La comunidad internacional reúne 163 millones en ayuda humanitaria para Pakistán

La comunidad internacional ha ofrecido 224 millones de dólares (unos 163 millones de euros) para ayudar a los cientos de miles de desplazados como consecuencia de la operación militar contra los talibanes en el noroeste de Pakistán. El compromiso, hecho público durante una conferencia de donantes celebrada este jueves en Islamabad, se queda muy lejos de los 1.000 millones que pedía el Gobierno paquistaní.

Parte de las donaciones ya habían sido anunciadas en los días pasados, como por ejemplo, los 110 millones de dólares de Estados Unidos. Además, algunos países, como Australia, han precisado que su ayuda va a canalizarse a través de las agencias de la ONU que el viernes tienen previsto lanzar su propio llamamiento con la intención de recaudar los entre 500 y 600 millones de dólares que necesitan para hacer frente a la crisis.

"Estamos muy satisfechos con la respuesta de los donantes", ha declarado no obstante la viceministra de Economía, Hina Rabbani Khar. Esta responsable reconoció que la solicitud de ayuda de su Gobierno se producía en medio de una crisis financiera global y cierto "cansancio" de los donantes apenas unas semanas después de que el grupo de Amigos de Pakistán prometiera 5.200 millones de dólares en Tokio.

"No está aún claro cómo va a canalizar su ayuda cada uno de los gobiernos que hoy ha prometido una contribución", reconoce a EL PAÍS Luc Chauvin, subdirector de UNICEF en Pakistán. De hecho, alguno como el de Japón no ha realizado aún un anuncio, lo que hace pensar que está esperando a la cita de este viernes. España, por su parte, tiene previsto donar un millón de euros a través de ACNUR, según fuentes diplomáticas.

En opinión de Chauvin, lo importante es que "el Gobierno de Islamabad respalda plenamente el llamamiento de la ONU". La única diferencia entre ambas peticiones, explica, es que las autoridades paquistaníes se centran más en la rehabilitación y las agencias de Naciones Unidas en la asistencia humanitaria inmediata.

Desde principios de mayo, en torno a 1,74 millones de civiles se han visto obligados a abandonar sus hogares en el Valle de Swat y los distritos vecinos, según las últimas cifras facilitadas por el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Este organismo ha advertido del peligro de una crisis humanitaria a largo plazo y solicitado ayuda a gran escala para esos desplazados, que se suman a los 552.000 que ya huyeron de las zonas tribales cercanas a la frontera con Afganistán el pasado verano.

Al hacer su petición de ayuda, el primer ministro paquistaní, Yousuf Raza Gilani, declaró que ese dinero "también ayudará a que los insurgentes no exploten la vulnerabilidad de la población desplazada". Se teme que los terroristas utilicen la precariedad de la asistencia que hasta ahora se ha ofrecido a estos refugiados internos para reclutar nuevos adeptos. La oleada de gente que ha escapado de los combates ha pillado desprevenidos a los responsables paquistaníes, cuyo fondo de 100 millones de dólares resulta a todas luces insuficiente.

"Tenemos que ganar los corazones y las mentes de la gente", manifestó Gilani tratando de encuadrar esta ayuda en el marco de la lucha contra el terrorismo.