Taxis rosa contra la inseguridad
El Gobierno de Puebla pone en circulación 35 coches de uso exclusivo para mujeres y niños con el objetivo de frenar la creciente violencia de género local
Con el lema Mujer al volante, responsabilidad constante, el Gobierno de Puebla ha puesto a circular esta semana 35 pink taxis. Se trata de vehículos de alquiler conducidos por mujeres que darán servicio exclusivamente a mujeres y niños. Cada taxi dispone de un localizador vía satélite y un botón de pánico conectado a un centro de emergencia para reforzar la seguridad de chófer y pasajeros. Cada unidad tiene un nombre femenino, y cuenta con un espejo extra para que los usuarios puedan, como se dice en México y han enfatizado las autoridades, "darse una manita de gato", es decir, maquillarse durante el recorrido.
Puebla se sitúa por encima de la media nacional en el tema de violencia contra las mujeres, tanto en el ámbito privado como en el público. Esta medida es, en principio, bien recibida por activistas como el Observatorio de Violencia Social y de Género de la Universidad Iberoamericana (campus de Puebla).
"Responde a un problema de inseguridad en el transporte. Es una buena idea, sabemos de varios casos, sobre todo de mujeres del interior del Estado que llegan a terminales de transporte público y que luego han sido violadas. Se trata de una población vulnerable porque, en ocasiones, esas mujeres ni siquiera hablan español", opina Lourdes Pérez Oseguera, trabajadora del Observatorio.
"Esta medida es un paliativo para enfrentar un problema real, pero es un paso para reconocer que sí existe el problema. Tendríamos que analizar su efectividad dentro de un par de meses", asegura Pérez Oseguera.
Esta empleada del Observatotorio califica de muy grave el problema de la violencia de género contra las mujeres de Puebla. Se trata, dice en conversación telefónica, de una situación de doble vertiente: hay una "cifra negra" de incidentes no denunciados, que, por lo tanto, no están dentro de las de por sí ya altas estadísticas de maltrato. Y, por otra parte, dice la especialista, se trata de la falta de conciencia de la sociedad sobre el problema.
Valentín Meneses, secretario de Transportes de Puebla, señala que este nuevo programa no responde necesariamente a un problema específico de delitos contra la mujer, aunque reconoce que, a veces, las pasajeras reciben de algunos taxistas "propuestas indecorosas", y que algunos de ellos "se pasan de vivos".
Desde hace años se reservan vagones exclusivos para las mujeres en las horas punta en el metro de la ciudad de México. De igual forma, los autobuses denominados Atenea hacen rutas en las que sólo admiten pasajeras.
La única queja sobre este programa que Pérez Oseguera pone sobre la mesa es que al ser unidades pintadas de rosa se refuerza el añejo estereotipo, algo que precisamente no ayuda mucho a la hora de buscar equidad.
La medida tiene menos de 48 horas de vida, pero los hombres ya han manifestado su disconformidad. La prensa local ya recogía el rechazo de taxistas de sexo masculino que temen perder clientas por considerar el nuevo servicio más seguro.
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