"¿Sobreviviremos? Eso depende de ti"
Julian Assagne participa en una entrevista digital con los lectores de 'The Guardian'
Julian Assange, el fundador de Wikileaks, ha participado en una entrevista digital en The Guardian (los lectores de El PAÍS han podido seguirla en Eskup). Uno de los hombres más requeridos del momento ha aceptado el compromiso a pesar de que estos días prefiere que no se sepa su paradero. El motivo: Suecia le reclama para que responda por una supuesta violación y EE UU ve con preocupación cómo cada día los diarios publican nuevas revelaciones gracias a las filtraciones que la página de Assange hace públicas. No han faltado quienes piden que alguien acabe con su vida.
Pese a algunos problemas técnicos debidos al enorme éxito de la cita, los lectores han podido enviar sus preguntas. Muchos querían saber cómo se manejaba una situación límite como la que está viviendo el australiano. "Las amenazas de muerte que sufrimos son de dominio público. Hemos tomado las medidas de las que somos capaces cuando se trata de lidiar con una superpotencia", responde Assange. Confirma que no puede volver a Australia, ya que sus autoridades colaboran con EE UU. Pero no se lamenta demasiado, parece satisfecho de lo que han conseguido. "Siempre creí que Wikileaks, como concepto, tendría un papel global. Ya lo tenía en 2007, cuando cambió el resultado de las elecciones en Kenia".
Le preguntan por qué es necesaria una "cara visible" en Wikileaks. "Es una interesante cuestión. Al principio, intenté que no la hubiera. Pero me di cuenta que alguien tiene que aparecer como responsable ante el público", apunta. Entre felicitaciones y recriminaciones, Assange atiende a los que mencionan temas concretos. "Sí hay filtraciones sobre ovnis", aunque nada que consideren valioso. ¿Y sobre el ACTA (Acuerdo Comercial Antifalsificación)? También, y se pone crítico con este acuerdo sobre propiedad intelectual, que ve hecho a la medida de los más poderosos: "Fuimos los primeros en llamar la atención sobre el tema, precisamente con una filtración".
A veces es más teórico, como cuando habla sobre la libertad de expresión. En Occidente, señala, raramente importa lo que se dice porque es muy difícil que afecte al poder económico. "Deberíamos interpretar la censura como una señal económica que revela el potencial del discurso en ese campo", comenta.
Consecuencias de las revelaciones
También ha habido voces que han descalificado el papel de Assange. Un lector que se ha presentado como un diplomático británico retirado ha enviado un largo texto en el que opina que la diplomacia se convierte en "imposible" por culpa de Assange. La confidencialidad de EE UU o la ONU es imprescindible, argumenta, y lanza un reto: ¿Está dispuesto a asumir su responsabilidad personal en la siguiente crisis internacional, cuando la diplomacia no pueda trabajar?.
Assange dice a este lector que le atenderá cuando no se trate de contestar a un "largo editorial". Antes, había apuntado que en los cuatro años de Wikileaks "ni el Pentágono ha podido probar que ni una sola persona se haya visto dañada por nuestra actividad". Homenajea a sus fuentes "que son las que se arriesgan", y no admite que se les acuse de traición o falta de responsabilidad: "Si, como alega el Pentágono Bradley Manning está detrás de las recientes revelaciones, entonces es un héroe sin parangón".
Lamenta que, debido a las migraciones de sus servidores, "tres años y medio" de su trabajo "no pueda localizarse fácilmente" por el público. Promete volver a colgarlos cuando pueda. ¿Es consciente de que le acabaran cogiendo, no ve que no puede ganar? Assange no se lo plantea en eso términos: "La Historia ganará. El mundo será un lugar mejor. ¿Sobreviviremos nosotros? Eso depende de ti".
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