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Dimite el secretario de Estado italiano relacionado con la Camorra

Nicola Cosentino afirma que Gianfranco Fini quiere tomar el poder

Con la oposición desaparecida, el centro derecha italiano prosigue su ajuste de cuentas, su sucesión de escándalos judiciales y su inmersión en territorios peligrosos. La última víctima del cruce interno de venenos y acusaciones es Nicola Cosentino, secretario de Estado de Economía del Ejecutivo, que esta tarde, tras reunirse con Silvio Berlusconi en Roma, ha dimitido de su cargo.

Cosentino, de 51 años, está acusado desde hace un año por los jueces de Nápoles de ser el referente político del clan de los Casaleses, el más potente de la Camorra campana, y el Supremo había autorizado su arresto hace meses. Pero entonces la mayoría del centro derecha negó el permiso en el Parlamento para que fuera detenido y Berlusconi decidió que el político de Casal del Príncipe siguiera en su puesto.

Ahora, Cosentino se ha visto obligado a renunciar tras ser acusado de haber conspirado dentro del partido contra el actual gobernador del PDL en Campania, el finiano Stefano Caldoro, preparando un falso dossier sobre su oponente interno en el que se decía que era homosexual y frecuentaba transexuales.

Para la guerra sucia contra su rival en el PDL, Cosentino recibió la ayuda, según la fiscalía de Roma, de una supuesta nueva logia masónica denominada P3 y relacionada con la Camorra, en la que según afirman los fiscales figuran el senador siciliano Marcello Dell'Utri, condenado a siete años por cooperación con la mafia, y el coordinador nacional del PDL Denis Verdini, acusado por la magistratura de corrupción en la energía eólica en Cerdeña.

Tras dimitir, Cosentino ha acusado a Gianfranco Fini de ser el responsable de su dimisión. El presidente de la Cámara había aceptado a trámite un voto de confianza la semana próxima contra Cosentino, y los finianos habían sugerido que votarían contra el ex secretario de Estado. Según ha afirmado el político campano, Fini ha dado pábulo a noticias falsas porque su única intención es descabalgar a Berlusconi y tomar el poder.

Su renuncia-cese es la tercera que sufre el Ejecutivo del Pueblo de la Libertad y la Liga del Norte en el último mes y medio, después de las del ministro de Industria, Claudio Scajola, implicado en el escándalo de la Protección Civil, y la de Aldo Brancher, obligado a irse a casa tras intentar acogerse al escudo judicial del legítimo impedimento solo unas horas después de haber sido nombrado por Berlusconi titular de Descentralización.

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