El líder xenófobo holandés Geert Wilders negocia su apoyo a un Gobierno de centro-derecha
Liberales de derecha y cristianodemócratas preparan un Gobierno en minoría y necesitan el apoyo de los populistas.- La izquierda ha pedido un debate parlamentario para evitarlo
Liberales de derecha y cristianodemócratas negocian en Holanda la formación de un Gobierno de centro-derecha en minoría, y han pedido ayuda al líder xenófobo, Geert Wilders. Su apoyo es necesario para tener una mayoría de 76 escaños, en un Parlamento de 150. Según el pacto que se perfila, de todos modos, el grupo de Wilders garantizaría la estabilidad de la futura coalición desde el Parlamento. Sus miembros no ostentarán ninguna cartera ministerial. De salir adelante, será el primer Ejecutivo sin mayoría holgada desde la II Guerra Mundial. Dispuesta a impedirlo, la izquierda ha solicitado, en bloque, un debate parlamentario para el próximo miércoles.
El inesperado trío está de acuerdo ya en el monto de los recortes necesarios para afrontar la crisis: 18.000 millones de euros. A cambio, Wilders, que rechaza de plano el islam y propugna el freno a los inmigrantes musulmanes, ha pedido firmeza en las políticas de inmigración, asilo e integración. También espera ver su impronta en seguridad y ayudas a los pensionistas.
La alianza se prepara con gran cuidado y ante la consternación de la izquierda, con la que no han prosperado las negociaciones para formar Gobierno aislando a Wilders, como se pretendía. Todos sus miembros, de los socialdemócratas a los verdes, son contrarios a la presencia de la derecha xenófoba en las cercanías del poder. Les preocupa la mala imagen que ello daría de Holanda en el extranjero. Temen asimismo posibles repercusiones financieras en materia de exportación, o bien de seguridad nacional.
Como prueba de lo difícil que será, muestran el documento recién firmado por la democracia cristiana y el Partido de Libertad. En el mismo, la primera califica el islam de "credo religioso". Para el otro, se trata de "una ideología política". Según el líder democristiano Maxime Verhagen, "el escrito aclara posturas" porque su grupo "declina compartir el Gobierno con Wilders". Sin embargo, Mark Rutte, jefe liberal, ha depositado sus esperanzas en esta difícil fórmula.
Los liberales de derecha ganaron por un escaño las pasadas elecciones de junio, y quieren llevar solos las riendas de la próxima coalición. Descontenta, la socialdemocracia, su rival inmediato, dice que no se han explorado todas las combinaciones posibles que garanticen una coalición mayoritaria. Y que arrinconen, por medios democráticos, a Wilders.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.