El juicio por el asesinato de Politkóvskaya será público

El Tribunal Militar de la región de Moscú ha dictaminado hoy que el juicio por el asesinato de la periodista rusa Anna Politkóvskaya será público, como había solicitado la familia. Los abogados de la defensa arguyeron que el proceso no debería ser público ya que entre los materiales del caso existen documentos secretos.

Mañana comienza el proceso de selección de los 12 miembros y los ocho reservas del jurado, que serán elegidos entre 2000 candidaturas, ha informado la agencia Interfax. El juez Yevgueni Zubov ha advertido que en caso de que los miembros del jurado popular que dictarán sentencia denuncien presiones por cualquiera de las partes, el juicio se celebraría a puerta cerrada. El asesinato de la periodista fue perpetrado cuando preparaba un artículo sobre las torturas sistemáticas en Chechenia, que fue publicado por sus compañeros cinco días después de su muerte.

Politkóvskaya, que nació en Nueva York en 1958 tenía doble ciudadanía (rusa y estadounidense). Había confesado en varias ocasiones que había recibido amenazas de muerte de los servicios secretos rusos, del Ejército y de otras agencias de seguridad del Estado a las que había criticado con dureza en sus artículos.

Karina Moskalenko, abogada de la familia de Politóvskaya, ha insistido en la necesidad de continuar la investigación, ya que aún "no han sido identificados los que encargaron el asesinato y los que financiaron el crimen". Además, ha subrayado el interés que tiene en que el presidente checheno, Ramzán Kadírov, declare en el juicio en calidad de testigo ya que su nombre surgió varias veces durante la investigación del asesinato, perpetrado el 7 de octubre de 2006.

El presunto autor material del crimen, identificado como Rustan Majmúdov, es objeto de búsqueda y captura internacional, y su fuga ha sido muy criticada, particularmente por el semanario Nóvaya Gazeta, donde Politkóvskaya trabajó desde 1999 hasta su muerte. En el banquillo de los acusados están dos hermanos Majmúdov, supuestos cómplices, y el ex policía Serguéi Jadzhikurbánov, que les podría haber asistido en el asesinato. Además, aparece implicado, aunque no acusado, el coronel de los servicios secretos rusos Pável Riáguzov, quien podría haber facilitado a los asesinos la dirección de la periodista, una de las más críticas con la política del Kremlin en el Cáucaso. Sus hijos han anunciado también una demanda civil contra los acusados por daños morales por los que piden 10 millones de rublos (casi 300.000 euros).