Cuatro soldados italianos mueren en un atentado en Afganistán
Una bomba explota al paso de uno de los 70 vehículos de un convoy de la ISAF al oeste del país.- Una cooperante británica secuestrada muere en una operación fallida de tropas estadounidenses
Cuatro soldados de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), la misión de la OTAN en Afganistán, han muerto y otro ha resultado herido grave este sábado a causa de un ataque llevado a cabo por insurgentes en el oeste del país centroasiático, según ha informado la ISAF. Los soldados son de nacionalidad italiana, según ha informado al Ministerio de Defensa del país transalpino.
Los cinco militares del Cuerpo de Alta Montaña viajaban en un vehículo Lince que formaba parte de un convoy de más de 70 vehículos que sufrió un atentado con una bomba en el distrito de Gulistan, a unos 200 kilómetros al este de Farah, en la frontera con la provincia de Helmand, al sur de Afganistán. El ataque se ha producido hacia las 07.15 (hora peninsular española), según ha declarado al canal de televisión SkyTg24 el jefe de prensa del Estado Mayor de Defensa, Massimo Fogari. El militar herido ha sido trasladado inmediatamente en helicóptero al hospital y, pese a la gravedad de sus heridas, estaba consciente, ha dicho Fogari.
Con las víctimas de hoy son ya 34 los militares muertos en Afganistán desde 2004, cuando fueron enviadas tropas italianas a ese país. El debate sobre la presencia italiana en el país se reabrió cuando seis soldados resultaron muertos en septiembre de 2009 en un atentado con coche-bomba en Kabul. Tras ese atentado, el ministro de Defensa italiano, Ignazio La Russa, manifestó que "hablar de una estrategia de retirada" de Afganistán podía ser interpretado como un "signo de debilidad" y "significaría un aumento de la violencia contra los soldados italianos".
Muere durante un rescate fallido una británica scuestrada
Linda Norgrove, trabajadora humanitaria británica de la organización estadounidense DAI (que desarrolla proyectos de USAID, agencia estatal de cooperación estadounidense), ha muerto hoy a manos de sus captores en Afganistán tras un intento fallido de rescate por parte de tropas de EE UU. Norgrove, de 36 años, había sido secuestrada el 26 de septiembre junto con tres compañeros afganos mientras desarrollaban un proyecto en una zona remota de la provincia de Kunar, en la frontera con Pakistán.
El ministro británico de Exteriores, William Hague, responsabilizó de su muerte a los secuestradores, en un comunicado en el que no ofreció más detalles sobre la operación de rescate. No obstante, una fuente oficial del Ministerio de Exteriores británico consultada por Reuters ha confirmado que militares estadounidenses intentaron liberar a la cooperante.
"La noticia es devastadora" ha manifestado el presidente de DAI, James Boomgard, en un comunicado en el que confirma que su muerte se produjo en el curso de una operación de rescate. "Nuestro pensamiento está ahora con la familia de Linda: sus padres, John y Lorna, y su hermana Sofie" dice la nota que además destaca que "Linda amaba Afganistán y cuidaba profundamente de su gente"
Norgrove trabajó con Naciones Unidas en Afganistán de 2005 a 2008. Tras trabajar con el Programa de Medio Ambiente de la ONU en Laos durante algo más de un año, la cooperante italiana regresó al país centroasiático el pasado mes de enero para trabajar con DAI, que lidera un proyecto de ayuda de 150 millones de dólares diseñado para respaldar la creación de economías locales. El pasado 2 de julio un atentado suicida en Kunduz acabó con la vida de otros cinco trabajadores de DAI, cuatro de ello empleados en labores de seguridad.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.