Se recrudece la represión en Siria antes de la llegada de los observadores árabes
Las fuerzas del régimen de El Asad han matado a más de 100 personas en las últimas 24 horas, según fuentes de la oposición El jueves llegará a Damasco la primera delegación de observadores de la Liga Árabe
Una de cal y otra de arena. El régimen de Bachar el Asad sigue enrocado en su violento cinismo ante las protestas internas y las presiones internacionales. Mientras se recrudece la represión contra la oposición en Siria con más de cien victimas en las últimas 24 horas, el régimen ha decidido permitir el acceso a un grupo de observadores de la Liga Árabe para comprobar si las autoridades de Damasco respetan la hoja de ruta acordada para solucionar la crisis interna y hacer cesar la violencia.
Esta primera delegación llegará el próximo jueves a Damasco después de que Siria firmara ayer el protocolo que permite el trabajo de esa misión, ha informado hoy una fuente de la organización panárabe. El grupo de observadores, en que viajará el asistente de la Secretaría General de la Liga Árabe, el egipcio Saif Al Yazal, incluirá 12 juristas y expertos en asuntos de seguridad de distintos países árabes. A esa primera delegación seguirán otras que incluirán a activistas y organizaciones de derechos humanos. La fuente ha apuntado que esas misiones comprobarán si las autoridades sirias respetan la hoja de ruta árabe para solucionar la crisis en este país que estipula, entre otras cosas, el cese de la violencia, la protección de los civiles y la retirada de elementos armados de las poblaciones.
Mientras se suceden los movimientos diplomáticos, sigue la violencia represora del régimen de El Asad. En los últimos días, en Siria han muerto más de un centenar de personas por la represión de las fuerzas de seguridad, según fuentes de la oposición. Hoy han muerto al menos nueve personas, entre ellas una mujer, por disparos del Ejército sirio en varias provincias del país, han informado los opositores Comités de Coordinación Local. Según este grupo, tres personas han fallecido en la provincia de Homs (centro), tres más en Idlib (norte), dos en Hama (centro) y una en Alepo (norte).
Ayer un centenar de personas murieron a manos de las fuerzas de seguridad, según informó el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos. El presidente de esta ONG, Rami Abdul Rahman, ha dicho que un centenar de desertores resultaron muertos o heridos durante un enfrentamiento entre el Ejército sirio y grupos de disidentes entre las poblaciones de Kafr Eid y Al Fatira, en la provincia de Idlib. En esa misma provincia el Ejército continúa las operaciones de represión de la oposición y hoy han sido bombardeadas las zonas de Balyun y Al Mozra con artillería pesada, según el Observatorio. Idlib, uno de los bastiones de la oposición, es actualmente escenario de enfrentamientos entre el Ejército y soldados disidentes.
Entre las víctimas de ayer, más de 60 desertores del Ejército murieron por disparos de ametralladora en el momento en que intentaban escapar de su base, según indicó la organización, que citó como fuente a algunos supervivientes heridos. Asimismo, alrededor de 40 civiles murieron durante la represión de las protestas en distintos puntos del país y tres soldados perdieron la vida en un enfrentamiento con militares desertores rebeldes en la provincia de Idlib, según el Observatorio, con sede en Reino Unido. La agencia estatal de noticias SANA ha asegurado que las fuerzas de seguridad habían matado a al menos un "terrorista" y heridos a otros varios.
Endurecimiento de las penas
Por otro lado, la agencia oficial de noticias siria, Sana, ha hecho pública hoy la aprobación de una ley que contempla la pena de muerte para quien distribuya armas con el objetivo de cometer atentados terroristas. Además, la norma fija condenas de 15 años de trabajos forzados para quienes roben armamento y a trabajos forzados de por vida para los que lo hurten con el objetivo de traficar o cometer actos terroristas.
El Gobierno del presidente sirio, Bachar el Asad, sostiene que grupos terroristas son los responsables de la violencia que desde mediados del pasado mes de marzo sacude el país, mientras que la oposición al régimen contradice esta versión y denuncia la dureza de la represión del Ejército sobre los manifestantes. Siria firmó ayer el protocolo propuesto por la Liga Árabe para enviar una delegación de observadores al país, donde, según la ONU, más de 5.000 personas han muerto desde que comenzaron las manifestaciones en contra del régimen a mediados de marzo. La ONG pro derechos humanos Amnistía Internacional eleva esta cifra a 15.000.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.