Detenidos en Afganistán 41 guardas entrenados por EEUU

Cuarenta y un guardas de una empresa privada de seguridad, entrenados, bien armados y contratados por Estados Unidos, han sido detenidos en Afganistán después de un tiroteo en el que murió el jefe de policía de Kandahar, Matiullah Qatay, informa el gobernador provincial, Thoryalau Wesa. Los guardas detenidos serán enviados a Kabul donde serán juzgados.

Además del jefe de policía Qatay, perdieron la vida ocho policías. Los guardas entraron en la oficina del fiscal de Kandahar para liberar a unos compañeros detenidos en dichas dependencias. El presidente afgano, Hamid Karzai, ha asegurado que se trata de un hecho muy grave y un serio "golpe a la construcción contra las instituciones".

Su oficina describió lo ocurrido de la siguiente forma: "Hombres armados de una compañía de seguridad trataron de liberar por la fuerza a dos criminales y atacaron la oficina del fiscal. El jefe de policía Qatay y el jefe de la investigación criminal, Abdul Khaliq Hamdam, se resistieron y les dispararon".

El portavoz militar de EEUU en Kabul, el coronel Greg Julian, reconoció que se había producido "un incidente", pero evitó comentarlo debido a que "carecía de información precisa".

Los guardas privados están entrenados y pagados por EEUU, que de momento utiliza sus servicios en las bases avanzadas. Una particularidad de los guardas es que no obedecen al Gobierno de Kabul. Las fuerzas locales afganas los llaman "Fuerzas Especiales" por su nivel de preparación y armamento. Kandahar es el lugar donde nació el movimiento de los talibanes.