Rousseff quiere cambiar el sistema electoral si llega a la presidencia de Brasil
La candidata pretende emprender también una reforma tributaria
La candidata a la presidencia de Brasil por el Partido de los Trabajadores (PT) , Dilma Rousseff, ha comenzado, al verse en cabeza de los sondeos, a descubrir sus cartas. Algunas no están en la línea del Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, a pesar de que su lema es continuar el proyecto político de quien fue su jefe y promotor.
Rousseff afirmó el lunes, en un programa de televisión, que si resulta elegida pretende convocar una asamblea constituyente para abordar dos temas que Lula nunca quiso o pudo llevar a cabo: la reforma política y la reforma tributaria.
La propuesta de reforma política pretende cambiar el actual sistema electoral, en el que los ciudadanos votan directamente a los candidatos, por el de listas cerradas de los partidos. Para Brasil se trata de una revolución, ya que los ciudadanos están acostumbrados a votar a personas concretas, sean del partido que sean, y ven a los partidos como una especie de grupos de poder, sin demasiada politización. Rousseff quiere también imponer la subvención pública de las campañas electorales de los partidos.
En lo que se refiere a la reforma tributaria, a la que nadie hasta ahora ha querido meterle el diente, la candidata ha afirmado que no piensa reducir la carga tributaria actual de un 36%, que es una de las más altas del mundo. Rousseff se caracteriza por su fuerte sentido estatalista y comparte con Lula la idea de que sin una alta carga tributaria no se pueden llevar a cabo políticas sociales consistentes.
Algunos analistas, como el columnista Elio Gaspari, han visto con preocupación la idea de que Rousseff quiera, si llega a la presidencia, convocar de inmediato una asamblea constituyente, porque les recuerda lo que hizo Hugo Chávez al llegar al poder en Venezuela y su amor por los plebiscitos populares, algo que Rousseff podría usar también para cambiar algunas cosas.
"Una constituyente, llevada a cabo después de unas elecciones que se presentan como un plebiscito, no llega a ser como el chavismo, pero será algo que mudará para peor el formato de las instituciones políticas brasileñas", ha afirmado Gaspari en su columna, que aparece cada semana en varios diarios nacionales.
Rousseff es partidaria, como su formación, el PT, de un "control social" de los medios de comunicación. Preguntada al respecto por los periodistas, la ex guerrillera respondió que ella no lo interpreta como algo que pueda ir "contra la libertad de prensa", pero no explicó qué significaría entonces ese "control social" sobre los medios de comunicación ejercido por el Gobierno.
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