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Jeremy Bernard, primer hombre y primer gay al frente de la Secretaría Social de la Casa Blanca

Obama recluta al asesor de su embajador en París para uno de los pocos cargos que obligan a informar directamente tanto al presidente como a la primera dama

Sus primeros exámenes los ha pasado y al parecer con nota. Tanto la cena de gobernadores en la noche del domingo como el concierto homenaje al sonido Motown que llenó de ritmo la Casa Blanca han sido éxitos. De momento ningún espontáneo se ha colado, como le sucedió a Desiree Rogers -una de sus predecesoras- durante la primera cena de Estado de los Obama. La gracia de los Salahi le costó el cargo a la primera mujer negra que ejercía el puesto -¡con Obama hay tantas primeras veces!-.

Jeremy Bernard, 49 años, es el primer hombre, y el primero abiertamente gay, que ocupa el cargo de secretario social de la Casa Blanca. "Jeremy comparte nuestra visión de la Casa Blanca como la casa del pueblo, como la casa que celebra nuestra historia y nuestra cultura de manera dinámica e influyente", dijo Barack Obama a través de un comunicado con motivo del nombramiento de Bernard. Bernard se definió "profundamente honrado" y se puso a trabajar, recién aterrizado de la embajada de EE UU en París, de donde el presidente le ha reclutado y donde ejercía labores de asesor del embajador.

Solo ha estado al frente de la delegación norteamericana en Francia tres meses. Se instaló en París en noviembre y en enero se entrevistaba con el presidente en el ala este de la Casa Blanca. A pesar de que el secretario social depende directamente de la oficina de la primera dama, en este caso Michelle Obama, el ritmo de Bernard lo marca la agenda del presidente, con recepciones, cenas, comidas, reuniones políticas... desde el más insignificante cóctel a una cena de Estado, todo pasa por la mirada atenta del secretario social, de quien se esperan grandes dotes para la organización y, por supuesto, también para la diplomacia.

Muchos consideran el oficio como uno de los más importantes dentro de la Casa Blanca. Desde luego, el cargo es uno de los pocos que obligan a informar directamente tanto al presidente como a la primera dama.

Gran recaudador de fondos

Bernard es la tercera persona que se encarga de la planificación social del actual presidente de Estados Unidos. Hace apenas un mes, su predecesora, Julianna Smoot, anunciaba su traslado a Chicago para comenzar a calentar motores de cara a la campaña electoral de 2012. Así son las cosas. Ya pensando en la reelección cuando apenas se ha coronado la mitad del primer mandato. Las dotes de Smoot a la hora de lograr fondos y sus conocimientos de la política nacional resultaron ser demasiado valiosos como para ser desperdiciados en organizar actos sociales, por muy importantes que sean, cuando la reelección de Obama está en juego. Smoot sustituyó de urgencia a la malhadada Rogers, que llenó de color, glamour y comentarios -buenos y malos- las páginas de sociedad de los diarios. Pero una pareja de famosos sin oficio ni beneficio tenía otros planes para ella cuando decidieron colarse en noviembre de 2009 en la cena de Estado que Obama ofreció al primer ministro de India, Manmohan Singh.

Hasta el momento, Bernard ha declinado las peticiones de entrevistas de todos los medios que las han solicitado. Pero sin duda, este tejano nacido en San Antonio tiene mucho que contar. Su activismo a favor de los derechos de gais y lesbianas le ha hecho una pieza clave en el movimiento e incluso la oficina del sheriff de Los Ángeles ha contado con su opinión a la hora de manejar los asuntos que atañen a ese colectivo dentro del departamento de policía. Cuando Bernard llegó a Washington hace más de dos años, él y su novio fueron considerados una de las 50 parejas gais más influyentes del país. Hasta hace poco se los podía ver paseando a su perro beagle, Lucas, por Logan Circle, en el centro de la ciudad. La pareja ha roto recientemente. Gifford se ha quedado con Lucas y en varias entrevistas ha insistido en que sigue considerando a Bernard "uno de sus mejores amigos" pero que sus caminos ahora eran diferentes.

No es el primer nombramiento de Bernard dentro de la Administración. Antes de mudarse a París, este hombre con "un desenfrenado sentido del humor" -según sus amigos más íntimos- trabajó como persona de enlace de la Casa Blanca con el Fondo Nacional para las Artes. Bill Clinton le nombró en la década de los noventa miembro del Comité Asesor Presidencial para las Artes del centro John F. Kennedy. Por entonces, Bernard también formaba parte del Comité Nacional Demócrata, el órgano directivo del Partido.

Quienes criticaron que Barack Obama había dejado fuera de la foto a los donantes que le llevaron al poder ya tienen a su hombre dentro de la Casa Blanca, el hombre que recaudó millones para la campaña de 2008 en eventos tan sonados como la cena de 1.500 invitados que organizó en la casa de Oprah Winfrey en Santa Bárbara (California). Y donde solo entró quien tenía invitación.

Jeremy Bernard, a la izquierda, junto al senador John Kerry y Steve Tyler.
Jeremy Bernard, a la izquierda, junto al senador John Kerry y Steve Tyler.

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