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Saber terminar

Lo más difícil es el final. Sucede en todo. En la vida personal y en la política. En los movimientos sociales y en las crisis. Dejarse mecer por la inercia puede llevar a estrellarse contra los acantilados. Muchos finales dramáticos e incluso trágicos son hijos de la indecisión y de la pereza mental que nos conducen a seguir siempre un día más sin darnos cuentas de que las cosas se nos van de las manos.

Es hora ya de que los acampados regresen a casa. Deben consolidar y capitalizar lo que han conseguido, que es mucho, y hacerlo urgentemente, porque cada día que pasa con las plazas españolas llenas todavía de tiendas y tendales y cada vez más desiertas de gente es negativo para el movimiento de los indignados.

La popularidad del movimiento es inmensa, como se ha podido ver en las encuestas de este pasado fin de semana. Su repercusión en todo el mundo ha sido también extraordinaria, hasta el punto de que suscita ideas miméticas en toda Europa e incluso en Estados Unidos. No deben olvidar los indignados que consiguieron apoderarse de la agenda pública entera de la campaña para las elecciones locales y autonómicas del 22 de mayo.

Ahora está empezando a formarse una coalición en su contra con gran capacidad de movilizar a la opinión pública. La punta del iceberg es la ocupación de las plazas más céntricas de las ciudades y sobre todo la inevitable degradación de las condiciones de las acampadas. Esta fue la excusa esgrimida por el conseller Puig para mandar a sus escuadras de antidisturbios a apalearlos, aunque no a disolverlos, puesto que allí siguen todavía. Pero hay motivos mucho más de fondo para que ciertas fuerzas conservadoras prefieran que este movimiento termine de mala manera, en manos de grupos radicales y desprestigiado ante la opinión pública.

Nadie ha recogido mejor la indignación suscitada por la falta de gobernanza económica y la pésima gestión de la crisis que estas acampadas. Es lógico que desde la política más institucionalizada exista una gran aprensión a un hervidero de energías y de ideas que nadie controla. También es lógico que quienes ya se ven en La Moncloa dentro de pocos meses o han alcanzado los gobiernos autonómicos ahora prefieran deshacerse de un movimiento capaz de resistir a sus programas de recortes.

Algunos ven en las acampadas un peligro incluso para esta victoria electoral de la derecha que ahora todos creemos segura. Por más que se esfuercen algunos, entre los indignados y entre los indignantes, estas acampadas y las protestas de Túnez y Egipto pertenecen a dos géneros totalmente distintos. Tan distintos como derrocar a un tirano en el caso del norte de Africa y mejorar el sistema democrático gastado por el tiempo, la inercia y la crisis económica en el caso de España.

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Las cosas que tienen en común, que las hay, son el uso de la tecnología y la juventud del mismo mundo globalizado e intercomunicado. Mejor que con mis palabras lo expresaré con citas ajenas. Una: “Asistimos a un momento inédito de la historia, a un mundo que cambia, en el que los chicos y las chicas se convierten en nuestros educadores, los exploradores de sus padres y de sus madres”. Y la otra: este movimiento “no ha sido concebido ni vivido en el horizonte identitario. Quienes lo han iniciado son jóvenes que se identifican como individuos globalizados. Sueñan que están en el mundo, que lo enriquecen por lo que son, que pueden desplazarse y circular sin obstáculos, actuando libremente en las ideas y venidas entre su casa y el resto del mundo”. Pertenecen al filósofo tunecino Abdelwahab Medeb, de su excelente libro ‘Printemps de Tunis. La métamorphose de l’Histoire’ (Cérès Editions. Túnez.), y sirven para Egipto y Túnez, pero valen también para Madrid y Barcelona.

Las identidades políticas, religiosas y nacionales que han ocupado el centro de la historia en los dos últimos siglos aparecen difuminadas en el momento en que los jóvenes globalizados bajan a la plaza a reivindicar su condición de ciudadanos. Los adoradores de las identidades les acechan desde las esquinas para apoderarse del movimiento (caso de los hermanos Musulmanes) o si hace falta para reprimirlo. Lo mejor que puede hacer este movimiento ahora es organizarse para proseguir por otros medios, a través del potencial que da su fuerza generacional y su capacidad tecnológica, antes de que los identitarios intenten terminar con ellos.

Una nueva generación de ciudadanos ha bajado a las plazas de las ciudades para expresar su indignación y para discutir sobre nuestro futuro. Ahora deben volver a sus casas, precisamente para que su indignación no sea en balde y el debate continue.

Comentarios

Me llama la atencion que el Sr Bassets cite como enemigos del llamado M 15M a "la derecha" y "los identarios". A lo mejor esta proyectando sus propios prejuicios en algo que el tampoco comprende.Pero, para ser sincero, la aparicion de los pseudo-revolucionarios y busca-vidas de siempre, junto con los grupos de "feministas" que denuncian violaciones que no sucedieron me ha venido quitando la fe en esta reaccion.Es verdad que ya es hora de irse a casa a reflexionar y no hacer el ridiculo para volver mas fuerte antes de las generales.En mi personal opinion, una sociedad autenticamente abierta, competitiva y meritocratica es la alternativa a esta, dividida entre enchufados y desconocidos, entre contratados fijos y temporales.Lastrar al 15M de los viejos mantras del asistencialismo es la muerte por conformismo.
Saber terminar para poder continuar, valga el oxímoron.
Una vez encendida la mecha, se observó que no iba a ningún sitio.
No se que pinta ahora la derecha en este asunto. Los indignados, son principalmente jóvenes, a los que el actual gobierno a llevado a la desesperación, al no ofrecerles en ningún momento un ápice de esperanza y demostrarles que gobierna para si y para los suyos. Dejando palpables los graves defectos de una izquierda decimonónica que en combinación con sus coetáneos: los sindicatos, en vez de ser un revulsivo hacia el progreso, únicamente sirve para llenar los bolsillos de los militantes. Los “indignados” son , in pectore, votantes de izquierdas que con su movimiento no han contribuido a favor de la izquierda ni de la derecha, más bien es un movimiento abstencionista , por lo tanto al PP ni le molesta ni le deja de molestar.
Es peligroso encender un fuego sin controlar el aire. Hay que saber reconducir las llamas hacia donde se desea y garantizar, primero, que no te rodee y te abrase, y, segundo, que no se consuma por falta de leña. Cualquier pirómano se lo diría. Hasta del malo hay que aprender enseñanzas. Hace falta un pirómano experto en el 15-M para dirigir el fuego de forma eficaz y acertada. ¿Para cuándo un líder?
En las reivindicaciones del movimiento 15M posiblemente hay utopia, cajón de sastre de deseos de todo tipo de colectivos, propuestas no reflexionadas, perjudiciales para la mayoría o imposibles. Pero también hay un número mayoritario de propuestas que podrían ser subscritas por casi la totalidad de los ciudadanos y que no forman parte de los programas electorales ni de la voluntad de los partidos de izquierda, derecha o centro. Desde esta perspectiva, es cierto que sus reivindicaciones podrían no ser atribuibles a "idearios" más próximos a la izquierda que a la derecha. Pero también parece bastante evidente que la insostenibilidad del sistema económico, la desregulación de los mercados financieros y los abusos del sistema democrático han sido tradicionalmente mas claramente contestados desde posiciones ciudadanas (no políticas) de izquierda. Posiblemente desde la perspectiva de los partidos políticos, entre los autodenominados de derechas y de izquierdas hay muchos más aspectos que les unen que los que les separan. Pero desde la perspectiva ciudadana son claramente distintos los valores de la izquierda y la derecha y también lo es el perfil socioeconómico de sus defensores.
"una sociedad ...entre contratados fijos y temporales"Qué lo parió los opinantes pagados que no cesan en ganar su chusco. Vean el futuro que les preparan estos hambrientos de medrar: Todos temporales discontinuos y sin contratos ni derechos incluidos los ex-empleados públicos a quienes por supuesto hay que flexibilizar o sea despedir.Voten Uds mismos por la soga que los va a ahogar.Hasta a tu abuela la van a dejar sin pensión y te endulzarán que con ese ahorro van a crear empleo para ti -que por supuesto no le vas a dar de comer a esa vieja. Y te encontrarás que ese empleo no existe o es de 200 euros al mes, como en Uruguay o Portugal o Chile.
La pregunta que me hago es si cuando el PP "gane" las generales, ¿se escuchará a los indignados? A tenor de la actuación de los grandes partidos, e incluso de los partidos nacionalistas (Plaza de Barcelona?) me da la impresión que no. Hay que tener mucho cuidado, porque está calando en la gente la visión de un mundo político corrupto e ineficaz, que hará oídos sordos a la gente tan pronto como obtenga su voto. Eso puede ser fatal a la larga. Fíjense si no cómo acabó la Italia de Andreotti. Deben existir mecanismos más directos de control para la ciudadanía. Y que ésta se pueda implicar. Y sobre todo, eliminar ese tonto límite sufragista del 3%. Mas representación parlamentaria movería a que en el Parlamente pasasen de 10 a 20 grupos parlamentarios. Más voces, menos mayorías absolutas. O eliminar el Senado, que es carísimo (y risible a veces). Bueno, lo que está claro es que la clase política no moverá un dedo por rebajar sus privilegios (hello, pensiones "rápidas" y mega-jubilaciones senatoriales y expresidenciales). Es lógico, por otro lado, porque hay muchos que no han hecho otra cosa en su vida. Dinero fácil, mucho poder y que nadie te llame la atención si faltas a una ponencia. Por no hablar de seis meses de vacaciones. Básicamente, es lógico. No van a cambiarlo. Eso se lo vamos a tener que cambiar nosotros. Miren, acaban de hacerme ver con buenos ojos que Ahmanideyad fuese en sus primeros 3 años de mandato con su viejo Peugeot 504 al despacho de presidente. Sin escolta. Debería darme verguenza sólo pensar esto. Desde luego, para una vez que los ciudadanos levantamos la voz, aunque sea un fizco... Van y dicen, esto no va con nosotros, iluminados. Por supuesto, con otras palabras y una pose tranquila... (Claro, ellos saben como se maneja un pais... es decir, como una vaca lechera, o eso está pareciendo). Lo siento, pero me revienta de veras cómo se ningunea a la gente desde el poder, sólo para venderse de nuevo en las elecciones. Parafraseando a Ortega y Gasset... "No era esto" "Bueno, a casita y callado. Ah, y por favor, procure evitar volver a expresarse en la plaza pública, el país continúa sin usted, nos ocuparemos nosotros por usted, no piense ni critique, que para eso nos ha votado hipotéticamente (o no). O para eso ganaremos las elecciones. Es por usted". Lassez faire, faire me passer... Perdónenme el denuesto.
Yo diría más bien saber continuar la lucha de otras maneras.
La política es un guión que está escrito de antemano, y este guión es el resultado de siglos de ajustes y reajustes, que llegado un momento ya no pueden ser alterados ni en lo más mínimo, pues al hacerlo se pondría en marcha el efecto dominó, que derrumbaría todo el edificio, pues éste ha sido montado en directa dependencia de la parte anterior.O séa, no hay posibilidades reales de cambio, pues ésto no está incluido como parte u opción.El resultado a corto o largo plazo -dependiendo de muchas circunstancias, muchas de ellas imprevisibles- es el hundimiento total del sistema, y sería de esperar que además de nuevo séa también corregido y aumentado, no cometa los errores del anterior -algo que se ve históricamente desmentido por la realidad-.Otro de los elementos -al que se ignora totalmente- es el hecho de la interconexión que tenemos como raza -que no debe confundirse con etnia- la verdad es que todos dependemos de todos, independiéntemente de las diferencias nacionales, étnicas, creéncias religiosas o políticas, sociales o económicas.Los problemas hace algún tiempo que dejaron de ser locales y nacionales, para ser globales, y por ello deben considerarse medidas y soluciones igualmente globales.El mundo no puede seguir funcionando como lo ha hecho hasta ahora, pues ya se ha constatado hasta la saciedad de las nefastas consecuencias del desorden sistemático en el que vivimos. Todas las revueltas que se están dando desde algún tiempo lo demuestran claramente: La gente tiene empacho de manipulación, hambre de justicia y está asustada ante un futuro tan incierto y amenazante.Es el comienzo de la nueva época, que nos guste o no, traerá cambios seguramente violentos, y si éstos son moderados, tengo la impresión de que la naturaleza nos dará un lección inolvidable, y desgraciadamente violenta.Un saludo.
Cuanto más leo sobre el 15M, más se me cansan los dos dedos índices de escribir siempre lo mismo. Pero sigue siendo justo y necesario. Y también nuestro deber (aunque ya no sé si nuestra salvación): http://gallota.com/2011/05/21/15m1
Pues yo creo que lo que realmente corrompe al ciudadano, entorpece la vida en comun y la solución critica y objetiva de los problemas, es la fuerte ideologizacion de la sociedad. No hay nada menos libre que ser esclavo de unas ideas, de izquierda o de derechas. Yo creo que un ciudadano podra ser libre, para saber lo que es corrupto o no corrupto, lo que es justo o injusto cuando sea capaz de mirar sin ideologias, respetando a todo el mundo , viendo la parte buena que todos tenemos, y que nadie es la reencarnación del diablo ni de Dios. Este deria un camino ciertamente útopico, pero al menos correrian nuevos aires de libertad. Yo creo que en general estamos cansados de odiar al que creemos diferente.
Con tres o cuatro semanas de vida al movimiento 15-M empieza a lloverle un aluvión de opinadores oficiales desde todo el amplio espectro mediático y político, incluso algunos con buena intención lanzan sus consejos un tanto paternalistas; pero no es demasiado pronto para hacer valoraciones? Algunas organizaciones presumen de más de un siglo de existencia. Esta marea suma la indignación de miles de ciudadanos que no se sienten representados por ningún partido político, ni sienten esta democracia como real. El proceso de definir claramente los objetivos le pertenece a ellos y también el de salvaguardarse de peligros y de manipulaciones. Paciencia, se me antoja clave, tres semana de vida y ya sus muchos los interesados en apoderarse de la corriente o de enterarlos. Repito, paciencia e inteligencia colectiva se me antojan clave, cierto que las acampadas y las asambleas pueden terminar siendo agotadoras enredándose en circunloquios y estulticias de todos los colores. Las alianzas serán necesarias, pero mejor que alianzas a la vieja usanza, tendrá que ser alguna idea mas renovadora, algo como firmar un compromiso, un contrato social de aquellas fuerzas y organizaciones que se comprometan firmemente en la defensa de la renovación ética y política de nuestra raquítica democracia ante tanta corrupción y falta de compromiso social. Es vuestro turno, es vuestro tiempo…ser intrépidos pero también prudentes, el campo de batalla debería ser el del honor, pero es mentira, lo tienen todo sembrado de minas.
El síndrome de Sol: una vez dentro para cambiar lo de fuera, da miedo salir afuera y cambiar lo de dentro. Todo tiene que cambiar, también la estrategia de las plazas. Cuánta gente apoyamos lo que hace. Pero aquí, hoy, me parece que se debate si la permanencia en el centro es un estímulo o un hándicap para su movimiento. Pienso que lo segundo, que lo que la calle te da en primera instancia, la calle te lo quita en segunda, sobre todo si entorpeces mucho tiempo el paso.
El título de "Saber terminar" no sólo no me gusta, sino que además creo que es intencionado. Yo hablaría mejor de "Saber continuar". Soy un indignado más y he apoyado en la medida que he podido, pero desde la segunda semana he estado en contra de perpetuar sine die el asunto de las acampadas. Asistiré a todas las manifestaciones que se convoquen, participaré en foros y blogs, aportaré lo que pueda, pero desde hace días pienso que las acampadas dejaron de tener sentido. Prorrogarlas sólo servirían para restar fuerza al movimiento popular que se ha creado. Además, se ha podido ver cómo han ido degenerando algunos campamentos. Mi propuesta es clara: desmontar los campamentos y dejar solamente un puesto o carpa de información y reunión y donde poder dejar propuestas. Al mismo tiempo mantener una periodicidad en la convocatoria de asambleas (¿3 días en semana?) y de manifestaciones (¿una semanal? ¿cada quince días?), acciones en la red, etc. Un saludo y ánimo: hay mucho que cambiar.
claro, venga chicos, a casita, ya habéis hecho que os quejáis, que que mal eso de la corrupción, etc... venga, ya está bien, a casita, que tenemos que seguir con lo nuestro. Y saber terminar con las prácticas corruptas, lo pedirá también en esta columna?
Quien ha escrito este artículo no ha estado en la plaza; en ninguna de ellas; escuchando a la gente y o colaborando con ella El trabajo de continuidad hace tiempo que se lleva haciendo ; con grupos de trabajo y no se dejará la plaza hasta que esto esté asentado. Esto es una carrera de fondo a trote corto .Y yo tengo 55 años y , como muchos más no tan jóvenes, estamos colaborando en conseguir gestar el cambio. Aunque son ellos, los jóvenes, limpios de ideas vividas o deseadas de haber vivido, desde la frescura, los que van a fabricar el nuevo modelo de Ciudadanía-Convivencia-Democracia...y en este orden
Así es. Serio e interesante artículo. Hay que saber terminar para poder empezar otra vez. Recomiendo este otro análisis que es la culminación de similares advertencias y en la misma línea que el señor Bassets: http://leondelahoz.wordpress.com/2011/05/30/los-indignados-se-balancean/
Bueno Lluis, tres semanas no son tanto como para hablar de "persistir en una reiteración de los caminos trillados, sin aportar nada nuevo ni avanzar un solo centímetro". Parece más bien del actual sistema socioeconómico en su conjunto. Este sí que está obsoleto y apesta a cadáver
Me llama la atención, cuando leo -ellos los indignados- como si no fuéramos nosotros, no estuviéramos en las plazas, sin estar en ellas.Cuando voy, no puedo irme, sólo puedo decir, que siempre que voy , pienso en la importancia de la acción individual de cada uno.No es lo mismo, ir que no haber ido, siento la importancia de mi presencia, de ser una más, aunque estoy siempre, porque esto, con acampadas o sin ellas va a continuar.Es demasiado justo, evidente lo que se denuncia y por lo tanto siguiendo con la reflexión que ha sido la mayor fuerza de este movimiento,sigamos con ella, y se llegará al punto unánime de continuar ocupando ls plazas ó no.Yo considero que la ocupación tiene sobre todo un valor simbólico, se está ahí siempre, unos cuantos que pueden y deciden hacerlo y los demás entramos y salimos asistimos como podemos, colaboramos como sabemos. Lo importante es que se sepa y se transmita que vamos a seguir Ahí ,estemos ocupando la plaza de forma permanente o no. La seguridad de defender lo que en justicia se defiende, es lo que va a hacer que ese lugar permanezca,se esté acampado o no.Se pueden sustituir por otras actividades,lo importante es la creencia de lo que defendemos no el espacio que se defiende.Ese espacio, ya está tomado, ha salido victorioso,y ahora hay que seguir reflexionando de qué forma mejor va continuar...porque continuar va hacerlo seguro...........Yo sólo pienso en una cosa sobre el ser humano, innata en él y por tanto difícil de escapar , que es la precipitación a la acción , así que tenemos que continuar con el corazón caliente y la reflexión colectiva, el camino va ser largo, lo que se denuncia, es demasiado grave para que se pueda conseguir mañana, pero no por ello debe dejarnos de seguir denunciando,,sin prisas y sin pausa, tenemos que medir las fuerzas que nos quedan para tan largo camino.NO PUEDO OPINAR SOBRE DENTRO DE LAS CAMPADAS, POR MI EDAD, MI CUERPO NO ME PERMITE NADA MÁS QUE ESTAR UNAS HORAS DE PIE EN ELLAS Y ASISTIR LAS MANIFESTACIONES .Desde fuera, ya os lo he dicho antes, me parecen muy importantes, las asambleas y los grupos de trabajo y la relación con los barrios,todo lo que se aprende en en los comunicados que aportáis me parece lo más importante, es un saber sobre la VERDAD que no tiene precio, y por lo tanto nada ni nadie lo puede comprar y vender y mucho menos golpear.Cuando se tiene, ya no se quita se instala en la conciencia y es ya inamomible.Así que cuidado con que nos deterioremos, el camino es largo.......seguro...y queda el mayor trabajo por hacer que no es otro que continuar......como podamos y sin precipitarnos..observando a nuestro alrededor y buscando la acción más apropiada en cada momento, que son diversos, por la propia naturaleza de los hechos...hacemos algo , y algo cambia, y debemos saber cambiar para seguir produciendo esos cambios. y GRACIAS POR ESTOS ESPACIOS QUE ME PERMITEN DESGRANAR LO QUE MÁS PROFUNDAMENTE SIENTO.
Tod proceso conlleva sus errores, aciertos y dudas, cómo no; más, y estando de acuerdo con tu posición, creo que falta algo en tu análisis, conocer desde dentro la esencia del movimiento, y haber vivido, día a día, el sin fin de experiencias, y la riqueza con que ha abierto una nueva posibilidad frente a la parálisis del mundo. Haber estado ahí, y estar compartiendo y siendo uno más, desde dentro, ha sido y es, una experiencia única y excepcional. Hemos atravesado baches, desaciertos, propuestas infinitas, por un modelo de votación erróneo, mas se está corrigiendo, para llegar a buen puerto, frente a la continua intoxicación de la derechona y no tan derechona; frente a los que se han adherido alrededor como lapas, creando una sensación negativa; y me refiero a seres relacionados con la miseria, la marginalidad y el desprecio en el que viven y trasmiten; pero podía haberse cerrado antes, pero han sido muchas y serán otras nuevas las dificultades para centrar el movimiento. Está claro, pero nadie me va a quitar, poder estar viviendo, lo que siempre soñé, que algún día llegaría. Tendremos que sumar y no restar, para seguir vivos y airosos ante lo que se nos espera. No estaría mal que entrarás en las páginas del movimiento, y compartieras alguna de sus asambleas, que son para todos. Con todos mis respetos, un saludo, Luis, que no has dejado de ser un referente, ante tantos momentos difíciles, en los últimos años.Sigamos creciendo en la marea, y demos tiempo al tiempo. Roma no se conquistó en una hora.

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