Lima se engalana
Inversión millonaria del Gobierno peruano en acondicionar la capital en el Año de las Cumbres Internacionales
El tráfico habitualmente desordenado de la capital peruana, Lima, es más caótico de lo normal en estos días. El trayecto en automóvil entre la zona residencial de Miraflores y el centro de la ciudad, que habitualmente supone algo más de media hora, ahora puede llevar casi el doble en horas punta, con largos atascos y desvíos incluidos.
Sucede que a las consecuencias de contar con uno de los sistemas de transporte público más deficientes entre las capitales suramericanas se suman las de una ciudad que, más que en obras, parece en reconstrucción, por la cantidad de vías principales en las que se está trabajando al mismo tiempo.
La razón de tanta premura es que el país será sede de dos importantes cumbres este año: la de América Latina, el Caribe y la Unión Europea (ALC-UE), que empieza el jueves, y la del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), cuya reunión principal se realizará en noviembre.
Para la primera está prevista la presencia de representantes de 60 Gobiernos, entre los que se incluye el jefe del Ejecutivo español, José Luis Rodríguez Zapatero. Para la segunda se esperan 21 jefes de Estado y de Gobierno de países tan importantes como Japón, China y Rusia.
El Gobierno de Alan García se ha tomado tan en serio ambos encuentros que declaró de interés nacional la organización de los mismos y nombró 2008 Año de las Cumbres Internacionales en Perú.
"Nos venimos preparando desde hace mucho tiempo", destaca el vicecanciller peruano Gonzalo Gutiérrez, uno de los encargados de la organización, quien afirma que el Gobierno ha gastado alrededor de 10 millones de dólares (6,4 millones de euros) en prepararse para la cumbre ALC-UE.
Esto incluye el acondicionamiento del Museo de la Nación, donde se llevarán a cabo las reuniones de trabajo, y del centro de prensa que atenderá a los 1.551 periodistas acreditados para cubrir la cumbre. En realidad, la inversión es mucho mayor, si se toman en cuenta los 97 millones de soles (22 milones de euros) que el Gobierno transfirió al Ayuntamiento de Lima para la remodelación de siete arterias principales de la ciudad, entre ellas las que conectan con el aeropuerto. El problema es que ese dinero se entregó en diciembre del año pasado, por lo que varias obras no se concluirán a tiempo. Y, por si fuera poco, se han cruzado con los trabajos de un corredor metropolitano de transporte y otras obras viales, que hacen que en estos días sea casi imposible ir de un lugar a otro en la ciudad sin tomar un desvío. "Lamentablemente no se ha podido concluir las remodelaciones a tiempo, pero en este esfuerzo tenemos la esperanza de que Lima quede embellecida", matiza Gutiérrez.
Además de tratar de presentar la mejor cara posible a los visitantes, el Gobierno ha extremado las medidas de seguridad. Se han asignado 6.000 policías a la protección de los dignatarios y se ha restringido el tráfico por 14 zonas de la ciudad, aledañas al lugar del encuentro y a los hoteles donde se alojarán las delegaciones. Todas las personas que viven en dichas zonas han sido registradas y solamente ellas podrán entrar en las mismas, previa presentación de sus documentos a la policía. "Hemos planificado cada detalle", comentó el director general de la policía, Octavio Salazar Miranda.
Para reducir las aglomeraciones de público, el Gobierno ha declarado no laborables los tres días que durará el encuentro de esta semana, para formar un puente festivo de cuatro días que, espera, mucha gente aproveche para hacer turismo fuera de Lima. Incluso ha mandado imprimir promociones de paquetes turísticos para ciudades del interior. "Para nosotros son días festivos", señaló en una conferencia de prensa la ministra de Comercio Exterior y Turismo, Mercedes Aráoz.
"Los feriados son incentivos para que la gente salga de Lima, aunque también habrá actividades en Lima", remató.
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