EE UU y la UE piden el "fin inmediato" de la violencia en Osetia del Sur
La Cruz Roja pide la apertura de un corredor humanitario y el respeto a los civiles
El conflicto desatado en Osetia del Sur, la región separatista prorrusa de Georgia, que esta noche ha subido de nivel con una operación militar georgiana a gran escala, ha provocado ya la reacción de los principales espadas de la comunidad internacional. Tanto la UE como EE UU han llamado a las partes a frenar la escalada de violencia, que amenaza con incendiar el Cáucaso y con reventar las ya tensas relaciones entre Moscú y la OTAN.
La Casa Blanca ha pedido a las partes en conflicto que "pongan fin de inmediato a la violencia y entablen negociaciones para resolver pacíficamente la crisis". Desde Pekín, donde se encuentra el presidente de EE UU, George W. Bush, para asistir a la apertura de los Juegos Olímpicos, el portavoz de la presidencia, Gordon Johndroe, ha sido el encargado de llamar a la calma.
Desde Bruselas, el portavoz del responsable de la política exterior de la UE, Javier Solana, ha dicho que Unión está "muy preocupada" por la "evolución dramática" de los acontecimientos en la región, por lo que ha pedido el cese inmediato de la violencia en la zona. "Lamentamos profundamente la pérdida de vidas y el sufrimiento de los civiles", ha dicho Cristina Gallach, portavoz de Solana, que sigue de cerca los acontecimientos en contacto con sus socios internacionales. Anoche, pudo conversar con el presidente georgiano, Mijail Saakashvili.
También la OTAN, por boca de su secretario general, Jaap de Hoop Scheffer, ha llamado a las partes a detener "inmediatamente" los choques armados y a utilizar el diálogo directo como solución. Scheffer también se ha declarado "seriamente preocupado por los sucesos que están registrándose en la región georgiana de Osetia del Sur" y, como el resto, asegura que la Alianza sigue de cerca la situación.
Finalmente, el Comité Internacional de la Cruz Roja ha pedido la apertura de un corredor humanitario para proceder a la "evacuación de la población civil de la zona de conflicto y para el paso de ambulancias para evacuar a los heridos". Además, pide a georgianos, osetios y rusos que "respeten las leyes internacionales humanitarias, no apunten a los civiles y se aseguren de que el material y los transportes médicos puedan atender a los heridos".
La región goza desde principios de los 90 de una independencia de facto de Georgia, ex república soviética a la que formalmente pertenece. Sin embargo, las tensiones separatistas han ido aumentando en los últimos tiempos, en parte insuflada por Rusia, contraria a la entrada de Georgia en la OTAN y a su deriva hacia occidente. Moscú ha apoyado a los separatistas surosetios, que luchan por volver a integrarse en Rusia. Por su parte, Georgia, que no contempla la mutilación del país, acusa a Rusia de aventar las tensiones en la región y de armar a los independentistas.
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