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Los familiares del británico en el corredor de la muerte en China piden clemencia

Pekín tiene previsto ejecutar mañana al comerciante, con supuestos trastornos mentales, condenado por narcotráfico

Los familiares de Akmal Shaikh, un ciudadano británico cuya ejecución por narcotráfico está fijada para mañana en China, han hecho hoy una petición desesperada de clemencia. Aseguran que Shaikh, de 53 años, padece una enfermedad mental y fue engañado por una banda de criminales para que introdujera en el país la maleta con cuatro kilos de heroína con la que fue sorprendido en septiembre de 2007 en el aeropuerto de Urumqi, capital de la región autónoma de Xinjiang.

"Rogamos a las autoridades chinas compasión y clemencia para ayudar a reunir a esta familia destrozada", ha dicho Soohail Shaikh, uno de los dos primos del condenado que han viajado a China en un intento de paralizar la aplicación del veredicto. "Estamos totalmente convencidos de que no está en su sano juicio y de que necesita medicación".

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En el corredor de la muerte de China

Soohail y su hermano Nasir han podido visitar hoy durante una hora y media a Akmal en Urumqi. Según han dicho, al reo no le había sido comunicado que la pena capital, que fue dictada en octubre del año pasado en un juicio que duró media hora, iba a ser ejecutada en breve. Ha sido la primera vez en dos años que tenía contacto directo con un familiar.

Los parientes del condenado dicen que fue engañado por criminales para que llevara la maleta, de la cual Akmal afirma que no conocía el contenido, con la promesa de que le ayudarían a comenzar una carrera en el mundo de la música pop y grabar un disco para promover la paz mundial. Según un informe psicológico preliminar solicitado por la organización no gubernamental contra la pena de muerte Repreive, que proporciona apoyo legal a Shaikh, éste actuó muy probablemente "bajo algún tipo de psicosis ilusoria".

El Gobierno británico, cuyas peticiones para que la pena sea conmutada han sido rechazadas repetidas veces, asegura que los jueces no han tenido en cuenta que el condenado padece, supuestamente, desorden bipolar, una enfermedad maniaco depresiva. Pekín dice que ha gestionado el caso según la ley y que los derechos y los intereses del acusado han sido "totalmente respetados y garantizados".

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Las posibilidades de paralizar la ejecución parecen escaparse, después de que la semana pasada el Tribunal Supremo rechazara la apelación. La última opción es un perdón por parte del Gobierno. Los dos primos de Akmal tenían previsto entregar una petición de clemencia dirigida al presidente chino, Hu Jintao, y otra a la Asamblea Popular Nacional. La familia solicita que sea realizada "una evaluación mental completa para verificar el impacto de su salud mental, y que sea reconocido que no es tan culpable como aquellos que puedan, bajo la ley china, ser objeto de la pena de muerte".

Si es ajusticiado, Akmal Shaikh se convertirá en el primer ciudadano de un país miembro de la Unión Europea al que se la aplica la pena de muerte en los últimos 50 años, según Repreive.

Foto de archivo de Akmal Shaikh, el británico que será ejecutado mañana en China
Foto de archivo de Akmal Shaikh, el británico que será ejecutado mañana en ChinaREUTERS

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