Pakistán se debate entre “la democracia y la dictadura”
El primer ministro Gilani recurre al Parlamento ante las crecientes dificultades del Gobierno con los militares
En un dramático discurso ante el Parlamento, transmitido en vivo por la televisión nacional, el primer ministro paquistaní, Yusuf Raza Gilani, ha instado hoy a los diputados a elegir entre “democracia y dictadura”. Gilani ha recurrido al Parlamento ante las crecientes dificultades de su Gobierno con los militares, que han gobernado Pakistán con puño de hierro más de la mitad de sus 65 años de historia como nación.
Necesitado más que nunca de apoyos para hacer frente a la inestabilidad reinante, el Partido Popular de Pakistán (PPP), principal formación de la coalición gobernante, ha recurrido a uno de sus socios el Partido Nacionalista Awami (ANP, en su siglas en inglés) para plantear una moción de confianza, que comenzará a debatirse el lunes. Ese día, precisamente, expira el plazo dado por el Tribunal Supremo al Gobierno para que reabra distintos casos de corrupción política, el otro gran frente abierto contra el Ejecutivo.
El Gobierno no solo está enfrentado a los militares sino también al Tribunal Supremo desde que sus jueces decidieran revocar una amnistía concedida a distintos políticos, incluido el presidente Asif Ali Zardari, lo que es interpretado como una amenaza directa de las máximas instancias judiciales al viudo de la asesinada exprimera ministra Benazir Bhutto y heredero de su liderazgo del PPP.
Zardari, que era conocido como Mister 10%, por las comisiones que exigió como intermediario durante los dos Gobiernos de su esposa (1988-1990 y 1993-1996), pasó 11 años en prisión y se le permitió salir de la cárcel en 2004 para exiliarse. Pero en marzo de 2008 fue exonerado del último cargo por corrupción que tenía pendiente para que pudiera convertirse en primer ministro. Otros seis cargos habían sido borrados por la amnistía promulgada el año anterior por el general Pervez Musharraf para facilitar la vuelta del exilio de Benazir Bhutto y su esposo.
Zardari ha regresado hoy a Islamabad, tras un viaje de un día a Dubái, que fue muy criticado porque abandonaba el país en plena crisis. Su salida hizo temer que ayer se produjera un golpe de Estado. Su portavoz aseguró que viajó para una consulta médica, pero otras personas cercanas a él dijeron que acudió a una boda.
La moción de confianza llega en mitad de un duro enfrentamiento entre Gilani y el Ejército, desencadenado por el llamado memogate, la denuncia de que el Ejecutivo pidió a Estados Unidos que interviniese en caso de que se produjera un golpe de Estado. El escándalo, negado por el Gobierno, ha causado de momento, el cese el miércoles del ministro de Defensa y teniente general en la reserva Naim Jalid Lodi, cercano al máximo jefe del Ejército, general Ashfaq Pervez Kiyani. Antes fue destituido un confidente de Zardari y supuesto mediador en la petición a Washington, el exembajador de Pakistán en EE UU Husain Haqqani.
Gilani ha dicho a los diputados que no va a rogarles su voto de confianza porque ellos son los primeros que deben de velar por la democracia del país y que en estas circunstancias, cualquier movimiento contra el Gobierno será contra la democracia. "Ahora tenemos que decidir si debemos de tener democracia o dictadura en este país. Si hemos cometido errores, no significa que el Parlamento o la democracia deban pagar por ellos", ha dicho el primer ministro.
No está claro si esta moción de confianza pretende ser un gesto de unidad política frente a los militares o se trata de una acción a la desesperada, aunque todo apunta a que Gilani logrará ganar la moción y salvar el Gobierno.
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