La presidenta argentina se suma al catastrofismo

La presidenta de Argentina, la peronista Cristina Fernández, se ha sumado a la campaña de las elecciones legislativas del 28 de junio, las de mitad de su mandato, con el mismo discurso apocalíptico que su marido y antecesor, Néstor Kirchner. "El 28 de junio está en juego la estabilidad democrática y la calidad institucional", dijo el miércoles en un acto en la Casa Rosada (de Gobierno). La oposición recrudeció en sus críticas a los Kirchner por infundir "miedo", mientras que un sindicalista peronista disidente advirtió que si pierden los comicios, la jefa de Estado renunciará.

Kirchner había dicho el martes que si el Partido Justicialista (PJ, peronista), que él preside, perdía la mayoría parlamentaria, Argentina volvería a sufrir una crisis política, económica y social como la de 2001. El miércoles, el posible candidato a diputado insistió en la ciudad de San Nicolás (230 kilómetros al norte de Buenos Aires): "Si Cristina no logra la mayoría, esto explota". Y en la Casa de Gobierno la propia presidenta argentina arremetió: "El país explota si llega a gobernar los que ya gobernaron". Recordó que el Gobierno del radical Fernando de la Rúa (1999- 2001) había recortado las pensiones y las nóminas de los funcionarios. Su marido vinculó a los peronistas disidentes con el "neoliberal" Gobierno de Carlos Menem (1989-1999).

Fernández también criticó al vicepresidente de Argentina, Julio Cobos, un radical que fue su aliado hasta julio pasado, cuando se pelearon por el conflicto entre el Gobierno y los agricultores. Los seguidores de Cobos han sellado alianzas con la Unión Cívica Radical (UCR) para los próximos comicios. La presidenta recordó que en un programa periodístico de televisión del que participó el ex presidente de la aristocrática Sociedad Rural y actual dirigente de la conservadora Propuesta Republicana (PRO, aliada al peronismo disidente), Luciano Miguens, "se dijo que hay un vicepresidente" y se sugirió "que habrá cambios institucionales luego del 28 de junio".

El alcalde de Buenos Aires y líder de PRO, Mauricio Macri, tomó con ironía las advertencias del marido de la jefa de Estado: "Coincido con Kirchner en que el país explota... pero explota de alegría si pierde el kirchnerismo". La jefa de la centrista Coalición Cívica y candidata a diputada Elisa Carrió también contraatacó: "No podemos dejarnos ganar por el miedo que nos proponen como propuesta electoral. La sociedad no tiene que tener miedo. Tiene que haber una lluvia de votos para derrotar al miedo". Con miras a las elecciones, la Coalición, la UCR y el Partido Socialista anunciaron el miércoles la conformación del Acuerdo Cívico y Social en 16 de los 24 distritos de Argentina. Desde la izquierda moderada, el diputado Claudio Lozano advirtió que "el primer responsable de retorno a 2001 es el Gobierno, que no puede resolver los 14 millones de pobres, la brutal desigualdad, la extranjerización del proceso económico y el saqueo de recursos naturales limitando el proceso democrático".

Un peronista que hasta hace unos meses era aliado de Kirchner y ahora ha vuelto a distanciarse de él, el sindicalista Luis Barrionuevo, manifestó que no tiene dudas de que la presidenta de Argentina renunciará la noche del 28 de junio en caso de perder los comicios, con lo que no cumplirá su mandato hasta 2011. En cambio, la senadora peronista disidente Hilda González, esposa del ex presidente argentino Eduardo Duhalde (2002-2003), dijo que "si Cristina pierde la mayoría", su país tendrá "mejores leyes", pero descartó la posibilidad de que cambie el Gobierno: "Vamos a ser todos los argentinos los que vamos a ayudar a Cristina a terminar el mandato".