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Más sobre Saturno y sus nietos

No había leído enteras las ‘Memorias de un guerrillero cubano desconocido” cuando escribí hace una semana acerca de un libro, ‘Un asunto sensible. Tres historias cubanas de crimen y traición’ (Mondadori), que se convertirá en trascendental para entender la Cuba de los Castro. Tenía la idea que me habían suministrado algunos adelantos en blogs cubanos y el mensaje e mail que me mandó su autor, Juan Juan Almeida, desde La Habana, en el que pedía que lo leyera y le diera mi opinión. Ahora ya lo he leído entero y he podido hacerme una idea del valor del libro y del testimonio que nos da su autor, miembro de la nomenclatura castrista hasta hace pocos años y ahora declarado y tratado como un paria por sus propios ‘compañeros’ de antaño, hasta el punto de que le impidieron asistir a las exequias oficiales por su padre, el comandante de la Revolución Juan Almeida, fallecido el pasado 11 de septiembre y le impiden también salir de Cuba como es su deseo y le aconsejan sus médicos para tratarse de una grave dolencia.

Las memorias de Juan Juan documentan a la perfección la tesis del libro de Miguel Barroso. La Revolución devora a sus hijos y si estos se ponen a resguardo, como supo hacer astutamente el comandante Almeida, entonces se zampa bonitamente a sus nietos. No estamos hablando de una entelequia: los saturnos devoradores y hambrientos que tan bien encarnan a la quimera de la transformación radical son los hermanos Castro, dictadores de uno en uno, en ocasiones al alimón, y en complicidad siempre, mientras les dure el cortijo en el que son dueños únicos y sin discusión. Almeida era el teórico número tres, y Juan Juan era como un hijo más para Raul Castro, y sin embargo queda bien claro que allí no hay instituciones ni gobiernos, ni partido ni reglas de juego, ni amigos ni familias: sólo manda Fidel y en su lugar Raúl, su hermano, un gobierno de los hombres y no de las leyes iguales para todos, que puede servir como sutil definición de la dictadura.

Si Fidel se nos aparece directamente de interrogador y de testigo en el libro de Barroso, es Raúl quien lo hace en el de Almeida, y con palabras tensas, cargadas, evocadoras de hechos trascendentales, quizás los más trascendentales de la historia de la dictadura: “Ahí donde estás sentado estuvo sentado Ochoa y por no decirme la verdad mira lo que pasó”. Arnaldo Ochoa fue fusilado en 1989, el año de la caída del Muro, sin que nada sirviera para ablandar a los Castro: su condición de general, sus numerosos servicios al castrismo, sus actuaciones militares en Africa y los honores recibidos como Héroe de la Revolución. Más bien al contrario: sabiendo de su formación militar en la Academia Frunze de Moscú, su perfecto dominio del ruso y su conocimiento de la evolución de la vida soviética con Gorbachev, es muy probable que todos sus méritos no fueran más que agravantes de la acusación fabricada por el régimen —tráfico de drogas y corrupción— con la que se le condujo al paredón.

Nada que ver con el caso de Juan Juan. Está claro que si Raúl le interroga es porque es de la familia y porque los hermanos están en todo y se ocupan de todo: a fin de cuentas, suyo es el entero cortijo. Y está claro también que iba a despojarle de todos los privilegios y castigarle, pero sin tomarse la molestia de juzgarle o encarcelarle. Aunque vamos a ver qué sucede a partir de ahora si nuestro amigo habanero sigue protestando, resistiendo y molestando como está haciendo. En todo caso, además de su valioso testimonio sobre cómo se trata a las familias de la nomenclatura cuando van mal dadas, Juan Juan ha producido ya en su libro una de las mejores descripciones sobre cómo es el ‘hombre nuevo’ creado y criado por el castrismo. Veamos:

“Yo soy sólo un ser humano que se crió y formó entre corruptos, inmodestos y modernos corsarios que jugaron a ser estrictos, sencillos y guardianes del honor, pero olvidaron callar frente a los niños. Porque ese niño creció admirando esos vicios heroicos y vandálicos que apologetizaron nuestros líderes haciéndome ver que el asalto a un cuartel, en un país con leyes, puede ser una cosa justa. Haciéndome ver que subvertir países con ideas extranjeras, usando métodos ilegales, era algo necesario. Haciéndome ver que los problemas del Estado se solucionan más fácilmente si ahuyentamos a nuestros propios ciudadanos. Haciéndome ver que repudiar, desprestigiar, pisotear, golpear, escupir o encarcelar era una buena opción para aquellos que no piensan como el sistema exige. Haciéndome ver que el pueblo es una masa amorfa y lejana a la que se tiene en cuenta desde un estrado para elogiarla un poco, azuzarla otro tanto y luego regresar al aire acondicionado. Me hicieron ver tantas y tantas cosas que terminé confundido como millones de cubanos que no sabemos la diferencia exacta entre el bien y el mal. Nunca lo interioricé porque ser guerrillero encerró mucho placer, hasta que un día, y así comienza mi libro, mi historia, y mi novela, se me vino el mundo encima”.

(Enlaces: con Nietos de Saturno, con la editorial que ha publicado el libro de Juan Juan.)

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Comentarios

Gracias Lluis por este comentario, yo ya he leido el libro, soy buena lectora de asuntos cubanos y justo este me ha parecido inmejorable, lo recomiendo.
Estimado Lluís:"[...] salir de Cuba como es su deseo y le aconsejan sus médicos para tratarse de una grave dolencia"Tengo entendido que la mejor medicina del mundo es la cubana (M.Moore, SICKO) por lo que me confunde el párrafo. ¿Adonde le aconsejarías tú que se tratara? Espero que no digas USA (aquí ni la electricidad sirve, es tercermundista.) Propongo que el Sr. ZParo haga los trámites requeridos con Cuba (ya que es tan amigo de los castro) para que le permitan salir a tratarse en la Famosa Sanidad Española ya que es "gratis".¿Por qué es que los cubanos quieren siempre abandonar el Paraíso Socialista? Son unos traidores, unos gusanos detestados del Versalles.Un amigo de ascendencia catalana quien ha vivido toda su vida en Sur América me contó el otro día que él va cada 4 meses a tratamiento médico a Barcelona (tiene un cáncer lento.) Cuando le pregunté que como era posible que Catalunya pudiera hacer eso dado a que nunca había pagado un centavo en impuestos me contestó: "Es gratis". Mi amigo ya casi me convence a dejar de pagar mi seguro médico, e ir a Barcelona cuando me enferme. Mi seguro médico me cuesta el equivalente a diez pasajes MIA-BCN así que salgo ganando. Y pensar que Obama se rebusca para encontrar algo tan sencillo, que mande los enfermos a Barcelona, sale más barato.
Aqui en Venezuela estamos viviendo algo parecido. Chavez es un gran mentiroso, creo que esa es la principal caracteristica de los comunistas, para que los tontos caigan en la trampa y una vez que se cierra ya no hay vuelta atras. El socialismo es para los pendejos, ellos viven a la mejor forma burguesa, con los mejores carros, las mejores casas, las mujeres mas bonitas, etc. Lastima de pueblos que por su ignorancia caen en estas trampas. Chavez dice que es mas facil que un camello pase por el ojo de una aguja, a que un rico entre en el reino de los cielos. Pero no dice la parte anterior de ese evangelio cuando Jesucristo le dice al joven que venda todo lo que tiene, lo reparta entre los pobres y luego lo siga. Ellos los jefes comunistas tienen demasiados bienes para hacer eso.
LASTIMA QUE JUAN JUAN SE DECIDIO A ESCRIBIR EL LIBRO AHORA CUANDO LE TOCARON LOS TALONES Y NO CUANDO VIVIA COMO UN BURGUES CON CUENTAS BANCARIAS EN BANCOS BELGAS Y GOZANDO DE TODOS LOS PRIVILEGIOS DEL CASTRISMO MIENTRAS EL PUEBLO DE CUBA SOBREVIVIA LAS PENURIAS DE LA DICTADURA DE LOS HERMANITOS CASTROS. QUE CLASE DE CARA MAS DURA TIENEN. A TODOS LES LLEGARA SU HORA
Hoy entré por primera vez a su Blog. En primer lugar, le felicito por su tolerancia. Reproducir opiniones contrarias es justo y democrático, pero cuando estas carecen del más mínimo rigor histórico e ignoran la realidad contemporánea y se convierten en manifiestos panfletarios y apologéticos de un sistema político y un modelo económico, que a través de un siglo solo ha cosechado fracasos, a mi me tienta depositarlos en el basurero de la historia . Las sustancias contaminantes y las ideas que distorsionan la realidad requieren un cuidadoso tratamiento que limite los daños colaterales que pueden determinar. “Dicen que Dante le preguntó a un amigo, que hacer cuando te tocaba vivir bajo un régimen despótico y aquel le contestó: Escapar lo más lejos posible, exactamente igual que cuando anuncian que viene la peste” Es un consejo sano. La otra opción, luchar contra “la peste”, suele ser riesgoso. No obstante suele resultar que cuando llegas al “otro paraíso” te percatas de que también tiene muchos defectos pendientes de solucionar. Y en ese caldo de cultivo resurgen y crecen de nuevo las ideas “perfeccionistas” que pretendiendo igualar derechos, y casi siempre olvidando deberes, e inevitablemente apadrinadas por profetas místicos, poseedores de la verdad absoluta, pretenden retrotraernos a una historia reciente que ya conocemos. Y para tu desconcierto, te sorprendes de cuantos se creen la historia, evidentemente, entre otras cosas, porque no tienen nada mejor en que creer. Como dice el viejo refrán: El hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Pericles
Informacion para medicos cubanos que quieran llegar a Estados Unidos. http://medicoscubanosenesperadevisaparausa.blogspot.com/
Acabo de leerme el libro de Juan Juan.Es irregular. Tiene un comienzo flojo y una continuación donde se para demasiado en detalles familiares anecdóticos. Pero la parte final, donde detalla la persecución que cae sobre él y su familia, casi me ha hecho llorar.Hablo, por ejemplo, de cuando describe los cuatro días en que sometieron a su esposa Consuelo a continuos interrogatorios, que finalizaron avisándole para que fuese a verla al hospital, donde había perdido la visión por una afección desencadenada por el stress nervioso.Hablo también de como describe la decisión de su hija de huir de Cuba y no volver jamás. Esta parte las transcribo aquí:—A este país no regreso nunca más. Lo que me han hecho no tiene nombre. Me destrozaron el equipaje. Me desnudaron. Me tocaron. Me metieron los dedos en … Me obligaron a pujar. Me maltrataron y cuando pregunté por qué, tranquilo y sonriente el oficial me contestó que yo era sospechosa de narcotráfico. Y que si el vuelo se me iba no importaba porque mis padres tienen el dinero suficiente como para comprar otro boleto. !A este país te juro que no regreso!…Simpático ¿cierto? Esto que usted leyó no fue otra cosa que las palabras, con voz de espanto, de una veintiunañera, de una niña con disfraz de mujer. Las palabras de mi hija a las 16:30:22, o lo que es lo mismo, a las 4 de la tarde con 39 minutos y 22 segundos, del día 15 de febrero del 2006, apenas unas horas después de San Valentín, mientras abordaba el vuelo MX 320 que con destino a Ciudad México la separaría estrepitosamente de mi alcance para convertirse en el más cruel de los muchos castigos que cayeron en mi bolsa. Eso sin contar el día en que la sacaron de la escuela a escondida de su madre, la llevaron a un cuarto de hotel, la interrogaron, la torturaron psicológicamente, y luego le prohibieron contarlo en casa.

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