Prisión provisional para el kurdo que arrojó un zapato al primer ministro turco
Al joven, que no alcanzó a golpear a Erdogan, se le imputan delitos contra la comunidad internacional, de injurias y resistencia a la autoridad
Una juez de Sevilla ha decretado para Hocman Joma, el joven de origen kurdo y con pasaporte sirio que el lunes arrojó un zapato al primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, cuando salía del ayuntamiento de la ciudad, prisión provisional sin fianza.
Así lo ha anunciado el abogado defensor de Joma, Luis Ocaña, quien manifestó que este miércoles recurrirá el auto que poco antes de la 1.00 de la madrugada decretaba la juez del juzgado de Instrucción número 11 de Sevilla, Cristina Loma.
El joven de 27 años ha sido conducido al centro penitenciario Sevilla I, a la espera del juicio. A Hocman Joma se le imputan tres delitos, uno contra la comunidad internacional, otro de injurias, y un tercero de resistencia a la autoridad, por los que el fiscal ha pedido prisión provisional. A Hocman Joma se le imputan tres delitos, uno contra la comunidad internacional, otro de injurias, y un tercero de resistencia a la autoridad, por los que el fiscal ha pedido prisión provisional.
Erdogan había acudido al ayuntamiento sevillano para recibir el premio 2009 de la Fundación Sevilla NODO Entre Culturas, impulsada por la capital andaluza. Dos testigos de los hechos explicaron que el incidente se produjo frente a la puerta de la sede municipal, donde el coche oficial esperaba al primer ministro. Los testigos aseguraron que Erdogan estaba entrando en el coche cuando el agresor arrojó el zapato al grito de "Kurdistán libre", aunque no logró golpear al dirigente.
Para la defensa, que pedía libertad sin fianza, son irregulares las imputaciones de los delitos por los que ha sido enviado a prisión. A su juicio, la imputación del delito de injurias, al llamar a Erdogan "criminal y asesino" es irregular porque "no existe denuncia del ofendido", y el de resistencia a la autoridad también "porque no hay parte de lesiones por parte de los agentes que le detuvieron, ni se ha producido resistencia".
Según la policía, el detenido llevaba al menos un año en la capital andaluza, aunque estaba pendiente de regularización de su pasaporte o de expulsión.
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