Ai Weiwei deposita un millón de euros contra la acusación de evasión fiscal
El artista y disidente tiene pocas esperanzas de ganar el caso
El artista y disidente chino Ai Weiwei ha pagado hoy una garantía de 8,45 millones de yuanes (983.200 euros) para poder luchar contra las acusaciones de evasión de impuestos de que es objeto por parte de las autoridades, ante el temor de lo que pudiera ocurrirle a su esposa y sus socios. Los responsables de la oficina de impuestos habían amenazado con trasladar el caso a la policía si no abonaba antes del 16 de noviembre los 15 millones de yuanes (1,74 millones de euros) que le son reclamados. Ai ha depositado el dinero en una cuenta de la oficina recaudatoria, lo que le permite luchar contra la acusación, aunque, según ha dicho, tiene pocas esperanzas de ganar el caso. Los seguidores de Ai aseguran que todo es un montaje para castigar al artista por sus críticas al Gobierno.
Ai, de 54 años, afirma que las autoridades no le han mostrado ninguna prueba de la supuesta evasión de impuestos y que no ha podido reunirse con el director ni el contable de la compañía Beijing Fake Cultural Development, que es la que gestiona sus proyectos artísticos. La empresa es propiedad de su esposa, Lu Qing, quien es la representante legal. Pero Ai dice que nada de eso importa en China porque quienes están en el poder tienen el derecho de hacer lo que quieren.
Casi 30.000 simpatizantes han enviado a Ai Weiwei un total de 8,69 millones de yuanes (un millón de euros) para hacer frente al pago. El artista ha prometido que les devolverá el dinero.
Ai y sus abogados no querían depositar la garantía en la cuenta de la oficina de impuestos por temor a que esto fuera visto como una admisión de la culpa y porque piensan que, si ganasen el caso, sería difícil recuperar el dinero. A cambio, presentaron un certificado bancario de que tenían la cantidad necesaria. Esto fue rechazado por las autoridades, lo que es ilegal, según sus abogados.
El artista cree que si el caso hubiera sido transferido a la policía, es posible que su esposa hubiese sido detenida, y también, el director de la compañía y el contable (a estos dos, no ha podido contactarlos desde que fue liberado el 22 de junio). Asegura que por ello está luchando contra la acusación. La policía también podría detenerle de nuevo a él, aunque solo sea el diseñador de la compañía.
Sin esperanza
Ai Weiwei tiene ahora 60 días para pedir que se revise el caso, pero cree que no valdrá de nada. “Todo el proceso, cada paso, hasta hoy, ha sido ilegal e inaceptable. No ha habido explicación, así que es muy difícil confiar en que nuestra apelación para que se produzca una revisión administrativa tenga una respuesta razonable”, ha asegurado tras pagar la garantía, informa Reuters. “Incluso, aunque haya pagado el dinero, pueden detener el proceso de apelación. Incluso, aunque haya pedido una revisión administrativa, pueden ignorarme. No tenemos esperanzas. Lo único que podemos hacer ahora es que este asunto sea abierto, que el público lo pueda ver”.
El artista cree que Pekín ha ido contra él no por el dinero sino por “motivos políticos”. “Quieren que la gente piense que soy un evasor de impuestos, que soy un mentiroso o lo que sea”. “Esto ha incrementado la desconfianza de la sociedad en el Gobierno, su desconfianza en la ley. ¿Quién es el mentiroso? ¿Quién es el que no se atreve a discutir este asunto de forma abierta?”
Aunque la inmensa mayoría de la población china no sabe nada del conflicto; muchos internautas lo siguen con atención e ira, a pesar de la censura. Casi 30.000 han enviado dinero para apoyar a Ai Weiwei, convirtiendo sus contribuciones económicas en una especie de voto de sanción -con nombre y apellido, en una gran parte- contra las autoridades. Algo fuera de lo común en este país, por el riesgo de represalias que corren quienes apoyan a los críticos contra el régimen.
Entre quienes han contribuido con dinero, está el activista Hu Jia, quien salió de la cárcel en junio pasado tras cumplir una condena de tres años y medio por “subversión del poder del Estado”. Hu ha dicho que ha donado 1.000 yuanes (116 euros) a Ai para mostrar su “gran gratitud y respeto por lo que ha hecho”.
En una entrada publicada este lunes en el servicio de mensajes cortos Twitter, que está censurado en China, Hu cuenta cómo a primeras horas de la tarde del lunes se encontraba con unos amigos en un café de Pekín cuando alguien gritó en una mesa a su lado “El departamento de impuestos no acepta el dinero”, en referencia al rechazo del certificado bancario presentado. “No nos conocíamos, pero sentimos que algo unía nuestros corazones. Me levanté y le pregunté la fuente de la información (…) Todo el mundo estaba muy excitado en el café”, escribe en Twitter. Acto seguido, Hu Jia llamó a una ayudante de Ai Weiwei para preguntarle por lo ocurrido.
Para el Gobierno, el caso contra Ai Weiwei es crucial, ya que se trata de dar un escarmiento público para dejar bien claro que nadie –ni siquiera el artista más famoso de China- puede desafiar al Partido Comunista. Ai, conocido, entre otros, por su diseño del Estadio Olímpico de Pekín (el Nido de Pájaro), fue detenido el pasado 3 de abril y permaneció en manos de las autoridades sin cargos durante casi tres meses. Su desaparición provocó numerosas protestas internacionales. Fue soltado el 22 de junio, bajo fianza, tras ser acusado de crímenes económicos. Su detención se produjo en medio de una dura campaña de arrestos y desapariciones de disidentes y activistas, ante el miedo del Gobierno al contagio de las revoluciones ocurridas en el norte de África y Oriente Medio.
El artista provoca a la censura china con un vídeo en la Red
Ai Weiwei se ha filmado en un vídeo cantando y bailando una canción considerada un insulto por el régimen de Pekín a petición de uno de los donantes de su campaña para pagar la multa de 2,3 millones de dólares (1,7 millones de euros) por supuesta evasión fiscal.
En el vídeo, que circula por Youtube, el artista de 54 años entona la versión infantil de lo que se ha convertido en un himno para los internautas disidentes chinos: "Cao Ni Ma", literalmente "hierba", "barro" y "caballo", pero cuya pronunciación se parece en chino a "jode a tu madre".
El 'Cao Ni Ma' o 'caballo de barro y hierba', es un insulto contra la censura y se ha materializado entre la disidencia en un animal de ficción muy parecido a una alpaca, con el que el artista posó desnudo cubriendo sus genitales, y que le valió acusaciones de pornografía durante su detención ilegal de 81 días desde abril. La descripción de la foto de Ai Weiwei en chino, 'cubre el centro con la alpaca', suena como 'jode a tu madre Comité Central del Partido (Comunista)'.
Al empezar el vídeo, los subtítulos indican que "de acuerdo con la petición de un prestamista, el famoso artista Ai Weiwei canta la versión infantil de Cao Ni Ma... Aunque no recuerda bien la letra". En un primer plano, el artista de 54 años intenta mantener la seriedad al empezar a sonar la canción, con la sintonía de 'Los Pitufos' mientras se tambalea rítmicamente con su iPad en la mano.
El vídeo muestra los subtítulos de la canción como en un karaoke: "En un lugar amplio y bello, había un grupo de Caonima (alpacas), son bellos e inteligentes, son indisciplinados y ágiles. Viven con libertad en el desierto del Gobi de Caonima, son fuertes, valientes, vencen los ambientes difíciles".
El juego de palabras para asemejar los insultos contra la censura china continúan con una alpaca que "se reclina", que suena parecido a "joder" ("cao") en chino, o cuando la canción menciona al "cangrejo de río" ("hexie") otro guiño de los internautas contra la 'armonía' que proclama el presidente chino, Hu Jintao.
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