El Ejército israelí mató a 11 civiles palestinos con banderas blancas
Human Rights Watch denuncia que los soldados israelíes no tomaron precauciones durante la última operación en Gaza
La organización de defensa de los derechos humanos Human Rights Watch (HRW) ha publicado hoy una exhaustiva investigación en la que acusa al Ejército israelí de matar a 11 civiles cuando ondeaban la bandera blanca en señal de rendición durante la ofensiva de Gaza en diciembre y enero pasados. Cinco de las víctimas mortales fueron mujeres y cuatro niños.
HRW considera que a pesar de que estas 11 víctimas representan una mínima fracción de los más de 1.400 civiles y milicianos muertos en el ataque israelí, constituyen casos claros de abusos por parte del Ejército ya que los civiles ondeaban banderas blancas en lugares en los que no había combatientes alrededor. Por eso, la organización pide a Israel que lleve a cabo una investigación independiente de estos casos.
"Todas las pruebas disponibles indican que las fuerzas israelíes tenían bajo control esas zonas, que no se estaban produciendo enfrentamientos en esos lugares y que los combatientes palestinos no se escondían entre los civiles a los que dispararon. Ondearan o no una bandera blanca, esta gente no participó en las hostilidades y por lo tanto, no deberían haber sido atacados según el derecho internacional humanitario", reza el informe de 63 páginas titulado Israel: Investiga los disparos de bandera blanca a civiles en Gaza.
Para explicar la muerte de cientos de personas inocentes en los ataques de Gaza, Israel ha acusado repetidas veces a los milicianos de Hamás de utilizar a los civiles como escudos humanos durante la ofensiva. Ayer, en su respuesta al informe publicado, el Ejército reiteró este argumento y añadió que el documento se basa en testigos que no son fiables.
HRW realiza estas acusaciones después de haber visitado los lugares de los ataques, valorado las pruebas balísticas y los informes médicos y entrevistado a múltiples testigos. A pesar de que el Ejército israelí ha llevado a cabo varias investigaciones sobre el comportamiento de sus soldados durante la ofensiva contra las fuerzas de Hamás y en los que se les exculpa de las acusaciones, HRW considera que "hasta la fecha, el Gobierno israelí y el Ejército no han realizado investigaciones serias en relación a las numerosas acusaciones de violación de las leyes de la guerra durante la operación Plomo Fundido".
Uno de los casos recogidos en el informe, cuenta cómo dos mujeres que portaban banderas blancas salieron de una casa en Atatra, al norte de Gaza, que iba a ser demolida, para avisar a los soldados de que había civiles dentro. "Abrimos la puerta y un francotirador nos disparó desde otra casa", cuenta Zakiya al Qanu de 55 años. "A Ibtisam le dieron y yo me di la vuelta para meterme dentro y una bala me rasguñó la espalda. Ibtisam murió en el quicio de la puerta".
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