Periodismo visceral

Bueno, tras pasar en los últimos cinco posts por el periodismo teológico, por el ontológico, por el impostor, por el persuasivo y por el reafirmativo, te decantas finalmente por el periodismo del corazón (lo de visceral sí que es un eufemismo). Ya dije en más de una ocasión aquí (eran otros tiempos) que el tratamiento de los "temas internacionales" se inclinaba peligrosamente hacia la crónica rosa de la Casa Blanca y sus invitados. Si, como dices, el chisme es la "noticia más pura", todo tiene ahora sentido.Si yo fuese mayor y periodista profesional no te digo que no me interesase saber y contar quién acaba acostándose con quién al final de esas fiestas palaciegas. Sospecho que debe de haber hostias por la Bruni, no lo digo porque me guste (muy mayor y operada para mí) sino porque vista la competencia... Pero de momento me interesan más otras cosas http://lacomunidad.elpais.com/johndoebeach/2009/8/9/nagasaki-clocksserá que no consigo salir de la adolescencia, como dicen las marujas del blog de al lado.PS: Espero que sigas disfrutando del verano, y que a la vuelta nos traigas algunas "noticias puras" de esas. Seguro que acabas enganchándonos a todos al "¡Hola País!"... la respuesta del periodismo serio ante la crisis.

UCXW6J O sea que hay que ir a comprar el periódico a la casquería y los higadillos al kiosko. Bueno, a lo mejor se lo piensan y recurren al dos en uno para metérnoslo todo en un pack, que en este país los periódicos se han vuelto muy oferteros y regaladores. Algo hay de sintonía con lo que está ocurriendo en el Pp. Y por eso están tan furiosos con la prensa que no les trata precisamente con regalitos como a ellos les gusta. Conque aquí arriba me encuentro al faltón del verano hecho un basilisco porque no encuentra abuela que lo avuncule, lo alabe, y lo que él quiere es tener una buena abuela y todas las demás mujeres las tiene cosificadas como valores de uso y están para que le parezcan demasiado esto y demasiado lo otro; demasiado mucho o demasiado poco. Prefiero que Dios no llame al calificado, sino que califique al llamado. Y los irrespetuosos de fácil insulto, que se conformen con la tabla de surf, a ver si queman todo el veneno energético que llevan en exceso.