41 muertos y 106 heridos en un atentado suicida en Irak
El objetivo eran centenares de peregrinos chiiés que partían hacia Kerbala
Un atentado suicida ha matado al menos a 41 personas en el barrio de Bab al Sham, al noroeste de Bagdad. Una mujer hizo estallar una bomba cuando centenares de chiíes comenzaban su peregrinación a la ciudad santa de Kerbala, a 80 kilómetros al sur de la capital. Otras 106 personas han resultado heridas, según fuentes policiales citadas por Reuters.
"A las 11.45 (9.45, hora española), una mujer con un cinturón de explosivos se inmoló entre una multitud de peregrinos a Kerbala", ha confirmado el portavoz de la policía iraquí, el general Qassim al Musavi. El número de víctimas mortales puede aumentar.
Kerbala, donde se encuentra la tumba de Hussein, nieto del profeta Mahoma, es el lugar de celebración de la fiesta chií de Arbain, que marca el fin de los 40 días de luto por la muerte de Hussein. Desde la invasión estadounidense, miles de chiíes iraquíes y procedentes de Irán, Bahrein y otros países han desafiado el riesgo de atentados después de años de opresión del gobierno suní de Sadam Hussein. Los chiíes son mayoría en Irak.
El gobierno ha anunciado un dispositivo especial de seguridad para proteger a los fieles en su camino hacia la ciudad santa, después de que ayer, tres convoyes de visitantes chiíes, que salían de distintas zonas de Bagdad para dirigirse hacia Kerbala, fueran objetivo de una cadena de ataques, que causaron heridas a diez personas, según fuentes del ministerio del Interior.
La violencia religiosa en Irak estalló de nuevo en diciembre. Al menos 23 personas murieron en la víspera de la fiesta de la Ashura, una de las más importantes en el calendario chií.
El pasado enero un triple atentado contra hoteles y la explosión de un autobús bomba junto a una comisaría en Bagdad pusieron fin a la racha de relativa calma que vivía la capital. El nuevo estallido de violencia amenaza la convocatoria electoral del próximo marzo y pone en el punto de mira la candidatura del primer ministro Nuri al-Maliki, que se presenta a un segundo mandato. La principal baza del Gobierno de al-Maliki ha sido la reducción, en los últimos dos años, de la violencia en Irak.
Sólo en el mes de enero han muerto ya 165 civiles en Irak, algo más de la mitad de las 306 víctimas registradas el pasado diciembre. Al menos 100.000 iraquíes han sido asesinados en los seis años y medio de invasión, según fuentes citadas por Reuters.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.