Un senador brasileño acusa a su propio partido de corrupción
Pertenece a una formación socia de gobierno de Lula
Quienes desconfían de que una renovación pueda venir de dentro de instituciones corruptas, van a tener que revisar su idea tras la aparición en el Senado de Brasil de un nuevo Savonarola, encarnado en la figura del senador Jarbas Vasconcelos, de 66 años.
Vasconcelos, abogado, licenciado en Derecho por la Universidad Católica de Pernambuco y uno de los fundadores del Partido del Movimiento Democrático de Brasil (PMDB), el mayor del país y actual socio de gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, ha acusado al partido de corrupción.
Vasconcelos ha hecho estas declaraciones explosivas a la revista Veja, y el martes las repitió en un encendido discurso ante el pleno del Senado, desde donde pidió la creación de una agencia nacional contra la corrupción formada por senadores y diputados para despertar un movimiento de regeneración moral de la política.
A su causa se ha unido otro senador de gran prestigio, Fernando Gabeira, del Partido Verde, que participó en la guerrilla contra la dictadura y que goza de gran prestigio moral en el país por sus campañas contra la corrupción. Perdió en octubre pasado por un puñado de votos las elecciones a la alcaldía de Río de Janeiro, a las que se había presentado con un programa basado en la lucha contra la corrupción.
Vasconcelos, una de las figuras más destacadas de la política brasileña, ha arremetido contra su propio partido, el PMDB, de quien dijo literalmente que buena parte de sus líderes lo que buscan son cargos en los que sea posible enriquecerse. Vasconcelos ha afirmado que el suyo es un partido "sin líderes, sin propuestas y sin norte".
La catilinaria de Vasconcelos se apoya en realidad, como él mismo ha recordado, en unas declaraciones del presidente Lula cuando subió al poder en 2002. Lula dijo entonces: "La práctica de los corruptos y corruptores en la esfera del poder se está diseminando por la sociedad, como ejemplo negativo de lo que hacen los de arriba". Según Lula, la situación exigía "una actitud enérgica para poner fin a la impunidad". Y es ésta la bandera que el senador Vasconcelos acaba de enarbolar.
La opinión pública, cansada de tanta corrupcion e impunidad, ha visto un rayo de esperanza en esta cruzada, y el momento no puede ser más actual. En el Senado acaba de dimitir su director general, Agaciel Maia, y el Tribunal Supremo Electoral ha destituido a dos gobernadores por presunta corrupcion: Jackson Lago, gobernador de Maranhão, y Acunha Lima, gobernador de Paraiba. Otros seis gobernadores están siendo investigados y podrían también perder su puesto. A ellos se unen los 378 políticos investigados por el Supremo.
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