Bruni ensombrece a su marido

Ni el elevado y trascendente contenido de las conversaciones entre Nicolas Sarkozy y Gordon Brown ni el apasionado discurso del presidente francés ante los Lores y Comunes del Parlamento británico lograron apagar el auténtico haz de luz de la visita oficial del mandatario francés a Londres: su esposa, la ex modelo devenida cantante Carla Bruni. La prensa se deshace en elogios a la belleza y glamour de la reciente primera dama, a la que compara con Jackie Kennedy, y fueron sus gestos y su comportamiento ante la primera gran prueba protocolaria a la que se enfrentaba lo que centró la atención de crítica y público.

Bruni ha conquistado a los ingleses justo cuando una reputada casa de subastas británica, Christie's, anunciaba la subasta de un retrato fotográfico de la ex modelo desnuda, tomado hace 15 años. Era la foto de una primera dama desnuda. Pero ayer, nada más aterrizar en Heathrow, la Bruni apagó los ecos de la subasta y apareció cubierta por un elegante abrigo y vestido grises de Dior y tocada con un discreto bonete muy del estilo de Jackie Kennedy. Zapato bajo, para compensar la escasa estatura de su marido -que lucía unos tacones exagerados para un hombre- y todo recato y elegancia.

Muchos de los congregados en Windsor confesaban haberse acercado al castillo más para ver a la ex modelo que a la Reina Isabel, con la que Bruni charló animadamente durante la colorida ceremonia de bienvenida en los jardines. Más tarde, el gesto pensativo y la elegante postura mientras escuchaba el discurso de su marido en Westminster. Ya en la cena de gala, vestido largo y negro, elegante y sin escote, con apenas las mangas transparentes y, de nuevo, nulo tacón.

Todo contribuyó a que hoy la prensa británica la ensalce como la nueva princesa Diana. "Qué diferencia entre un día y otro. Y esta vez se acordó de ponerse algo de ropa", dice el diario The Daily Mail, que dedica seis páginas a la primera dama. El Daily Express, otro tabloide, dice que "Gran Bretaña está encantada por la señora Sarkozy", ilustrando la información con una imagen de la Bruni en su llegada a la cena de gala en Windsor. "Una buena noche para Francia. El galo marca", dice The sun, combinando la visita de Bruni con el triunfo de la selección francesa de fútbol sobre Inglaterra. "¿Es Carla la nueva Diana?" se pregunta el Daily Telegraph. Otro diario británico compara su atuendo con el de la esposa del presidente asesinado John Kennedy.

También en Francia la prensa se hace eco del buen tono que aporta la Bruni a su marido y a sus relaciones internacionales. "Los ingleses, conquistados por Carla", dice Le Parisien. Incluso el izquierdista Liberation la alaba y sostiene que "su marido tiene más dificultades con el protocolo".

Hoy tendrá ocasión de seguir alardeando de savoir-faire, esta vez en compañía de Sarah, la esposa del premier británico, Gordon Brown. Junto a ella almorzará en la residencia del primer ministro, el 10 de Downing Street. Para la ocasión, la primera dama francesa ha elegido de nuevo el gris, esta vez para un traje con pantalón. Pero remata el cuadro con un llamativo abrigo largo de color violeta.