Abbas amenaza con revisar la cooperación policial con los israelíes en Cisjordania tras los últimos ataques
La cooperación policial entre las fuerzas de seguridad palestinas e israelíes en Cisjordania se tambalea después de que el Ejército matara el fin de semana pasado a tres hombres en Nablus, según ha advertido el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas. Al líder palestino le han llovido las críticas por parte de sus conciudadanos tras la polémica incursión israelí en una ciudad en teoría bajo control exclusivo palestino. Mientras, en Gaza la aviación israelí bombardeó el sur de la franja después de que el día anterior grupos armados palestinos dispararan al menos un cohete en dirección a Israel.
"Recientemente, sus provocaciones [de los israelíes] e incursiones se han incrementado", ha declarado Abbas a la televisión palestina en un tono de una beligerancia poco usual en el mandatario que apadrina la comunidad internacional. "Nos encontramos ante un momento de revisión, de reconsiderar muchas de las cosas que hacemos". Y añadió: "Si la coordinación [policial] no conduce a un alto en las incursiones y las provocaciones, tendremos que repensar [nuestra colaboración]". La Autoridad palestina y sus fuerzas policiales gobiernan con puño de hierro su territorio como demuestran las frecuentes redadas y encarcelamientos a miembros de Hamás en Cisjordania o la ausencia de protestas en las calles palestinas con motivo del aniversario de la invasión israelí en Gaza.
Una de las ideas que inspiran la cooperación policial israelopalestina es que si el Gobierno de Abbass hace sus deberes, asegura la calma en su territorio y reprime los brotes de resistencia, los israelíes deben respetar esa autoridad, interferir lo menos posible en el terreno policial y cumplir con otros compromisos como por ejemplo frenar la expansión de los asentamientos. Lo que ha sucedido en los últimos días ha sido precisamente lo contrario y por eso, la actuación del Ejército israelí ha desautorizado de lleno y de nuevo al Gobierno de Abbas frente a los palestinos, debilitando aún más su liderazgo.
En Nablus, como en otras ciudades de Cisjordania son las fuerzas palestinas las encargadas de garantizar la seguridad. El ataque israelí del fin de semana pasado se produjo tras la muerte de un colono en Cisjordania por los disparos de milicianos de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, el grupo armado del gubernamental Al Fatah. Según la versión del Ejército israelí, los soldados se presentaron en las casas de los supuestos autores de la muerte del colono y les dispararon después de pedirles que se entregaran y de que estos se negaran. Testigos y familiares de los que murieron en el ataque han relatado sin embargo a la organización de derechos humanos B'Tselem que al menos dos de los hombres estaban desarmados e indefensos cuando los soldados les dispararon.
Mientras en Gaza, la relativa calma en el frente militar de los últimos meses se ha visto alterada durante el fin de semana por el fuego cruzado entre palestinos e israelíes. La aviación israelí ha bombardeado el sur de la franja, como represalia tras lanzamiento de al menos un cohete palestino. El objetivo de los bombardeos israelíes según el Ejército fueron una vez más los túneles que los contrabandistas utilizan para importar víveres y armas a la Franja. El incremento de la violencia se produce durante unos días en el que los dirigentes de Hamás se emplean a fondo en los actos conmemorativos de la invasión israelí de hace un año en la que murieron cerca de 1.400 palestinos. Alrededor de un centenar de activistas internacionales lograron el permiso de las autoridades egipcias para entrar en la franja y participar en las ceremonias tras días de protestas en El Cairo. El Gobierno egipcio impidió sin embargo el paso de más de un millar de activistas. Un grupo muy particular también se desplazó este fin de semana hasta la franja de Gaza para participar en los actos del aniversario de la ofensiva. Los judíos ultraortodoxos de Neturei Karta, con sus barbas largas y gabanes negros y aderezados para la ocasión con bufandas palestinas ofrecieron una imagen nada habitual en la franja que gobiernan los islamistas. "Es fundamental que la gente de Gaza entienda que esta terrible tragedia no se ha cometido en nombre del judaísmo", ha declarado uno de los rabinos que integraban la comitiva de judíos antisionistas procedente de Estados Unidos y Canadá.
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