Tormenta después de la tragedia

Los graves fallos del sistema policial y judicial de la Ciudad de México, expuestos ante la opinión pública por la tragedia de la discoteca popular New's Divine, en la que murieron nueve jóvenes y tres policías, han forzado al alcalde, Marcelo Ebrard, a emprender la complicada tarea de transformar la Secretaría de Seguridad Pública y la Procuraduría de Justicia (fiscalía). Estos órganos han sido señalados en varios informes oficiales como responsables de la tragedia.

Ebrard ha pagado un alto precio político tras la brutal estampida ocurrida el 20 de junio en la discoteca del barrio de Nueva Atzacoalcos, provocada por errores policiales, aunados a las pésimas condiciones de seguridad del lugar, que había sido denunciado como centro de venta de licores y drogas a menores de edad. A las muertes se unió el maltrato a los chicos, la violación de sus derechos y las vejaciones contra al menos una decena de chicas adolescentes, a las que un médico desnudó para comprobar su edad, y que fueron insultadas y manoseadas por policías.

Dos hombres clave han salido ya de su Gabinete: Joel Ortega, quien como jefe de policía había logrado bajar los índices de criminalidad, y el procurador, Rodolfo Félix Cárdenas, renunciaron el martes en medio de un escándalo desatado por un informe de la independiente Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, que no tiene dudas de que la mala actuación de las autoridades, que además ocultaron información para la investigación del caso, originó la tragedia en el antro.

El alcalde ha dicho que, de "todo este catálogo de denuncias, acepto la responsabilidad ética", y aclaró que está tomando decisiones "no para ver qué hacemos con esta crisis o qué cargos tenemos que cambiar", sino porque "ofrecí apegarme a la verdad".

Responsabilidad

Ebrard dice conocer los testimonios de las familias de las víctimas, de "muchas de las jóvenes que ese día sufrieron vejaciones graves... Una vez conociendo los resultados de la investigación de carácter penal, que confirman la responsabilidad de diversos servidores públicos, especialmente de quienes coordinaron, ejecutaron, llevaron a cabo todas las operaciones de ese día", determinó poner en marcha los cambios "para que nunca más tengamos una tragedia".

Una de las primeras acciones del gobernante ha sido colocar a Manuel Mondragón en el lugar de Ortega. La decisión ha sido bien vista en casi todos los sectores, ya que se trata de un médico con formación naval, que conoce las tareas de seguridad y cuyo expediente público es limpio.

Hay más de 40 policías bajo proceso, además del dueño de la discoteca, pero aún quedan muchas dudas por despejar. Desde el Reclusorio Oriente, Guillermo Zayas, jefe policial del operativo dijo a El Universal: "Me han dicho que lo aviente [que involucre a Joel Ortega], que no me coma solo toda la culpa, que si lo aviento las cosas iban a bajar en mi contra, pero yo nunca hablaré mal de alguien que me ayudó".

La Comisión de Derechos Humanos dirigió severas críticas a las autoridades policiales y recomendaciones al Gobierno de Ebrard, y consideró que "la tragedia de la discoteca era ciento por ciento evitable". Su presidente, Emilio Álvarez, cree que "las autoridades tuvieron a la mano todo lo necesario para evitar el desenlace fatal del operativo" y censuró la política de seguridad, que ha "conducido, inevitablemente, a la criminalización de los jóvenes".