Los observadores internacionales ponen en duda el proceso de las elecciones bielorrusas
La OSCE indica que varios monitores han sido obstaculizados durante el recuento de sufragios
La Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) ha señalado este lunes que las elecciones parlamentarias celebradas ayer en Bielorrusia "no estuvieron a la altura" de los estándares para una "elección democrática. No obstante, la organización destacó que los comicios, que dejaron a la oposición sin ninguna de las 99 circunscripciones del país, han registrado algunas mejoras.
La Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) ha señalado este lunes que las elecciones parlamentarias celebradas ayer en Bielorrusia "no estuvieron a la altura" de los estándares para una "elección democrática". La organización destacó, sin embargo, que los comicios -que dejaron a la oposición sin ningún escaño de los 110 que componen el Parlamento bielorruso- han registrado algunas mejoras.
El informe de la organización, que envió a 400 observadores, indica que el voto "ha sido bien conducido", pero que el proceso "deterioró considerablemente" en el conteo de los sufragios. Los monitores han encontrado obstáculos para atestiguar el 35% de los sufragios, y en muchas ocasiones pudieron ver "muchos casos de falsificación deliberada".
Con estas elecciones, el presidente Alexander Lukashenko deseaba mejorar las relaciones con el resto de Europa. La Unión Europea esperaba un informe positivo de la OSCE para revisar algunas de las sanciones impuestas a Minsk. Como muestras de su cambio de voluntad, Lukashenko liberó a muchos presos políticos y permitió competir a 78 candidatos opositores. Ninguno de ellos venció en alguna de las 99 circunscripciones. Unos mil partidarios de la oposición se manifestaron en Minsk para protestar contra Lukashenko y pedir nuevas elecciones.
El presidente bielorruso tiene vetada la entrada en Estados Unidos y la Unión Europea, donde se le acusa de manipular su reelección en 2006. En aquellas elecciones la oposición tampoco consiguió ni un sólo escaño. No obstante, desde entonces, Lukashenko ha tratado de mejorar su relación con Occidente mediante diversos roces con Rusia, su vecino al Este, por los precios de la gasolina.
Occidente, cuyas relaciones con Rusia se han deteriorado tras el conflicto armado con Georgia, ha indicado al presidente bielorruso que el acercamiento que este pretende es posible, e incluso considera levantar algunas restricciones si los comicios transcurren de forma adecuada. Por ello, Lukashenko se mostró optimista tras depositar su voto y avanzó que "si la elección transcurre normalmente, Occidente reconocerá Bielorrusia". Además, rehuyó referirse a los comentarios que la secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, realizó en 2005 y en los que le tildaba del último dictador europeo.
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