El milagro del poder personal es que su carencia de límites alcanza incluso a los usos del lenguaje. Quien tiene todo el poder posee también la capacidad de dar sentido distinto y peculiar a las palabras. Puede invertir incluso los flujos del sentido. Si el enemigo y el adversario pueden ser identificados con bacterias, plagas o enfermedades, ¿por qué no sería posible tratar a la enfermedad literal, al cáncer por ejemplo, como si fuera un enemigo imperialista al que hay que vencer? Si el caudillo posee la capacidad casi física de presentarse como la encarnación humana de la patria, ¿qué le impediría convertir a la patria en el cuerpo terrestre sobre el que se producen las batallas biológicas entre la vida y la muerte? Si el jefe carismático es también la síntesis de la historia, ¿cómo no concebir una historia que sea la expresión de la vida del jefe carismático?
La escenificación de estos combates gloriosos llega con el histrionismo de Chávez a cimas inigualables, en las que todos los abusos del lenguaje son posibles y todos los sincretismos, religiosos y políticos, obligados. Los ídolos disponibles desfilan en esta ceremonia: el dios de sus padres, el manto de la Virgen, los espíritus de la sabana, la Vida de ‘gracias la vida que he amado tanto’, Simón Bolivar por supuesto y Fidel Castro, convertido en comandante de las legiones venezolanas y cubanas de médicos que combaten en esta batalla. El caudillo enfermo hace ondear y besa la bandera, levanta el puño en alto, hace la señal de la cruz, saluda militarmente y termina de cantor y director del coro del pueblo que entona el himno nacional.
Está en el Balcón del Pueblo. ¿Y qué se hace desde el balcón del Pueblo? Vitorear a grito pelado: a Fidel, a Cuba, a la Vida. ¿No falta nadie? Sí, finalmente, a sí mismo: el enfermo que ha rondado la muerte grita ¡Viva Chávez!. Es lo mínimo que puede desear un enfermo aquejado de una enfermedad mortal, seguir viviendo. Es lo que da mayor sentido a una convocatoria así: viva yo. Andrés Oppenheimer, muy agudamente, ha llamado a ese fenómeno narcisismo-leninismo.
Comentarios
Qué diferencia con el dramaturgo de lujo que es Gala, a quien deseo que gane la batalla que hoy ha anunciado que libra. Lo de Chávez puede que sea lo que apunta Oppenheimer, pero lo que no sé es cómo tildar el comportamiento del pueblo rendido a tanto histrionismo, en el supuesto de que se pueda ser histrión de uno mismo, como parece el caso del caudillo bolivariano del siglo XI.
A estas alturas, lo que se diga o se deje de decir respecto a Hugo Chavez tiene ya carácter anecdótico y valor informativo escaso; además sería mas apropiado enfocar sobre las raíces de un problema y no irse por las ramas.Hablando de raíces, me llama la atención que pocos medios se hayan hecho eco de un acontecimiento que parece importante, y que promete ser sumamente instructivo. Si las declaraciones de hoy de Tarcisio Bertone son ciertas, se nos informa que el Vaticano tiene previsto desvelar en febrero próximo, una parte del material -unos cien documentos escogidos- que guardan sus archivos secretos, respecto a los acontecimientos acaecidos durante la II Guerra mundial. Será muy interesante saber si Pio XII colaboró con Hitler, y otros temas de igual calibre. Bueno, ya se verá.Respecto al "viva yo", sólo podría decir, que es la dolencia favorita de la gran mayoría de politicos, gobernántes, y otras aves de rapiña de alto vuelo. El narcicismo no son monopolio de reyes, papas o potentados. Y todo aquel que lo practica -o hace apología de él- es el afortunado personaje con billete garantizado a ser paciente de un hospital siquiátrico. Un saludo.
Narcisismo leninismo?Quizas hay que hablar tambien de narcisismo capitalismo,o estos pseudemocratas en sus alocuciones con sus gestos sus caras y sus miserias escondidas no son igual que chavez?Este hombre por lo menos habla claro para bien o para mal.A ver si toman nota nuestros dependientes dirigentes en sus cumbres y derroches aprenden a ser sinceros ,para empezar con ellos mismos....
No es solo inimaginable la posible operación de marketing político incubada en el colon chavista por quienes escuchan al cuadillo con los ojos nublados por lágrimas con que pagan a quien suponen redentor de sus sufrimientos reales, mientras cabalgan el potro salvaje de la emoción personal que les aleja de las áridas sabanas del entendimiento racional del mundo en que viven, sino que también las palabras gozan y se ufanan de su poder para gobernarnos -de manera diferente, según convenga a la lengua y cultura en la que ejercen su poder-. Y como he pensado, al leer y "ver" las noticias sobre "el regreso de Chávez" y su puesta en escena mediatica, casi lo mismo que usted, aunque con "sintaxis de ideas" algo diferente -¡como es natural!-, agradezco el alivio que ha dado a mi soledad leerle y encontrar en lo que sugieres una equiesencia de percepciones que hace sentirme menos solo en este tiempo de globalización donde la abrumadora y contradictoria masa de noticias y datos castran, automáticamente, cualquier intento de lucidez y coherencia que, sea aquí o allá, intente ayudar a "entender" qué pasá, sea la hora de elegir residencia, comida, vestir y/o decidir con quien "hacer el amor". Todos ellos derechos que, como sabemos, no son disfrutados con la misma equidad en todas las partes en que está dividido nuestro pequeño planeta -no solo física y "nacionalmente", también en "lo espíritual"-, gracias a la robusta y sólida ignorancia de nuestra especie que, a pesar de ella, mejora. ¿Por qué? No lo sé.
LB
¿Narcicismo-leninismo? Aunque suene y se lea bonito, el término carece de sentido y no explica nada de la gracia o desgracia de Venezuela o su presidente en su segundo componente. Histríonico quien lo "inventó" y bufón quien lo repite. ¿Por que no simplemente usar uno más explicito, si lo que se quiere es ridiculizar al personaje? Fantoche, impertinente, papelón, etc. ¿O simplemente narcicista? Que nuestro idioma es rico, como para andar "inventando" cosas que no explican nada.
Pero ese milagro del poder personal carente de límites, y que hasta alcanza los usos del lenguaje llegando a vehicular el "¡Viva yo!" narcisista-leninista de la lógica de la locura, es cuando menos 'réplica de réplicas' de quienes, para hacer bueno desde lo perviviente de "hablar ex cathedra", y hasta lo de que eres lo que comes ("hoc est enim corpus meum") y lo que bebes (“Hic est enim calix sanquinis mei”), arrogándose las capacidades correspondientes, decidieron que debían hacerlo desde un sillón con respaldo, al que ya le atribuyeron el tener en sí el poder de cubrirles las espaldas y olvidarse de lo que queda detrás de ellas, y con la palabra "escrita o hablada", pero aferrándose también, en todas sus vertientes, a la materialidad del poder. (Así se han venido instaurando todas las dependencias -religiosa, politica, moral...- con las que 'se rige como se rige' a los pueblos, los Estados, los países...).
Un aparte, si me permite el titular del blog. Interesantes preguntas hace hoy Juan Arias a los indignados: ¿no existían ya antes del 15-M las condiciones penosas, si bien cubiertas por las lentejas, para indignarse? Pues sí, pero lo mismo que las carreteras en mal estado, solo se arreglan cuando muere gente, y a veces ni eso. A veces es solo la muerte de algún poderoso o familiar la que activa la renovación de la red. El mundo marchaba mal ya antes, como bien insinúa el articulista, pero muchos de quienes ahora nos indignamos no sentíamos lo mismo cuando los apaleados eran otros más pobres. Hasta en los pobres hay clases y ahora les toca sufrir a los pobres de los países poderosos. Por eso se mueve. Y al ritmo que vamos, lo de 15-M se va a quedar en anécdota, en lo que de templanza y moderación tiene. Quien tiene la mala costumbre de comer a sus horas tiene peor vino, o hambre, que el hambriento de alcurnia.
Y otra vez que acierta El Roto con su ojo divino de hoy. Para cuándo la beatificación o canonización o santificación de este hombre, si es que admitiría tal honor en su haber, en el supuesto de que se trate de un honor, que esa es otra. Pocos habrá como él que hagan tanto para que entendamos el mal humano que nos acecha.
Del orteguiano yo soy yo y mi circunstancia al chavista viva yo en toda circunstancia.
Detecto en Chaves menos arrogancia, quizá.
Ya no dice Patria o Muerte en sus discursos. Quizá porque morir a plazos (el cancer lo es), te obliga (enseña) a eludir o enfrentar a Ella. Incluso con la palabra.
La enfermedad te ablanda. O endurece, te llena de ira.
Y luego mueres.
En el poderoso eso puede llevar a dos perspectivas y maneras de manejar la realidad muy distintas.
A ver por donde se inclina.
Ay, Manrique:
"Avivese el seso, despierte la mente y despierte
contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando..."
allí los ríos caudales/
allí los otros medianos/
y más chicos,
y llegados, son iguales/
los que viven por sus manos
/y los ricos.
Ayer y hoy.
Si es que todo se ha dicho alguna vez...
Correción a Oppenheimer: narcisismo-stalinista.
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