La policía redobla las detenciones de indignados en Estados Unidos
Seis arrestados en Washington después de una redada masiva en Boston. Sigue creciendo el campamento frente a la Casa Blanca
En incidentes separados, los indignados que han acampado en las calles de diversas grandes ciudades norteamericanas han protagonizado tensos intercambios con los agentes de policía, que han acabado arrestando a más de un centenar de ellos. En la madrugada del lunes al martes, la policía de Boston trató de desmantelar una acampada de manifestantes en la ciudad, y tras un enfrentamiento con ellos, acabó arrestando a más de 100. En Washington, los indignados trataron de ocupar un edificio de oficinas del Senado, cerca del Capitolio. La policía metropolitana arrestó a seis de ellos. En Chicago, hubo 21 detenciones tras dos manifestaciones convocadas por el movimiento Stand up Chicago.
La batida en el Rose Kennedy Greenway de Boston comenzó a la una y media de la madrugada, más de una semana después de que comenzara la acampada. Los agentes de policía tenían la misión de desalojar a los manifestantes en un perímetro en el que, en un principio, les había prohibido acampar. En los últimos días, los indignados se han expandido más allá de esos límites. El gobierno local les había pedido que se marcharan de esa zona de forma voluntaria. Podían permanecer en un área ajardinada, muy limitada. El movimiento, bautizado como Occupy Boston, acusó a la policía de “brutales agresiones”.
Unos 200 agentes de policía rodearon a los manifestantes a la una y veinte de la madrugada. Les dio dos minutos para dispersarse. El superintendente de policía William Evans coordinó en persona la operación. Ante la resistencia de los indignados, la policía cargó y acabó deteniendo a más de un centenar de indignados, por allanamiento. Los manifestantes cantaban lemas como “la gente, unida, no será vencida” y “el mundo entero os está observando”. Posteriormente, el alcalde de Boston, el demócrata Thomas Menino, dijo que entendía las protestas de los indignados, pero que era su obligación dispersarlos.
En Washington, unas 100 personas concentraron también el martes en el interior del edificio Hart, que contiene oficinas del Senado federal. Portaban pancartas con lemas como “nosotros somos el 99%” o “detened las guerras”. Grupos pacifistas como Code Pink llevaban meses planificando la protesta, en oposición a los 10 años de guerra en Afganistán. Recientemente se les unió el movimiento Occupy DC, el destacamento en Washington de Occupy Wall Street. El lema del 99% se refiere a una queja de los indignados de que el 1% más rico de la población tiene demasiados recursos y excesivo poder en la sociedad. La policía del Capitolio arrestó a seis de ellos por ocupar el interior del edificio y protestar allí.
Al otro extremo de la avenida de Pensilvania, frente a la Casa Blanca, el campamento de indignados sigue creciendo. Hoy había unas 60 personas en la plaza de MacPherson, un considerable aumento respecto a los días pasados. A día de hoy hay tiendas de campaña, sacos de dormir y mesas desde las que se distribuye comida. Los manifestantes aseguran que se irán reforzando de cara a la gran manifestación de protesta mundial contra la desigualdad, convocada para el sábado, 15 de octubre.
En Chicago, fueron 21 los detenidos el martes tras dos manifestaciones convocadas por la coalición Stan Up Chicago. 16 de ellos fueron arrestados en una protesta ante el hotel Hyatt Regency, en el centro de la ciudad, donde se llavaba a cabo la conferencia anual de la Asociación de Banqueros Hipotecarios. Además, cinco mujeres de entre 55 y 80 años del grupo Action Now fueron arrestadas tras tomar la basura de una casa desahuciada por el Bank of America y depositarla en una de las oficinas del banco.
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