Berlusconi acude al Tribunal de Milán por el proceso Mediaset

Por primera vez desde que dejó el cargo de primer ministro, Silvio Berlusconi se sentó ayer ante el Tribunal de Milán por su supuesta implicación en el caso Mediaset, en el que está acusado de un delito de fraude fiscal. Hasta ahora Berlusconi, que tiene con este tres procesos judiciales pendientes, se había acogido al "legítimo impedimento" en numerosas ocasiones para no acudir a las audiencias preliminares y a las vistas de los juicios en los que estaba imputado, pero no podrá volver a hacerlo porque ya no ostenta el cargo de primer ministro.

De hecho, la continua acogida al "legítimo impedimento" del antiguo presidente del Gobierno hizo que el Tribunal de Milán que lleva el caso Mediaset rechazase en varias ocasiones, la última el pasado 5 de octubre, las peticiones de los letrados para aplazar las audiencias de este juicio.

Al término de la audiencia, Berlusconi comentó a los periodistas que nadie le ha pedido hasta el momento someterse a un interrogatorio y que, si se lo pidieran, lo aceptaría "con alegría", y explicó que tiene asimismo intención de declarar en el juicio Mills, otro de los que tiene pendientes en Milán, en el que está imputado por un supuesto delito de corrupción.

El exprimer ministro también hizo referencia al caso Ruby, en el que se le juzga por supuesto abuso de poder e incitación a la prostitución de menores. Dijo que el hecho de que los jueces -en la otra rama del proceso, que ve como imputados a tres personas del entorno del Cavaliere- consideraran ayer "parte lesa" a las chicas que acudieron a fiestas en su mansión de Arcore, era una "es la más grande tontería". Y añadió: "Es mucho peor: son víctimas de los fiscales de Milán y del juez que ha dado vía libre al proceso. Su único error fue aceptar una invitación a cenar por parte del presidente del Gobierno".