Estados Unidos reconoce errores en los bombardeos de mayo sobre Afganistán
Un portavoz anónimo del ejército americano ratifica un informe de 'The New York Times' que denunciaba el asesinato de civiles
Una investigación militar de EE UU ha descubierto errores en los ataques aéreos que mataron a decenas de civiles en el oeste de Afganistán el mes pasado, según ha comunicado un oficial militar estadounidense. El funcionario ha ratificado un informe publicado en The New York Times el miércoles en el que se exponía que el número de muertes de civiles se habría reducido si las tropas aéreas y terrestres de EE UU hubiesen seguido estrictamente las normas para prevenir víctimas civiles. "No tenemos un problema con la exactitud de la historia", ha afirmado el funcionario, hablando en condición de anónimo porque los resultados de la investigación todavía no se han anunciado.
Los bombardeos en la provincia de Farah se produjeron a principios del pasado mes de mayo. Las autoridades afganas señalan que el número de muertes oscila en torno a las 140, mientras que un servicio afgano de vigilancia de los derechos humanos reduce la cifra a 97 y apunta que tan sólo dos combatientes talibanes fueron asesinados. Por el contrario, los servicios militares estadounidenses exponen que de las 90 personas muertas, de 20 a 35 eran civiles y el resto eran combatientes talibanes que utilizaban a los civiles como escudos humanos. La investigación fue ordenada por el general David Petraeus, jefe del Comando Central de EE UU, el cuartel general militar de la nación estadounidense y que supervisa las operaciones militares enOriente Medio y en la zona centro-sur de Asia.
The Times, apoyado en el testimonio de un oficial militar de alto rango que permanece en el anonimato, dijo que la investigación ha llegado a la conclusión de que un avión de EE UU autorizó los ataques a los combatientes talibanes, dejando abierta la posibilidad de que los combatientes hubiesen huido o que algunos civiles hubiesen entrado en la zona en la que intervinieron. Un de los compuestos que los militares estaban empleando para contraatacar a las tropas afganas violaba las normas, ya que requería de una mayor amenaza para justificar su uso y ponía en riesgo a las viviendas de la zona.
"En varios casos en los que hubo una legítima amenaza, la elección de la forma de hacer frente a esa amenaza no se ajustaba a las normas de intervención ". The New York Times no dijo cuántas víctimas civiles podría haber sido evitado si los procedimientos se habían seguido. El Pentágono se negó a comentar, diciendo que aún no había recibido el Comando Central informe.
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