La prensa acusa a Dirceu de conspirar contra Rousseff

La revista Veja salió ayer a la calle dedicando su portada a lo que algunos analistas políticos han calificado como "una de las más contundentes e importantes informaciones publicadas en los últimos años por la prensa de Brasil". La portada la ocupa una foto de José Dirceu, que fue ministro del expresidente Lula da Silva, con gafas oscuras y bajo el título: El poderoso jefazo. Y un subtítulo: El exministro Dirceu crea un Gabinete en un hotel de Brasilia donde recibe a importantes personalidades de la república y conspira contra el Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff.

La revista ilustra el reportaje con las fotos y los nombres de importantes personajes políticos junto a Dirceu en el hotel. Entre ellos figuran, entre otros, el presidente de Petrobrás, José Sérgio Gabrielli; el ministro de Industria y Comercio, Fernando Pimentel; el líder del Gobierno en la Cámara de Diputados, Candido Vacarezza, y senadores de relieve como Delcidio Amaral, Walter Pinheiro o Lindeberg Farias, todos del Partido de los Trabajadores (PT), así como dos miembros del opositor Partido Socialdemócrata de Brasil (PSDB), Eduardo Gomes y Eduardo Siqueira Campos.

Dirceu había sido una especie de primer ministro de Lula. A pesar de estar bajo proceso en el Supremo, acusado de haber sido "el jefe de la cuadrilla" que organizó el escándalo político del soborno a los diputados en 2005 que le costó el cargo y su escaño en el Parlamento y que casi provoca la dimisión de Lula, continúa siendo el hombre más poderoso del PT después del expresidente.

Según la revista, las reuniones secretas con Dirceu tendrían como finalidad forzar la colocación de sus hombres de confianza en el Gobierno de Rousseff. El exministro, hoy consejero de empresas privadas, mantiene un gran poder en Brasilia, y según algunos expertos, una relación de "amor y odio" con la presidenta, su excompañera de guerrilla durante la dictadura. La misma que mantiene con Lula.

Dirceu, al contrario que Lula y Rousseff, es hombre del aparato del PT, del que fue presidente, y siempre ha criticado a Lula por ser más lulista que petista.

Según la revista, Rousseff conocería las conspiraciones de Dirceu y por ello no se ha dejado influenciar hasta ahora por sus maniobras.

Hasta el último momento, Dirceu intentó por varios medios impedir que la revista Veja, el semanario político más importante del país, saliera a la calle. Alegaba que esta había "violado su intimidad".

Fue en vano.