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Reportaje:Seis días en Mogadiscio

El periodista escoltado o la lógica de la protección armada...

El periodista de Canal Plus Jon Sistiaga inicia un relato desde la capital de Somalia para contar la situación caótica que se vive en el país

Nuestro fixer, nuestro hombre aquí en Mogadiscio, nos lo explica de manera muy gráfica. Para que lo entendáis, dice: "Vuestro problema es la piel. Sois blancos. Se os ve a un kilómetro. No puedo dejaros ir con las ventanillas abiertas del coche, porque todo el mundo va a saber que ahí van dos blancos y los islamistas nos pueden emboscar. No puedo dejaros andar solos por las calles porque os van a matar, o en el peor de los casos a secuestrar... Así que o seguís mis instrucciones o buscáis a otro..." Bashir Yusuf, nuestro hombre, no bromea. Es de los pocos en los que se puede confiar en este Mogadiscio anárquico y bárbaro: Yusuf garantiza tu seguridad siempre y cuando sigas sus instrucciones. Es la lógica de la protección armada, la única manera de trabajar ahora mismo en Somalia para periodistas, cooperantes o funcionarios de la ONU.

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Hacer periodismo escoltado es incómodo, seguramente hasta desagradable, y sobre todo frustrante. No puedes parar donde quieras, no puedes hablar con quien te apetece, no puedes cambiar los planes o modificar la agenda... Asumir esa lógica de protección limita considerablemente la labor del reportero. Ir con una escolta de 14 milicianos armados hasta los dientes, que se despliegan en cuadrícula cada vez que paramos, que rastrean la zona antes de que accedamos, intimida a cualquiera. "Jon, cualquiera puede ser un quintacolumnista de Al Sabhab, y esos son Al Qaeda", nos repite Farah, nuestro traductor, para justificar ese tremendo despliegue. Cuando le digo que están limitando mi acceso a la información me mira como si le hubiera hablado en marciano, en lugar de inglés.

¿Dónde está Dios?

Y aun así, me repito a mí mismo y en eso está de acuerdo mi compañero Hernan Zin con el que estoy rodando este reportaje para Canal Plus, es la única manera. Y aun así, nos repetimos cada vez que regresamos a la relativa seguridad del Hotel Peace (nótese la ironía del nombre), estamos viendo historias terribles de una ciudad depredada por sus propios habitantes. Un lugar hobbesiano, donde el hombre es el peor enemigo de sí mismo. Donde no funciona aquello de "El enemigo de mi enemigo es mi amigo", porque aquí no hay amigos, solo intereses. Lealtades volátiles que cambian dependiendo de quien pague mas. Hoy el Primer Ministro de Somalia, Hussein Arab Isse, nos ha recibido y nos ha dicho que su ejercito ya controla el 100% de Mogadiscio. Bueno, le digo, su ejército y los señores de la guerra que ahora le apoyan, pero que antes apoyaron a los islamistas radicales. Qué harán esas milicias cuando sean tentadas por otros intereses es lo que no ha sabido responder.

Nos ha extrañado lo fácil que ha sido entrar en el Hospital Pedriático de Benassir: "Es que la milicia que controla la entrada al hospital es del mismo clan que nuestro jefe de seguridad", me dice Farah sonriendo. En su interior decenas de niños y niñas de menos de cinco años, famélicos, yacen inmóviles en jergones sucios junto a sus padres. El médico que nos atiende nos hace un diagnóstico certero de los síntomas de la malnutrición: diarrea, perdida de masa muscular, ceguera en algunos casos, en fin, me dice, "que se mueren de hambre". Me quedo pensando en esa expresión tan despectiva entre nosotros y tan real entre ellos. El doctor Abdurrahman coloca una vía a una cría de cuatro años que solo pesa nueve kilos. Se llama Nastuso. "¿Se salvará?", le pregunto. "Insha Alá (Si Dios quiere)", me responde. "¿Y dónde ha estado Dios hasta ahora?", le suelto sin poder contenerme. Me mira un segundo y se encoge de hombros mientras coloca el suero y sigue luchando por salvar vidas.

Cuando vuelvo al hotel pregunto a Yusuf porque los escoltas duermen fuera del muro: "Es que no confió del todo en ellos", responde. Es solo precaución.

El periodista Hernan Zin rodando para Reportajes Canal Plus en el centro de Mogadiscio.
El periodista Hernan Zin rodando para Reportajes Canal Plus en el centro de Mogadiscio.

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