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Muere Alexis Argüello, alcalde de Managua y tres veces campeón mundial de boxeo

Conmoción en Nicaragua por la desaparición de su deportista más célebre - El boxeador sufría una depresión y había tenido problemas personales

Nicaragua perdió a su deportista más querido. Alexis Argüello (Managua, 1952), tres veces campeón mundial de boxeo y alcalde de la capital de Nicaragua. Murió a las dos de la mañana, hora local, en situaciones aún no esclarecidas. La Policía Nacional investiga las circunstancias de su muerte.

Managua aún no se había terminado de despertar este miércoles cuando las radios locales abrían su programación anunciando la muerte de Argüello. Se había suicidado, decían. Se disparó un tiro en el corazón. La noticia corrió rápido, de boca en boca, a través de mensajes y llamadas. Los nicaragüenses lo conocían como el rey del boxeo.

Era un héroe nacional al que le perdonaban todo, incluso sus pasos, muy criticados, por la complicada política criolla. Decenas de personas se trasladaron desde los barrios más pobres de Managua al Instituto de Medicina Legal, donde se practicaba la autopsia al cuerpo de Argüello. Iban a cerciorarse si el rumor era cierto, si no lo habían soñado. "Siento que se fue mi hermano", decía allí un humilde joven, vecino del barrio Monseñor Lezcano, el barrio que vio nacer al monarca del deporte nicaragüense.

Las versiones eran confusas pero para muchos la causa era lo de menos. Se había muerto el campeón. A las siete de la mañana hablaba para una radio oficial la primera dama, Rosario Murillo, portavoz del Gobierno. Decía que el presidente Daniel Ortega lamentaba la noticia. Que Nicaragua estaba de luto. Que se había muerto "el luchador de los pobres".

Relación con los sandinistas

A muchos esa relación de Argüello con el Frente Sandinista les chocaba, así como su participación en las elecciones municipales de noviembre, que lo llevaron de forma fraudulenta, según la oposición, a la principal alcaldía de este país. El cargo que era un espejismo, según los periodistas que cubren la municipalidad. Argüello era utilizado, era un títere del partido, explican a este diario. Las órdenes venían de arriba, del presidente y su esposa. Una fuente explicó que en los últimos días miembros del FSLN le habían presionado para que dejara la alcaldía, pero el ex boxeador se negó.

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No fue su única participación en política. Argüello fue teniente honorífico de la Guardia Nacional de Somoza. En 1975 participó montado a caballo en una manifestación del somocismo en Estelí, al Norte del país. El boxeador explicó que a aquel desfile del dictador llegó engañado, pero esa participación se convirtió en su estigma. El primer gobierno de Daniel Ortega en los ochenta confiscó sus bienes y 20 años más tarde, en 1994, cuando se conmemoraban los 20 años de su primer titulo mundial, Argüello prometió que nunca más se metería a política. "Que me escupan la cara si lo hago", dijo.

Traicionó su palabra. En 2001 se unió al FSLN y tres años más tarde fue electo vicealcalde de Managua. Después el partido lo escogió como candidato a alcalde en las elecciones de 2008 por su popularidad y el cariño que le profesa la gente. Compitió contra el ex ministro de Hacienda, Eduardo Montealegre, y aunque la oposición y la sociedad civil dicen que perdió las elecciones, el Consejo Supremo Electoral le otorgó una cuestionada victoria. Fue cinco meses alcalde de Managua, en una administración cuestionada por abuso de poder, mal uso de los fondos públicos y negligencia.

"No me arrepiento de nada"

Pero Nicaragua se lo perdona. Así como su relación con el alcohol y las drogas, problemas que lo llevaron a la quiebra económica y por el que pasó largas temporadas en rehabilitación. "He hecho de todo", dijo en una entrevista, "y no me arrepiento de nada". Argüello es una gloria de un país acostumbrado a guerras, descalabres naturales y políticos autoritarios. Sus peleas paralizaban el país, eran una de las pocas alegrías. Los nicaragüenses lo elevaron a mito del deporte nacional desde que debutó en el boxeo en 1968.

Argüello participó en 90 peleas, de las que ganó 82, 65 de ellas por nocáut. Entre 1974 y 1981 logró tres campeonatos mundiales y su nombre está en el Salón Mundial de la Fama del boxeo, en Nueva York.

Este miércoles centenares de nicaragüenses acompañaban su féretro, mientas continuaban las investigaciones para esclarecer su muerte. "¡Alexis, Alexis!", gritaban por las calles de Managua. Sus peleas más famosas eran retransmitidas por las televisoras locales y los políticos hacían una parada en sus actividades para expresar su congoja.

El Gobierno decretó tres días de luto nacional. "Nicaragua pierde una gloria nacional", afirmaba un diario local. Y hasta hubo quien le dedicó aquellas estrofas de Rubén Darío, el otro gran orgullo de este país: "Es algo formidable que vio la vieja raza: robusto tronco de árbol al hombro de un campeón."

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