Huelga general en República Dominicana en vísperas electorales

Los incidentes aislados que se registraron durante la huelga general de 24 horas convocada ayer en República Dominicana por un grupo de organizaciones populares en demanda de aumentos salariales, modificaciones fiscales a los hidrocarburos y abaratamiento de los precios de la comida, entre otras exigencias, dejaron al menos dos heridos de bala.

El paro fue secundado parcialmente por comerciantes y empresas del transporte público de pasajeros. Militares y policías fueron desplegados en varios puntos del país con el fin de mantener el orden público en una jornada que, en general, transcurrió en calma.

La huelga tuvo lugar a apenas un mes de las elecciones generales, que se celebrarán el 16 de mayo y en las que el actual presidente, Leonel Fernández, opta a la reelección.

Según versiones del Foro Social Alternativo (FSA), organizador del paro, Luciano Mercedes Cruz, de 48 años, recibió un impacto de bala en un brazo cuando se disponía a tomar café en su residencia.

Explicaron que el incidente, ocurrido en la localidad de Moca, en el centro del país, fue consecuencia de los disparos "indiscriminados" que hizo la policía contra jóvenes que cortaban calles con piedras y neumáticos incendiados a primera hora de la mañana. El otro herido fue el agente Pablo Antonio Rodríguez. De acuerdo a informaciones de prensa, fue tiroteado en la provincia de Santo Domingo, que rodea la capital, del mismo nombre, por un individuo al que trató de detener.

Integrantes del FSA denunciaron actos de represión por parte de las fuerzas de seguridad del Estado. Por su parte, la cúpula policial afirmó que los agentes estaban actuando con "cordura y comedimiento", usando la fuerza "de manera racional sólo en los casos necesarios".

Y mientras los organizadores del paro afirmaban que había sido secundado por un 90% de la población, otros informes daban cuenta de un cumplimiento parcial.

La huelga de un día convocada por el FSA fue apoyada por unas 250 organizaciones populares y por varios partidos de la oposición —entre ellos, el principal, el Revolucionario Dominicano (PRD)—, que consideran justas las reivindicaciones de los organizadores. Sin embargo, fue rechazada y criticada por organizaciones empresariales y de la sociedad civil por entender que, a apenas 35 días de las elecciones generales, no era el momento adecuado para llevarla a cabo. La mayoría de las encuestas da como ganador en primera vuelta al actual presidente, Leonel Fernández. Miguel Vargas Maldonado, candidato del PRD, es su principal rival.