Celebro este 4 de julio, día glorioso para los demócratas de todo el mundo según Edward Malefakis, con una lectura preciosa, que recomiendo a quienes no la hayan abordado: Hannah Arendt, Sobre la Revolución (1963). El americanismo de izquierdas, al que Barack Obama ha dado nueva vida, es Hannah Arendt. Y está contado con pormenores en este libro fundamental para entender lo que es el espíritu revolucionario, esa herencia que no ha sido precedida de ningún testamento según las palabras del poeta de la resistencia René Char.
--“El pensamiento político revolucionario de los siglos XIX y XX ha actuado como si jamás se hubiera producido una revolución en el Nuevo Mundo y como si no hubiera ideas y experiencias americanas dignas de reflexión en materia de política y de gobierno”.
--“El hecho de no haber sabido incorporar la Revolución Americana en la tradición revolucionaria ha repercutido en la política extranjera de Estados Unidos”.
--“Las revoluciones que estallan en el continente americano actúan y hablan como si hubieran aprendido de memoria los anales de las revoluciones de Francia, de Rusia y de China, pero no hubieran oído jamás hablar de una Revolución Americana”.
--Destaca Arendt la “incapacidad para recordar que fue una revolución la que dio nacimiento a Estados Unidos y que la República ha visto la luz no en razón de una ‘necesidad histórica’ y como fruto de un desarrollo orgánico sino por un acto deliberado: la fundación de la Libertad”.
--“El miedo a la Revolución ha sido el leit-motiv escondido de la política americana de la posguerra en sus intentos desesperados por estabilizar el status quo, con el resultado de que la potencia y el prestigio americanos han servido con razón o sin ella para sostener regímenes políticos caídos en la obsolescencia o la corrupción”.
--“Es perfectamente cierto y en verdad lamentable que la mayoría de las pretendidas revoluciones, lejos de realizar la ‘constitutio libertatis’, no han sido ni siquiera capaces de garantizar por la constitución los derechos y libertades civiles, resultado excelente del ‘gobierno limitado’.
Comentarios
No doy abasto. Acabé ya el de Diego Beas, "La reinvención de la política", que nos recomendó hace unos post. La línea anónima y horizontal se impone a la de autor y vertical. Ahora tengo entre las manos otro, "Archivos de Walter Benjamin", por lo que el de Arendt, que tan buena pinta tiene, tendrá que esperar. Tampoco mucho. ¡Cuántos libros buenos nos dejaremos sin leer en esta vida! Y lo que se anima uno, por no hablar de euforia, cuando lo escrito por otro se identifica tan bien con lo que uno siente, o ya puestos, desearía sentir, que no todo siempre viene dado. Cuántos libros de edad tendremos en realidad y cuántos libros buenos nos sobrevivirán sin ser leídos. Si al menos acabara con los de mi biblioteca, morir cuando lea el último de mis estanterías para así dejar con la boca abierta a quien tanto interroga sobre si los has leído todos. Si por cada libro bueno aumentara la vida, mejorarían los niveles de lectura, además de mejorar la sociedad en su conjunto. Como con la piel de zapa pero al revés. Alargar, no acortar. Hala, una idea para una novela. Que la escriba otro con más tiempo que yo estoy leyendo. Eso sí, que no cobre derechos de autor.
Es empezar el volumen de Benjamin por su cita inicial y la primera en la frente. Leo las primeras coincidencias con algunas de las reflexiones de Arendt sobre el olvido revolucionario que aqueja a EE.UU.: "De manera inequívoca, el lenguaje ha supuesto que la memoria no es un instrumento para inspeccionar el pasado, sino más bien el medio por el que esa inspección acontece... Y se engaña a sí mismo quien sólo hace el inventario de los hallazgos y no sabe indicar en el suelo actual el lugar y colocación precisos en donde se encuentra lo antiguo... del mismo modo que un buen informe arqueológico no sólo debe indicar los estratos de los que proceden los objetos encontrados sino, sobre todo, que otros estratos tuvieron que ser atravesados para llegar hasta ellos". Y de todos modos, lo que cuesta leer a Benjamin. Hay que leer cada frase cuatro veces hasta que das con la clave. Como con los dibujos tridimensionales, que nada te dicen hasta que de repente, tras entornar los ojos o yo qué sé, aparece la ansiada imagen.
Cómo propiciar la chispa del ingenio y promover la explosión de ideas en una persona. Cómo despertar la curiosidad, cómo aprender a mirar y a interpretar, más aun, cómo cotejar y verificar el entendimiento y aprender, cómo prever y anticipar la caducidad del conocimiento aprendido y actuar en consecuencia y conscientemente.Bien parece, que la individual biblioteca biológica que cada cual posee en su particular armario, está falta de muchas páginas pendientes de escribir y consensuar con nuevas ideas, definiciones y modos de comportamiento y actuación.El debate, el monólogo y la discusión, más parece el púlpito de oradores condicionados en el tiempo a idearios y dogmas caducados, que a las nuevas necesidades de oratoria y praxis de los tiempos del siglo XXI.Presiento, que este es uno de los elementos esenciales que alimentan la creciente desconfianza e incertidumbre de los ciudadanos en nuestros dirigentes gobernantes, políticos, económicos, empresariales, etc. y pienso esta es la causa de la resistencia de todos y cada uno de los actores, clanes, grupos, perfiles, etc.El discurso en sí mismo y los modos de los actores que, se supone, deben encauzar y motivar a los ciudadanos, (millones de libros), son contradictorios, condicionados y sin sentido, pues la discusión es irrelevante en cuanto a lo esencial del Ser Humano, como Bien Universal, libre de condicionantes e idearios. Posiblemente, la mayoría no somos conscientes de la esencia, pero el comportamiento, es más que un indicio de las causas de la resistencia.Los idearios, sean los que queramos, forman parte de páginas del pasado sobre las que hay que escribir con nuevas palabras y modos en las páginas en blanco que durante toda la vida hay que escribir con esfuerzo y libre iniciativa.Bien saben los escritores de oficio o aficionados, el vértigo que significa sentarse delante de una página en blanco y modelar sin defectos la figura escrita del pensamiento.El pensamiento vuela y, generalmente, solemos ver e idealizar la genialidad de la creación del pensamiento, pero cuando se empieza a trasladar al barro y modelar con las manos la obra, nos damos cuenta de las enormes dificultades de los materiales a emplear y la figura a realizar.En estos momentos, la figura y el libro están por empezar, y solo son producto de nuestra imaginación.Si perdemos el Miedo a la Libertad del Ser Humano Universal, quizás encontremos el camino que no vemos y que está delante de nuestros ojos esperando a ser disfrutado.La Gran Biblioteca de la Humanidad es cuanto hay que aglutinar y ordenar con todos y cada uno de los libros dispersos existentes, recuperando incluso, los libros quemados en la antigua Alejandría, pero ello requiere, que se impida seguir llevando a la hoguera los actuales libros.
Decía Benjamin que Marx decía, un decir que decir, que se dice, que las revoluciones son las locomotoras de la historia universal. Y acotaba Benjamin que quizá no es así, que quizá sean las revoluciones el cable de freno de emergencia que el género humano que viaja en ese tren acciona. Escrito tal pensamiento en un billete, que bien podría haber sido de tranvía. Me quedo con la segunda, más que nada porque la primera solo describe la marcha, sin anotar destino, pero la de Benjamin nos aclara que, con independencia de quien lleve la marcha, o frenamos y bajamos como Dios manda o solo nos queda tirarnos en marcha y que se estrelle el convoy, adonde quiera que este vaya.
Barack Obama nos ha dado un izquierdismo de cartón piedra. De todas formas, con el cultural baggage europeo, el concepto ideológico del izquierdismo adquiere doble personalidad. Llamar a la de Obama política de izquierdas es como denominar "cafe" al agua sucia que tomamos matutinamente en la Amér. del Norte.
La izquierda, en EEUU, es un concepto "nuevo", que en realidad es mas bien exportado. Una rareza en un país orgulloso de su naturaleza conservadora pero liberal.
Tened en cuenta que el ideal americano es el "self-made-man", algo intrínseco a su cultura social.
Hay que evitar confundir al Partido Demócrata con la izquierda. Son más bien centristas o moderados, más inclinados por un Estado fuerte y con más competencias.
America tiene su propio imaginario político, distinto del europeo.
Eso explica, por ejemplo, el que exista un rechazo brutal ante el comunismo (asociando la teoria de izquierdas a él, cuando la historia politica de las izquierdas tiene ramas propias y divergentes), con la Guerra Fría bien presente. Y sin embargo, son el mismo país que tuvo la experiencia comunal de Woodstock, y la filosofía hippie...
La Guerra de Independencia no fue una revolución, fue un conflicto que respondió a la necesidad de autonomía jurídica y económica de muchos colonos respecto de la metrópoli.
La constitucion de Philadelphia es una respuesta, un bozal que se dieron ellos mismos para controlar la fuerza represora del Estado, y garantizar la hegemonía del Estado de Derecho.
La Revolución Francesa sí lo fue por la necesidad de superar un marco político e histórico anticuado y enquistado. De ahí su virulencia y desarrollo posterior.
Los colonos americanos eran subditos de la corona, pero conocían las prácticas del Parlamento Inglés, que luego adaptaron y mejoraron en su constitución. En ese sentido, no es que fueran revolucionarios, si no que querian la propia independencia, y tener su propio status juridico de ciudadanos americanos, sin las cargas históricas de los europeos.
La palabra revolución sugiere un cambio radical y subversivo.
La revolución americana estaba liderada por pequeños terratenientes,y comerciantes burgueses con ingresos boyantes, a los que se adhirió una masa de colonos, que se repartió de forma equitativa entre realistas e independentistas. El conflicto fue relativamente civilizado en comparación con otros de su época.
Mi pequeño "addendo":
La izquierda actual ha olvidado su génesis, y tampoco es la misma cosa.
Partió de ser la expresión, la voz, de un colectivo marginado de la toma de decisiones económicas y sociales como la clase obrera.
Las características eran el asociacionismo y la solidaridad entre ellos (lo que les permitían aguantar las huelgas, las bajas por enfermedad y el cuidado de sus mayores).
Hoy día la socialdemocracia no es más que eso, lo que su nombre dice.
Una expresión centrista, que pretende actuar como amortiguador de un sistema económico (!) y proteger a la población (!), sin establecerse una meta política concreta.
He ahí la derrota de la izquierda. Confundió sus metas con las de la URSS (y nunca dieron el paso,claro porque sabían como estaba el percal, eso sí cantando loas...), y renegó del origen de su lucha, y se acomodó en la mera política del bienestar social sin buscar nada más. Ahora que el espejismo del "capitalismo para todos" desaparece de Europa a marcha acelerada, la gente redescubre que no sólo quiere comer, quiere hablar alto para que no les vuelva a pasar como Esaú, que vendió su primogenitura por un plato de lentejas...
En todo caso, también es posible que este sistema muera de éxito, si no se regenera a tiempo. Todo empieza y termina en las personas.
Grecia en proceso de quiebra. Portugal al comienzo del deslizadero. ¿Y España? Ah, España muy bien, gracias. España está fuerte, y sus bancos solventes. No hay peligro. No hacer preguntas por favor. Continuar, aquí no pasa nada. Hay brotes verdes por todos lados.
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