Santorum renace con tres sólidas victorias en Minnesota, Misuri y Colorado
Romney logra modestos resultados en una noche en que ve peligrar su liderazgo "Esto es una victoria para todos los conservadores y para el Tea Party", proclama Santorum
El exsenador por Pensilvania Rick Santorum ha logrado esta madrugada un gran triunfo en las primarias republicanas de Estados Unidos, al asegurarse la victoria en Misuri, Minnesota y Colorado. Logró dos contundentes victorias en los dos primeros Estados y una ventaja de más del 5% sobre Mitt Romney en el tercero. Esos avances del candidato conservador suponen un grave daño para Romney, el supuesto líder de la contienda electoral republicana. Romney aun tiene más delegados que Santorum, un centenar frente a sólo una veintena, pero este último ha ganado ya en más Estados que él.
“El movimiento conservador está vivo aquí en Misuri y en Minnesota. Esto no es sólo una victoria para nosotros, sino para todos los conservadores y para el Tea Party”, dijo Santorum en una conferencia desde Misuri, antes de que se conociera su triunfo en Colorado. “Mitt Romney tiene las mismas opiniones en materia de reforma sanitaria, medio ambiente y rescate a Wall Street que Barack Obama. Y lo cierto es que Mitt Romney no es la mejor persona para luchar por vosotros y defender vuestras voces y el ideal de la libertad en América. Yo no quiero ser la alternativa conservadora a Mitt Romney. Quiero ser la alternativa conservadora a Barack Obama”.
Las victorias de Santorum en Minnesota y Colorado son especialmente valiosas para este candidato, ya que se llevará una mayoría de los 76 delegados en juego, que se repartirán de forma proporcional. La derrota en Colorado fue además notablemente dañina para Romney. Aunque en 2008 había ganado ese Estado con un 60% de los votos, en esta ocasión apenas superó el 30%, con el 50% del voto escrutado.
Minnesota no elige a un presidente republicano desde Richard M. Nixon en 1972
Minnesota es un Estado en el que Romney también ganó en las primarias de 2008 frente a John McCain, quien entonces se aseguró la nominación. El propio Gobernador de ese Estado, Tim Pawlenty, había pedido el voto para Romney, sin ningún efecto práctico entre las bases conservadoras. Finalmente, ese candidato ha quedado tercero, por detrás del libertario Ron Paul, que no ha ganado ni uno solo de los comicios celebrados hasta la fecha.
Minnesota y Colorado son dos Estados que votaron a favor de Barack Obama en las elecciones presidenciales de 2008. Pero sus bases republicanas son muy conservadoras. Han sido ellas quienes han hecho renacer la campaña de Santorum, un candidato que mezcla el conservadurismo fiscal con la defensa de asuntos como la ilegalización del aborto y del matrimonio homosexual.
“Hace tres años, el presidente Obama después de su inauguración, dijo que si no era capaz de cambiar la economía en tres años, sería un presidente de un solo mandato. Es hora de que cumpla”, dijo Romney en un discurso desde Colorado, siguiendo con su estrategia de medirse con el presidente, en lugar de con sus contrincantes en las primarias. “Necesitamos un cambio profundo en Washington, pero Washington no se va a reformar a sí mismo, ni lo van a reformar los que llevan años allí. Yo soy en único candidato que no ha servido ni un solo día en Washington”.
En Misuri, que celebraba unas primarias no vinculantes, Santorum ganó con más del 55% de votos, doblando el número de papeletas obtenido por Romney. Éste no hizo campaña en el Estado porque de los comicios de anoche no se obtuvo ningún delegado. Aún vendrán unos caucuses (asambleas donde se debate sobre candidatos y se vota a mano alzada o con papeletas), el 17 de marzo, en los que sí que se repartirán los delegados pertinentes.
De hecho, en Misuri, Santorum se llevó todo el voto conservador, porque la campaña de Gingrich no presentó los formularios a tiempo, y el nombre de este último quedó fuera de las papeletas. Lejos queda ya la victoria de Gingrich en Carolina del Sur, en enero, cuando se convirtió en breve abanderado del voto conservador. Anoche Santorum tomó el relevo al ganar en la inmensa mayoría de condados del Estado. Su victoria allí, aunque no le otorgue delegados, tiene un gran peso simbólico, ya que es un Estado de grandes bases conservadoras.
Ese es el voto que se le ha resistido a Romney, que ha diseñado una campaña basada en su experiencia empresarial, pero de quien recelan los votantes evangélicos y baptistas, por su fe mormona, entre otros motivos. En los primeros comicios, los de Iowa, ya ganó Santorum. Las dos victorias consecutivas de Romney en Florida y Nevada parecían augurarle un camino más fácil hacia la nominación, pero esta noche esas esperanzas del candidato se han esfumado.
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