El exvicepresidente Dick Cheney se somete a un trasplante de corazón
Sufrió el primero de cinco ataques al corazón en 1998 Se recupera en un hospital de Virginia, cerca de la capital federal de EE UU
El exvicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheney, ha sido sometido este sábado a un trasplante de corazón, después de haber estado 20 meses en una lista de espera para recibir el órgano, según ha revelado su oficina. El político conservador, de 71 años, ha sufrido al menos cinco infartos desde 1978.
“Aunque ni el exvicepresidente ni su familia conocen la identidad del donante, estarán por siempre agradecidos por este regalo que le ha salvado la vida”, dijo Kara Ahern, colaboradora de Cheney, en un comunicado. El transplante fue efectuado este sábado, y tras él Cheney se recuperaba en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital Inova Fairfax de Virginia.
Veterano político republicano, Cheney ha servido bajo tres presidentes: Gerald Ford y los dos George Bush, padre e hijo. Desde antes de llegar a la Casa Blanca, como jefe de gabinete de Ford en 1975, sufría ya de complicaciones cardiovasculares. Su primer ataque lo sufrió a los 37 años. En 1988 se le efectuó una cirugía de bypass cuádruple.
En sus años de vicepresidente del segundo George Bush ingresó en varias ocasiones en el hospital de la universidad de George Washington, cercano a la Casa Blanca, para tratar diversas dolencias coronarias. En 2001, por ejemplo, se le colocó un marcapasos.
Sin embargo, en todos esos años en el anterior Gobierno de la nación, entre 2001 y 2008, no sufrió ningún infarto. El último lo padeció en 2010, y entonces se le implantó un dispositivo de asistencia ventricular, que se emplea para sustituir la función de un corazón dañado.
Hace un año, en enero de 2011, Cheney admitió que el dispositivo era temporal y que los médicos le habían dicho que su única opción era un trasplante. “La tecnología ha avanzado de forma increíble”, dijo en una entrevista televisada en la cadena NBC. “Tendré que tomar pronto una decisión sobre si quiero que se me someta a un trasplante”.
Cheney fue blanco constante de las críticas contra la Administración de Bush, por sus posturas beligerantes en asuntos internacionales. Después de haber abandonado la Casa Blanca, ha sido uno de los miembros del anterior Gobierno más críticos con Barack Obama y sus programas de reforma.
El pasado mes de septiembre publicó un libro de memorias, titulado En mi tiempo, en el que reivindicaba la validez de sus argumentos para invadir Irak en 2003: en contra de las evidencias, seguía manteniendo que Saddam Hussein sí buscó uranio en Níger. Del centro de detención de Guantánamo, dijo: "Es una instalación modélica, segura, inatacable, digna”.
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