_
_
_
_
_

Lula asiste a la proyección de la película sobre su vida, se emociona pero no habla

Ayer sábado fue un día especial para Lula, el presidente ex sindicalista. Asistió, en una sala de cine en su ciudad de São Bernardo do Campo, en el estado de São Paulo, con dos mil personas a la proyección de la película Lula, el hijo de Brasil, que cuenta sus primeros 35 años de vida, desde su nacimiento, hasta que se enfrenta con la dictadura militar agitando las huelgas de los metalúrgicos del ABC paulista a comienzas de los años 80 y que estará en todos los cines del país a partir del uno de enero próximo.

Lula asistió en primera fila al lado de dos mujeres: su esposa, Marisa Leticia y su candidata para la sucesión el año próximo, la ministra y ex guerrillera, Dilma Rousseff. Al final del film todo eran ojos para observar la reacción del protagonista y héroe de la película, un muchacho de una familia paupérrima del nordeste del pais que salió, tras vender lo poco que tenían, y se fue con todos los suyos, en un carro de bueyes a buscar fortuna a la rica Sâo Paulo. El ex sindicalista y ex tornero, que sin estudios ha conseguido en estos siete años de gobierno convertirse en un político carismático mundial y que saldrá de la escena el año próximo con un 80% de consenso popular, estaba visiblemente emocionado, pero no lloró ni salió de su boca una palabra de comentario. Se retiró en silencio. Para sus asesores, quien tiene que comentar la película ves la gente, no él.

El actor que encarna el personaje de Lula, en el film del cineasta Fábio Barreto, Rui Ricardo Dias está, sin embargo, con ganas de saber lo que el presidente ha pensado de su actuación. Se lo preguntará en privado, ha dicho. Barreto, que habló antes de la proyección, respondió a las acusaciones de la oposición de que la película puede ser considerada como materia publicitaria en un año de elecciones: "Son sólo intrigas", se limitó a decir y contó que su mayor desafío fue buscar un actor para representar una figura tan marcada como Lula.

A la proyección asistieron muchos ex sindicalistas que con Lula habían participado a las famosas huelgas de los metalúrgicos que pusieron fin a la dictadura militar. La película incuye algunas imágenes reales de aquellas huelgas. Para algunos de aquellos protagonistas el film peca "de bueno", Para el ex metalúrgico, José Fernandes, por ejemplo, es más dulce que la realidad. "Para los que vivimos aquello", afirma, "la realidad y los enfrentamientos con la policía fueron mucho más duros". Sin embargo, para él es igualmente interesante revivir aquellas escenas de lucha contra la dictadura, de las que se siente orgulloso.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_