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La ONU acusa a Gbagbo de tenderle una trampa para ganar terreno

El organismo asegura que la oferta de negociación de las tropas del expresidente de Costa de Marfil fue una artimaña para recuperar barrios en Abiyán

Antonio Jiménez Barca
MARIANO ZAFRA

La ONU se siente engañada por Laurent Gbagbo. El subsecretario general de la organización para las operaciones de paz, Alain LeRoy, acusa al expresidente de Costa de Marfil, que se niega a entregar el poder a Alassane Ouattara pese a haber perdido las elecciones en noviembre, de tender una trampa a los negociadores internacionales para intentar ganar terreno en Abiyán, capital económica del país, donde las fuerzas del mandatario electo, apoyadas por cascos azules y tropas francesas, lo tienen acorralado.

"El martes nos contactaron para negociar una salida pacífica al conflicto. Fue un engaño para que sus fuerzas reforzaran sus posiciones", indicó este viernes LeRoy durante una conferencia de prensa en Naciones Unidas tras reunirse con representantes de los 15 países miembros del Consejo de Seguridad de la ONU. Aseguró también que las fuerzas leales a Gbagbo todavía están en posesión de "muchas armas pesadas y las están utilizando ahora mismo contra la población", y destacó que, en el tiempo que pasó mientras trataban de negociar, sus fuerzas fueron capaces de "ganar terreno" y controlar los distritos de Plateau y Cocody.

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Según LeRoy, Gbagbo no se ha comunicado "desde hace meses" por teléfono con los representantes de la ONU y el intento de negociaciones de esta semana se realizó por medio de generales del Ejército y uno de sus ministros, pero "jamás directamente con él", que finalmente"se negó a aceptar ninguna apuesta de paz". Al día siguiente, las fuerzas de Gbagbo empezaron a atacar de nuevo los cuarteles de los cascos azules y "también a la población civil", tras lo cual ninguno de los mediadores se ha vuelto a poner en contacto con la ONU ni con las fuerzas de Ouattara.

Gbagbo permanece atrincherado en su palacio en Abiyán, cercado por las fuerzas de Ouattara, situación que se puede prolongar más de lo que se pensaba al inicio del asedio, cuando la oferta de diálogo hacía esperar una salida rápida. En su primera comparecencia televisiva desde que se iniciaron los enfrentamientos en Abiyán, Ouattara dijo el jueves por la noche que sus hombres no entrarán al palacio presidencial para capturar a Gbagbo, oculto en un búnker subterráneo con su familia, sino que esperarán a que se le acabe la comida y el agua.

Crisis humanitaria

La ONU asegura pronto se instaurará una comisión para investigar las violaciones de los derechos humanos cometidas en el país en la batalla entre Gbagbo y Ouattara. "La ONU tiene muy claro que nadie puede quedar impune, sea del bando que sea", dijo LeRoy, que explicó que la organización está esperando el resultado de las investigaciones para dictaminar quiénes son los responsables de los numerosos casos detectados.

El portavoz de la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Rupert Colville, confirmó horas antes que la situación humanitaria en Abiyán es alarmante, con incontables cadáveres por las calles, barrios enteros sin agua ni electricidad y escasez de alimentos. En el oeste del país, la situación no es mejor, ya que en total se han hallado los cadáveres de 244 marfileños de la etnia gueré en la ciudad de Duekoué, identificados como partidarios de Gbagbo.

Prisioneros retenidos por las fuerzas leales al presidente electo, Alassane Ouattara, en Abiyán.
Prisioneros retenidos por las fuerzas leales al presidente electo, Alassane Ouattara, en Abiyán.REUTERS

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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