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La elección de un primer ministro apoyado por Hezbolá tensa Líbano

Miles de simpatizantes del hasta ahora jefe de Gobierno, Saad Hariri, se manifiestan en Trípoli y Beirut

El magnate de las telecomunicaciones libanés, el suní Nagib Mikati, ha anunciado que, tras reunirse con el presidente del país, Michel Suleiman, ha sido designado nuevo primer ministro del Líbano, y que el próximo jueves comenzará sus consultas para formar el nuevo Gobierno. Mikati es el candidato apoyado por la coalición de partidos encabezada por Hezbolá. Educado en Estados Unidos, Mikati se ha presentado como un candidato "de consenso, centrista y moderado" y se ha comprometido a hablar con todas las fuerzas políticas si resulta elegido. "Mis manos están tendidas a todos los libaneses, musulmanes y cristianos, para construir y no destruir" ha afirmado Mikati tras la cita con el presidente.

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El relevo en la jefatura de Gobierno, que hasta ahora ocupaba Saad Hariri, ha hecho más profunda la crisis latente que vive Líbano. Tras conocer el respaldo obtenido por el candidato de Hezbolá, miles de partidarios de Saad Hariri han tomado las calles de la norteña ciudad de Trípoli, bastión de los suníes, para protestar contra el nombramiento de Mikati como nuevo jefe del Gobierno gracias al apoyo de 65 escaños de los 128 que tiene el Parlamento. Los partidarios de Hariri consideran que con este nombramiento, Hezbolá da un golpe de Estado y pone en peligro la difícil estabilidad del país mediterráneo.

"Insto a todos a cooperar con él [Mikati] porque existe una verdadera oportunidad para unirse, sin vencedores ni vencidos, para superar esta etapa" ha manifestado el líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah. "La mayor falsedad y mentira" ha continuado Nasrallah, "es acusar a Hezbolá de querer controlar el país para imponer un proyecto iraní".

La relaciones con EE U, en el aire

Desde Washington, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, ha reconocido que el cambio de Gobierno afectará a las relaciones entre los dos países. "Creemos que se debe buscar la justicia y terminar con la impunidad ante los asesinatos" ha manifestado en rueda de prensa Clinton. Hezbolá forma parte de la lista de organizaciones terroristas de EE UU. "Creemos en la soberanía de Líbano y en el final de la ingerencia externa" ha recalcado la jefa de la diplomacia estadounidense. En la misma línea, Francia, a través de una nota del Ministerio de Exteriores, ha pedido al nuevo primer ministro que forme Gobierno en el marco de la Constitucióny el diálogo y al margen de interferencia externas.

Durante las protestas en Trípoli ha sido incendiado un vehículo utilizado por el canal de televisión árabe Al Yazira. Periodistas del canal qatarí y otros reporteros informan de que se han visto obligados a refugiarse en un edificio de la zona ante la amenaza de los descontrolados, que han levantado barricadas y prendido fuego a neumáticos. "Si el Ejército no nos ayuda rápido, estaremos en peligro", ha comentado el reportero de Al Yazira, Majed Abdel Hadi, en una emisión pública.

La muerte de Rafik Hariri

Ayer, los partidarios de Hariri, una vez obtuvo la candidatura de Mikati la mayoría de apoyos en el Parlamento, hicieron un llamamiento al "Día de la ira". La crisis estalló el pasado 12 de enero después de que Hezbolá y sus aliados abandonaran el Gobierno de Hariri en una disputa sobre las acusaciones en la investigación por el asesinato de su padre, el ex primer ministro Rafik Hariri.Con este golpe de efecto, el partido chií pretende forzar a Beirut a desvincularse del tribunal que investiga el asesinato de Hariri y que, según algunas filtraciones, podría acusar a miembros de Hezbolá de participar en el atentado.

Saad Hariri, un político suní que cuenta con el respaldo de Estados Unidos y Arabia Saudí, anunció la semana pasada que no participaría en un Gobierno presidido por Hezbolá, alineado con Irán y Siria. El ex primer ministro acusa a Mikati de "traición", ya que en las últimas elecciones legislativas fue incluido en su lista.

Un manifestante porta un cartel con el rostro del primer ministro saliente Saad Hariri y una bandera de Líbano durante las prostestas en la ciudad de Sidón, al sur del país.
Un manifestante porta un cartel con el rostro del primer ministro saliente Saad Hariri y una bandera de Líbano durante las prostestas en la ciudad de Sidón, al sur del país.AP

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