Berlín
La vida y el ambiente de aquel Berlín oriental felizmente desaparecido han sido evocados con bastante acierto por dos películas que han hecho fortuna entre nosotros, como ‘Goodbye Lenin’ y ‘La vida de los otros’. Pero para mi gusto, la mejor evocación de aquel Berlín siniestro donde imperaba la Stasi se encuentra en ‘El expediente’, la narración autobiográfica de Timothy Garton Ash, que ahora debiéramos recuperar con este vigésimo aniversario. Cada vez que paseo por las calles de Mitte próximas a la zona donde estaba el Muro no puedo dejar de recordar aquella ciudad desierta y aquella tremenda herida que dividía la ciudad y cercaba el Berlín occidental.
Berlín celebra dentro de pocos días uno de los momentos más felices de su historia. La noche de aquel 9 de noviembre de hace 20 años es el último momento de la sincronía trágica entre la historia de la ciudad y la historia del mundo. Con motivo del aniversario y del Premio Príncipe de Asturias concedido a la ciudad, El País Semanal ha dedicado el número entero de este pasado fin de semana a la capital alemana, en el que he participado con un texto sobre la historia de la ciudad en el siglo XX. No conozco Berlín como conozco Barcelona, pero probablemente mucho mejor que otras ciudades donde he vivido mucho más tiempo. Sobre todo su historia, su pasado doloroso, las huellas que todavía pueden localizarse en el presente. Por eso me he atrevido a escribir sobre esta ciudad destinada a ir tomando cada vez más cuerpo como capital cultural y política de la Europa unificada.
(Enlaces: con mi artículo ‘Berlín, capital trágica del siglo XX’; con las referencias de ‘El expediente’, ‘Goodbye Lenin' y ‘La vida de los otros’).
Comentarios
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.