Seseña es el símbolo y resumen de la burbuja inmobiliaria. De la caída en picado del precio de los pisos que más pronto que tarde terminará produciéndose. De las montañas de hipotecas impagadas. De los desahucios en cadena. De los activos tóxicos acumulados por los bancos. De la deuda privada española que desborda cualquier capacidad de refinanciación. En Estados Unidos se concedieron hipotecas a quienes no tenían avales ni garantías, se empaquetaron luego y se vendieron envueltas y escondidas, diferidas y diluidas en fondos sofisticados de alto riesgo. En España se hizo al revés, se construyó mucho más allá de lo razonable y de lo que podía absorber el mercado, a menos que fuera para la especulación, gracias al dinero que fluía como una riada desde bancos y cajas. En uno y otro caso se trataba del esquema de Ponzi (Carlo Ponzi fue un estafador italiano que actuó en Boston en los años veinte y dio su nombre a este tipo de estafa), la pirámide celebérrima de la que Berni Madoff fue supremo arquitecto.
Nuestro Bernie Madoff no fue tan sólo El Pocero, muy en contra de lo que dicen las apariencias, sino quienes han favorecido y aprovechado la política de dinero barato, es decir, el euro, para alicatar la costa entera de la Península y empezar luego a enladrillar la meseta. ¿Y quiénes son estos madoffs, entonces? Me temo que las responsabilidades son tantas y tan dispersas que al final nadie es responsable. Zapatero es quien lleva el timón ahora, y a él hay que pedirle cuentas por lo que está pasando, no hay dudas. Y si no porque está donde está, ha dicho lo que ha dicho y ha hecho lo que ha hecho (o no hecho). Pero todos, políticos, banqueros, constructores, propietarios y periodistas, comparten o compartimos alguna responsabilidad en esta burbuja o pirámide nuestra.
Ha quedado claro que España no es Grecia. Ahora deberíamos demostrar que tampoco es Seseña y que queremos ser en cambio Barcelona, ciudad donde esta semana pasada se ha producido una de las mayores acumulaciones de talento empresarial y tecnológico del mundo. El Congreso de Móviles, que viene celebrándose desde 2006, con más de 1.300 expositores y 50.000 ejecutivos, entre los que conforta contabilizar más de 50 compañías españolas, es lo que nos permite pensar la perspectiva de una economía que no esté basada exclusivamente en el ladrillo y el turismo. A la vista de lo que han presentado los expositores de aquí, hay que decir que no está nada mal el progreso realizado por las empresas españolas. Muchas de ellas, por cierto, de la España interior, meseta adentro.
Cuidado: ni el conjunto de toda la costa y la meseta son El Pocero, ni Barcelona es equivalente a innovación. Todo está muy repartido. También hay poceros y seseñas en la capital catalana. Pero el congreso de telefonía debiera funcionar como emblema frente a Seseña, imágenes ambas del viaje al que nos obliga la crisis: venimos de Seseña y queremos ir a Barcelona. Pero para hacerlo, primero habrá que salir de la vacía ciudad mesetaria: ¿cuánto vale de verdad esta urbe desierta?, ¿qué se puede hacer con ella?, ¿cómo quedarán los bancos y cajas atrapados en el silencio abismal de sus calles? Luego habrá que extremar las medidas y los esfuerzos, para llegar a Barcelona, que quiere decir invertir en educación, investigación y desarrollo; favorecer la pequeña empresa; buscar capital riesgo para las tecnológicas, y contar con un mercado de trabajo ágil y eficaz para que las buenas ideas se conviertan rápidamente en puestos de trabajo.
Comentarios
Por todas las Seseñas que hay en España, que serán sin duda buenísimos escenarios para pelis de miedo en las futuras películas de cine español, creo que este gobierno no es que debería potenciar el ministerio de vivienda y suelo, sino que éste debía de ser tan importante como el ministerio de economía. Qué dejen hablar a expertos que hace años en cursos, master, conferencias, exposiciones, artículos estaban diciendo lo que iba a pasar,¿Quién les hizo caso? ¿Para que sirven los expertos?.El problema nos son los dinosaurios de esqueletos, calles, asfaltos que se quedaran en el paisaje vacíos , el problema es la población que se dedicaba a esto , ¿a qué quieren que se dediquen ahora? Sería muy interesante entrevistar a los altos cargos del Ministerio de Vivienda, Sepes, y políticas de suelo, qué tienen pensado hacer. Y mientras tanto en cada "pueblo" una universidad de Arquitectura. ¿Pero alguien se da cuenta de algo?
En España estamos demasiado acostumbrados a que nos lo den todo hecho. La innovación no es cosa nuestra y, además, no se fomenta.http://enclaveinternacional.wordpress.com/
Lluís, solo te quiero hacer una pregunta... ¿tu has estado en Seseña?Te lo pregunto porque no se de que semáforos me hablas, ni de que impecables signos de trafico.Te voy a decir la verdad, aquí no hay semáforos, los coches no paran de circular, hay un montón de locales comerciales y ya somos miles de familias viviendo en este barrio.Por favor, hay que tener consciencia a la hora de escribir o hablar públicamente. Poniéndonos como ejemplo y dando información que no es real nos estáis haciendo muchísimo daño.Espero que algún día te pases por aquí, te invitemos a un café y hables de nuestro barrio como realmente se merece.Un saludo
Es increible que la progresia de este pais cojais una cantinela y no la soltais,y dale con perejil, y dale con los ladrillos, y dale con aznar aaa y se ta ha olvidado enlazar esto con la guerra del golfo, pero esque no aprendeis? los unicos culpables de la situacion del pais son sus maximos responsables no los mindundis de segunda, como decian en otro comentario, pasate por seseña anda, por cierto barcelona tiene el doble de paro que seseña aun a dia de hoy, anda dejarlo ya que vais a acabar con el psoe vosotros solitos.
El boom de los colegios de Arquitectura, con sus consiguientes miles de titulados que rebajan el valor del título, es otra burbuja interesante. Seseña no es más que una ciudad fantasma fruto de la especulación. Pero hay miles. Ensanches como el de Vallecas con miles de viviendas vacías, bloques enteros. PAU's con cientos de viviendas vacías, sin locales comerciales, sólo oficinas de cajas de ahorro y sucursales bancarias... y un Carrefour cerca. Trozos de meseta urbanizados -con asfalto, aceras y alcantarillado- junto a solares que pasarán al menos un par de décadas para que construír en ellos sea rentable. Un ejemplo de ciudad fantasma que no es Seseña: Ciudad de Valeduz (Guadalajara) y tres responsables con negritas: Emilio Botín (financiación), Esperanza Aguirre (terrateniente y legisladora), el sr. Santamaría de Reyal Urbis (constructor y promotor). Hasta consiguieron que la estación del AVE Madrid-Barcelona tenga parada en Valdeluz en vez de Guadalajara.Menos mal que el comentarista señala que los periódicos y televisiones también han sido responsables de esta inmensa canallada. Y al menos dos generaciones de jóvenes condenados a sueldos de miseria y precios de escándalos por un bien de primera necesidad que va a detener toda la pirámide demográfica, volviendo este país de incultos en un país de viejos avariciosos e incultos con hijos en casa. El precio a pagar como sociedad va a ser alto, muy alto. Es lo que nos merecemos. La codicia tiene un precio, y España ha cometido todos los errores posibles como sociedad.
Bueno, es que España pasó muy rápido de ser mísera a ser una nueva rica entre los paises del mundo.
Normal que cometieramos tantos fallos, y más con el aprecio al bien inmueble que tenemos, herencia del tardofranquismo y la transición.
Vamos a ver, quienes salgan de ésta con algo aprendido y ganas de trabajar, saldrán.Es cierto, muchos se quedarán en el camino. Habrá una generación perdida.Y buscar culpables no nos resolverá el problema.
Pero es posible que quizá maduremos más como sociedad, y desconfiemos más del dinero fácil.
No saldremos más ricos, pero si se hace bien, la lección de otros paises nos podría ser muy provechosa.
"Lo que no te mata, te hace más fuerte."
"Para pescar peces, hay que mojarse el culo."
Frases llanas que nacieron de gente que en tiempos pasados, seguro que lo tuvieron mucho peor que nosotros ahora.
Ea.
P.S.
En cuanto a tanto territorio construido, ¿Qué se hará?
Propuesta: reformarlos en "hubs" para empresas, abaratar su alquiler, dar beneficios fiscales a las empresas que se instalen en ellos y mejorar las comunicaciones colectivas.
Pero antes, habrá que pedir a los bancos que aflojen el crédito (que la sociedad necesita a la pequeña y la mediana empresa).
Recomiendo leer (o volver a leer) el artículo de Guillermo de la Dehesa: "Felicidad e ingresos", publicado en El País, 19 de enero de 2007.En los próximos meses la Felicidad Interior Bruta del país seguirá disminuyendo. Ya se nota esa crispación y cabreo entre los ciudadanos, mayor cuanto más creen que tienen que perder.Mal rollo.
¿Cuáles empresas, Jorge? ¿Las que explotan a los pobres, robándoles el sustento de la boca, explotando a los hijos, y robando por medio de la banca? ¿Desde cuándo a los sociocomunistas españoles les interesa una solución que envuelva a la empresa privada?Ah, perdón, te referías a las empresas estatales al estilo de los Nacional Socialistas alemanes. A esos les fue muy bien con la solución. Mis disculpas, fue mi error.
Estimado Lluís, estimad@s tod@s, se muestran unas visiones sintéticas de diversas realidades encadenadas, y tiene mucho jugo que exprimir el post.
Independientemente de los símbolos ... me parece que a la hora de repartir responsabilidades, malo será medir por el mismo rasero a tod@s ... Ya se sabe que donde manda capitán no manda gran cosa un marinero. Y que la costumbre dominante suele ser la obediencia mandada, seguida, y cobrada.
Pero lo auténticamente glorioso es tratar de encontrar una salida sin siquiera hacer el debido paso intermedio del identificar las causas-raíces de lo ocurrido. Este sencillo ejercicio natural, simplemente, no se ha hecho.
En el blog, recientemente, se han tratado cuestiones relacionadas a la ideología, también acerca de la sopa-boba ... Me quedo con estas ideas.
En cuanto a los grandes avances de la telecomunicación ... apenas unos matices enunciativos acerca de los sms caros ... las llamadas más caras ... la vida cara ... el espurio de la comunicación que iba a revolucionar la vida ... y finalmente ... los mails gratis (en internet).
Se entiende creo, el porqué a los sms no se les denomina mails. Las operadoras no dejan.
Saludos cordiales, para ver si entre tod@s, quitamos de la sopa-boba el ingrediente de la cháchara boba, aunque sólo sea para ahorrar, y destinar los recursos a economías más reales.
Los catalanes, da igual nacionalistas o no, siempre poneis ejemplos donde vosotros sois los guapos, los listos, etc. Que no teneis abuela.En mediocres, lo entiendo, en gente que se tiene por inteligente y versada simplemente me confirma lo de dime de que presumes....
Hablas de "desolación humanana" nada más comenzar el artículo, y desde ese punto por desgracia era evidente el caracter equivocado del mismo. Dudo que hayas visitado nuestro barrio, Seseña, ese del que dices "todo desierto, sin un alma a la vista"... ni que solicitases información sobre los censados actualmente...es decir trabajo periódistico, porque sino sería impensable que nuestro barrio fuese el hilo conductor de tu artículo. Los miles de vecinos que vivimos en el residencial construido por Francisco Hernando, estamos bastante cansados de artículos que se nutren de una realidad no existente, y que desde luego, no ayudan al crecimiento del mismo. Y por cierto...creo que la mayoría de vecinos jamás querríamos salir de seseña para ir a Barcelona, porque tu concepto sobre nuestro barrio es completamente equivocado.Me parece fantástico que el boom inmobiliario sea un tema que os da tanto margen, a pesar de haberse escrito miles de reportajes sobre ello, pero por favor antes de publicar algo semejante acercaros a esa realidad. Creo que es lo mínimo que se puede pedir a un buen periodista.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.