El Ejército iraquí ataca a la milicia leal al clérigo chií Múqtada al Sáder en Basora
Los milicianos del Mahdi amenazan con "incendiar" los pozos petrolíferos y llamar a la "sublevación civil" si no cesa la ofensiva.- Se registran revueltas en otras ciudades en solidaridad con el grupo armado.- El primer ministro, Nuri al Maliki, supervisa la mayor operación militar en la ciudad.- Al menos 12 muertos tras los fuertes enfrentamientos
El Ejército iraquí, armado y adiestrado por Estados Unidos, ha emprendido su primera gran ofensiva en solitario contra la milicia chií del clérigo radical Múqtada al Sáder en la ciudad de Basora, al sureste de Irak. En mitad de una jornada sin tregua, el propio clérigo ha amenazado con movilizar a la comunidad chií para una "sublevación civil" y con incendiar los pozos petrolíferos de la provincia, que canaliza el 90% de las exportaciones, si no cesa la ofensiva militar contra ellos. La solidaridad con este grupo se ha manifestado en varios puntos del país, donde centenares de manifestantes han salido a las calles para apoyar a la milicia chií, llegando incluso a producirse disturbios con la policía en Bagdad.
La amenaza de los leales al radical Múqtada al Sáder llega después de que soldados iraquíes y milicianos protagonicen desde primera hora de este martes fuertes enfrentamientos en Basora. El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, se encontraba de visita en la ciudad cuando los combates han estallado. Desde entonces, fuentes militares iraquíes han informado que Maliki supervisa la operación de mayores dimensiones contra cualquier grupo armado que se ha dado en Basora, la segunda ciudad más grande de Irak y con más de un millón y medio de chiíes. Las mismas fuentes han asegurado que sólo participan efectivos iraquíes, sin presencia británica o estadounidense, y el objetivo del Ejército es "limpiar" la ciudad de elementos criminales y fuera de la ley.
Pero el brote de esta lucha ya venía marcado por declaraciones que han pasado a ser la antesala de los combates. El primer ministro iraquí dijo ayer que el Gobierno había decidido "reimponer la seguridad, la estabilidad y la ley" en Basora, mientras los milicianos comenzaron también ayer una campaña de desobediencia civil para protestar contra Maliki, al que instaron a responder a sus demandas por lo que consideran el maltrato a su grupo.
Toque de queda
Desde la pasada noche, las autoridades iraquíes han impuesto un toque de queda indefinido para lanzar esta ofensiva. Los accesos están cortados y se prohíben los desplazamientos de personas y coches. Cuatro barrios han sido tomados por los milicianos chiíes, que han atacado a la División 14 del Ejército iraquí, con base en Zubair, al norte de la ciudad.
Mientras se producen los enfrentamientos, varios testigos han afirmado que los distritos del norte están cubiertos por una cortina de humo y no deja de escucharse el sonido de distintas explosiones. "En los combates se están utilizando morteros y ametralladoras pesadas, y en ellos participan miles de soldados y milicianos", ha informado un testigo. Sin una cifra oficial todavía, fuentes médicas han comunicado que al menos 12 personas han muerto y varias han resultado heridas.
En defensa propia
El grupo armado Mahdi es la milicia leal al clérigo radical chií Múqtada al Sáder, que mantenía un alto al fuego que había sido renovado el pasado mes. Las autoridades estadounidenses recibieron esta decisión como una mano tendida para fomentar la reconciliación entre las divididas comunidades de Irak. Pero este acuerdo ha saltado hoy por los aires.
Los milicianos aseguran que actúan en defensa propia ante un plan de seguridad gubernamental que pretende eliminarlos. "Ahora el Gobierno ha empeorado la situación y ha hecho lo mismo que ya hizo en Kerbala y Diwaniya: dedicar el plan de seguridad a eliminar a los 'sadristas' en Basora", ha dicho el jeque Hariz Azari.
Los enfrentamientos no cesan y los combatientes chiíes han amenazado con incendiar los pozos petrolíferos si el Gobierno no detiene la operación emprendida contra ellos. "Aunque estos pozos pertenecen al pueblo iraquí, y sería una elección difícil incendiarlos, estamos examinando esta opción si el Gobierno continúa esta campaña sin justificación", amenaza Azari. El 90% de las exportaciones de crudo del país árabe pasan por la provincia de Basora.
Desde el repliegue de las tropas británicas de la ciudad a finales del año pasado, las milicias rivales han ido tomando el control. El Ejército de Mahdi, que nació como respuesta a una ofensiva estadounidense contra sus seguidores, ha cobrado gran importancia en el devenir diario de buena parte de la población chií de Basora.
El respaldo a este grupo es patente en el país y la reacción no se ha hecho esperar. En Bagdad, centenares de manifestantes han mostrado su apoyo a Múqtada al Sáder y se han llegado a registrar revueltas con armas de fuego en algunos distritos. La policía iraquí ha tenido que abandonar algunos barrios por la violencia de los alborotadores mientras espera la llegada de refuerzos de las tropas estadounidenses. Testigos citados por la agencia Reuters aseguran que algunos cohetes han caído en la conocida Zona Verde, área fortificada y controlada por las fuerzas estadounidenses en la capital iraquí. Mientras, los miles de seguidores de esta milicia se han hecho con el control de barrios enteros en ciudades como Kut.
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