Un cambio meteorológico facilita la extinción del incendio en California

Los bomberos que trabajan en la extinción del incendio que arrasa el condado de Los Ángeles desde el pasado miércoles han podido, por fin, comenzar a poner cerco al fuego. Una ligera caída de las temperaturas ha permitido a los bomberos controlar un 22% del frente, según han informado las autoridades. Las llamas han quemado ya 51.400 hectáreas, calcinado alrededor de 60 inmuebles y causado la muerte de dos miembros de los equipos de extinción. Además, las autoridades han cifrado las pérdidas ocasionadas por el fuego en 13,6 millones de dólares (unos 9,6 millones de euros).

Por primera vez desde que se originó el incendio, en el parque natural Angeles Nacional Forest, al noreste de Los Angeles, la meteorología se ha aliado con los equipos de extinción. Las nubes hicieron acto de presencia este martes en el sur de California, lo que refrescó el ambiente cerca de 5 grados -hasta el límite de los 30-, e incrementó la humedad ambiental. Además, en las próximas horas podrían producirse ligeras precipitaciones.

Buenas noticias para los miles de bomberos que trabajan en agotadores turnos de doce horas y que el pasado domingo sufrieron un duro golpe anímico por la muerte de dos compañeros, que viajaban en un vehículo que se despeñó por la ladera de una montaña en el área afectada por las llamas.

Sin embargo, 10.000 viviendas siguen amenazadas por las llamas y 4.300 personas continúan desalojadas. Las órdenes de evacuación se han levantado para las localidades de La Cañada Flintridge y La Crescenta. Las autoridades han cifrado en 60 el número de viviendas calcinadas por el fuego, y algunos vecinos han podido este martes acercarse por primera vez a ver los destrozos.

Uno de los frentes del fuego más preocupantes es el que rodea la cima del monte Wilson, donde se encuentra un centro de comunicaciones con repetidores que dan señal de televisión y telefonía al condado de Los Ángeles.

A pesar del optimismo tras el cambio en las condiciones meteorológicas, los expertos han alertado de que la situación es aún peligrosa y que, si vuelve a cambiar el tiempo, el fuego podría recuperar su vigor.

En el estado de California hay otros siete focos activos, además del de Los Angeles. Sin embargo, a pesar de la gravedad de la situación, en lo que va de año se han quemado en California la mitad de hectáreas que en el mismo periodo de 2008.