Cheney justifica las torturas en Guantánamo y dice que no debería cerrarse
El 'número dos' de Bush defiende las técnicas de interrogatorio aplicadas en el centro de detención ilegal
En pleno debate sobre el cierre de Guantánamo, el vicepresidente estadounidense, Dick Cheney, ha asegurado que la prisión militar no "debería cerrarse", al mismo tiempo que ha defendido la técnica de interrogación de la asfixia simulada.
En una entrevista en la cadena ABC, el número dos de George W. Bush ha dicho que no sería responsable cerrar Guantánamo hasta no haber ganado la "guerra contra el terror", en contra de lo que prometió el presidente electo Barack Obama durante la campaña.
Cheney considera que hay otros asuntos que requieren de una respuesta más urgente antes que el cierre de la prisión militar. "Eso incluye qué se va a hacer con los prisioneros detenidos en Guantánamo. Nadie ha resuelto aún ese problema", ha dicho en alusión a unos 250 reos que aún permanecen en suelo cubano.
Las palabras del vicepresidente estadounidense chocan contra la visión que tienen las ONG y organizaciones de Derechos Humanos sobre Guantánamo, que exigen su fin. Con la llegada de Obama a la Casa Blanca, la prisión militar encara su recta final, pero Cheney ha asegurado que el líder demócrata tendrá dificultades para cerrar el penal.
"Una vez capturas a un puñado de terroristas, como hicimos en Afganistán y otros lugares, tienes que tener algún lugar para ponerlos. Si les traes aquí a los Estados Unidos y les pones a disposición de los tribunales estadounidenses, entonces se beneficiarían de todos los derechos que sólo aplicamos a los ciudadanos estadounidenses. Hay que recordar que no son más que combatientes enemigos", ha dicho Cheney en otra entrevista en la emisora conservadora Rush Limbaugh.
En una entrevista con EL PAíS, el contralmirante, David M. Thomas, que está al frente del centro de detención, defiende el sistema de funcionamiento. El jefe de la prisión también señala que la clausura llevará tiempo.
Asfixia simulada
En la misma entrevista en ABC, Cheney ha sido preguntado sobre si pensaba que algunos interrogatorios fueron demasiado lejos, y su respuesta ha sido tajante: "No lo creo". En concreto, el número dos de Bush ha dicho que estaba al tanto de la técnica de interrogatorio del waterboarding (asfixia simulada) que se empleó con numerosos detenidos, entre ellos Jalid Sheij Mohamed, el presunto cerebro de los atentados de Nueva York y Washington.
Interrogado sobre si pensaba que el uso del waterboarding en el caso de Mohammed había sido apropiado, su respuesta no ha dejado lugar a las dudas: "Sí lo es". "En anteriores guerras, siempre hemos ejercido el derecho de capturar al enemigo y mantenerle preso hasta el final del conflicto", ha explicado. "El mismo principio debería de aplicarse en este caso", ha defendido.
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