Miles de peregrinos acuden a Belén
“Palestina celebra la esperanza” es el lema escogido por las autoridades para cerrar el año
Cristianos greco-ortodoxos, luteranos, anglicanos o católicos se concentraban desde el mediodía cerca de la Iglesia de la Natividad de Belén para ver la llegada de la tradicional procesión que acompaña al patriarca latino de Jerusalén, Fuad Twual, máxima autoridad de la Iglesia Católica-Romana en Tierra Santa.
La llegada del séquito religioso estaba prevista para antes de las dos del mediodía pero no ha sido hasta las tres que monseñor Twal ha hecho su aparición junto a centenar de franciscanos vestidos de blanco y escoltados por los caballos y los setenta coches procedentes de Jerusalén que le acompañaban. Un camino que, antes de la existencia del muro de separación que divide Cisjordania (levantado por Israel en 2003), se realizaba a pie. “Ahora no es posible. Los israelíes sólo nos dejan cruzar el muro en coche y por supuesto de forma excepcional”, dice Xavi Abu Eid, un chileno de padres palestinos y portavoz de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).
“Vivimos en un gueto rodeados de asentamientos y de hormigón pero aún así queremos celebrar estas fiestas como se lleva haciendo en Belén desde hace 2000 años”, añade. Fayed Sakka, diputado de Al Fatah, partido mayoritario en la OLP y en la Autoridad Nacional Palestina, (ANP) agrega a unos metros mientras esperan la llegada de la procesión: “Desde Palestina les felicitamos las fiestas a los españoles y les mandamos un mensaje de paz, el mismo que deseamos para nuestro pueblo en el 2012”.
Incremento del turismo
Aunque la ocupación hotelera se ha incrementado este año algo más del 12%, y dos millones y medio de turistas han visitado la ciudad, los comerciantes y empresarios palestinos de Belén se quejan. "El problema es que muchos turistas vienen a ver la Iglesia de la Natividad y después se marchan", dice Hassan, de la tienda de souvernirs Bethlehem Masters, situada en la vía de acceso a la plaza del pesebre.
Unos 2.000 cristianos de la ciudad de Belén (de los 50.000 que viven en todo el Gobernorado, que incluye a las ciudades colindantes de Beit Jala y Beit Sahour) obtienen sus ingresos de la artesanía y la venta de la madera de olivo. Un negocio que representa el 15% de la economía local pero mermado por la ocupación israelí aunque las autoridades pretendan insuflar un aire positivo a la ciudad con el lema de las fiestas navideñas de este 2011, “Palestina celebra la esperanza”.
Los peregrinos y feligreses que integran la amalgama de colores de la plaza proceden de todas las partes del mundo. “Es muy emocionante celebrar la navidad en Belén y ver la cantidad de cristianos que hay”, dice una peregrina andaluza residente en Suiza detrás de una de las vallas que la policía palestina ha dispuesto para marcar el camino de la procesión. Dos Papá Noel montados en un vehículo cuatro por cuatro o un árbol de Navidad atípico, donde el tronco está formado por un muro y las bolas de adorno por granadas de plástico, ponen la nota de color a un espacio compartido tanto por cristianos como por musulmanes. Éstos disfrutan del ambiente, amenizado por varios grupos de música locales y las gaitas de las agrupaciones cristianas de scouts, mayoritariamente procedentes de Belen y Ramala (los cristianos de Gaza no pueden salir de la Franja).
Por la noche, el presidente de la ANP, Mahmoud Abbás, que ha llegado a media tarde acompañado del primer Ministro Jordano y escoltado por otro séquito de un centenar de personas, asistirá a la tradicional misa del gallo después de haber cenado en la Iglesia de la Natividad con el patriarca latino de Jerusalén.
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