron a la calle para protestar por la confiscación de tierras en la Galilea. Seis palestinos murieron en las protestas en aquella ocasión.
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